
La cantautora chilena Mon Laferte sorprendió y llenó de sentimiento a todos sus fans al sincerarse en una profunda carta, la cual publicó en sus redes sociales. En la misiva contó los horrores y los dolores que pasó en su vida, así como la lucha para lograr ser una artista reconocida.
El escrito es una especie de respuesta a la crítica de la que fue blanco después de presentar una exposición de arte visual en su natal Chile. La cantante presentó una muestra titulada Mon Laferte Visual, que se extendió varios días más en el lugar de exposición; ante esto, varios artistas cuestionaron la legitimidad de su trabajo en la pintura.
Mon, sin explicar razones, se cuestionó a ella misma cómo se gana alguien el derecho a llamarse artista y contó que no tiene ningún título que la acredite como tal; además, afirmó que la vida la enseñó a ser creativa, a salir adelante y a no pedir permiso para hacer lo que quería. “¿Se imaginan hubiera pedido permiso? Yo estaría muerta”, sentenció.
Después desnudó su verdad y sin restricciones contó su historia. “Fui violada a los siete años. A los 11 empecé a tomar, fumar cigarro y consumir marihuana. Probé la pasta (de cocaína) a los 13″, dijo.
Agregó que sus estudios llegaron hasta el octavo año de colegio, que desde los 13 años trabaja, a los 18 fue abusada de nuevo y que su entonces mánager se dejaba la mitad del dinero que se ganaba como cantante.
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También recordó que al inicio de su carrera cantó en la calle, en bares, en buses y en circos.
Desde los 17 años vivió con su abuela y la cuidaba después de que la señora sufrió un derrame cerebral. “En las noches salía a cantar y con eso compraba pañales para ella”, expresó.
Un año después encontró trabajo en la televisión y ganó un poco más de dinero, pero una vez más un hombre mayor sacó provecho de su inocencia y de nuevo fue abusada. “Me trataron de puta sin talento”, rememoró.
Cuando escapó de ese tormento, viajó a México a probar suerte y buscar cumplir sus sueños. Cantó covers en bares durante varios años, además vivió de cerca “los años más difíciles del crimen organizado”, aseveró.
En México, Laferte consolidó su carrera, se convirtió en la voz de muchas mujeres abusadas y de personas sin oportunidades. Sus canciones la han llevado a grandes escenarios del mundo y es una referente de la música latinoamericana.
Después de sufrir, de luchar y de cumplir sus anhelos, Mon Laferte se ganó el derecho a ser artista.

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