Escuchar el nombre Milli Vanilli en una conversación sobre música generalmente no evoca los mejores recuerdos. Puede que se esté señalando a un artista de verse falso, escucharse falso o de simplemente no ser considerado un “artista real”
O se puede estar hablando de los Milli Vanilli, el dúo que hace 30 años lanzó el disco Girl You Know It’s True y con este protagonizó uno de los escándalos más grandes en la música pop.
La imagen de Fabrice Morvan y Rob Pilatus, un francés y un alemán que supuestamente cantaban en Milli Vanilli fue reducida a una anécdota y aparece como meme cuando se habla de un fraude en la industria.
¿Qué hicieron ellos para merecer este castigo? Fingir por un par de años que cantaban, cuando en realidad solo eran las caras atractivas de un sonido creado en el estudio de grabación. Fingir, protagonizar vistosas coreografías, sonreír a las cámaras y contestar entrevistas los llevó a vender 14 millones de discos y ganar un Grammy en el proceso (un Grammy que debieron regresar, por cierto).
Uno pensaría que después de tres décadas, las personas que vivieron ese escándalo le darían la espalda a la música que promocionaron Fab Morvan y Rob Pilatus, pero curiosamente no es así.
Los sencillos Girl You Know It’s True y Blame It on the Rain acumulan millones de reproducciones en YouTube y otras plataformas digitales. Si se leen los comentarios de los videos, la mayoría inician igual: “Podrá haber sido falso, pero este es el sonido de los 90s”. “Podrá haber sido falso, pero suenan más reales que muchos artistas de ahora”. Esto en español, alemán, inglés, portugués...
Con tantas muestras de cariño, cabe preguntarse, ¿ha perdonado el público a Milli Vanilli?
Definiendo el talento
En los años 80 existían bandas de rock con peinados extravagantes y ropa glamorosa, pero eso nada tenía que ver con que todos tocaban sus instrumentos y cantaban sus partes. Hubo también cantantes que no escribían sus canciones pero que eran admirados por sus capacidades frente al micrófono. La imagen era importante, pero los artistas --se daba por sentado-- debían tener un talento, el que fuera.
Por eso, cuando se supo públicamente que los de Milli Vanilli no cantaban sus canciones en vivo, y ni siquiera grababan las voces para los discos, hubo gran revuelo.
Músicos contratados se encargaban de la música mientras que Fav y Rob bailaban y se veían guapos para las portadas de los discos y los videoclips, todo esto orquestado por el productor Frank Farian.
“Luego aparecieron las personas que habían grabado las canciones”, señaló el programador Nelson Hoffman. “Ellos enviaron un video de presentación exclusivamente a Hola Juventud, explicando que eran los miembros reales del grupo, los que habían grabado todo”, recordó Hoffman.
Los músicos reales, así como los vocalistas Brad Howell, John Davis Charles Shaw, Jodie Rocco y Linda Rocco no solo intentaron “dar la cara” por lo que había pasado, sino que bajo la guía de Frank Faria tomaron la osada decisión de continuar su carrera musical haciéndose llamar The Real Milli Vanilli. Era como si hubiesen decidido estafar a alguien y regresaran diciendo, “ahora sí le vamos a poner ganas”.
“Los integrantes reales no eran tan atractivos como los paquetazos y la cosa no funcionó”, apuntó Mauricio Alvarado, locutor de radio. En 1991 The Real Milli Vanilli lanzaron el álbum The Moment of Truth y, para 1992, el grupo se disolvió.
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Fabrice Morvan y Rob Pilatus intentaron formar su propio grupo pero ese tampoco fructificó. Pilatus pasó la mayor parte de los 90′s siendo noticia por su abuso de sustancias e intentos de suicidio, hasta que en 1998 fue encontrado muerto en un hotel en Alemania. En esa época Frank Farian reunió a Fabrice y Rob para grabar un nuevo disco, pero este quedó engavetado tras la muerte de Pilatus.
“Era la primera vez que se desenmascaraba ese tipo de fraude, algo nunca antes visto y además fue un drama que se extendió por años”, señaló Mauricio Alvarado, de 80s y más.
“Farian era el mismo productor de Boney M., la gente que cantaba Los Ríos de Babilonia, y no sé, uno que ha visto tantos videos de ellos se queda pensando si ellos eran de los que cantaban o no...”, señaló el locutor.
Regreso
¿Cómo fue que el grupo pasó de ser considerado un fraude a tener ahora millones de reproducciones en plataformas digitales?
En YouTube no solo están los videos originales de Milli Vanilli con Rob y Fabrice bailando, sino también presentaciones de The Real Milli Vanilli recientes e incluso de Fabrice Morvan animando una fiesta de bienvenida al año 2016, para un show televisado de Alemania.
Morvan se presenta bajo el nombre The Milli Vanilli Experience junto con el cantante John Davis, uno de los “verdaderos” Milli Vanilli que grabó su voz para los discos.
Internet también nos acerca a distintas entrevistas con Fabrice, quien se ha dedicado a limpiar su nombre y el de su amigo fallecido. Ha desmentido, por ejemplo, que Rob haya dicho a la revista Time que ellos iban a ser más grandes que Elvis, argumentando que las palabras de Rob Pilatus fueron tomadas fuera de contexto y que Pilatus con costos y hablaba bien inglés.
Fabrice ha dicho que él y su compañero fueron engañados para ser parte de Milli Vanilli, que Frank Farian les ofreció una buena cantidad de dinero por ser parte de un grupo y siete meses después les obligó a hacer lip-sync, es decir, pretender cantar una música que ya existía.
“Nunca supe en lo que me estaba metiendo, no conocía la industria, ni el poder que podía tener una persona sobre mí una vez que yo firmaba un contrato o recibía dinero, no teníamos idea”, señaló Fabrice Morvan en una entrevista con Muzikxpress, publicada en YouTube, en junio del 2018.
“Estábamos cegados y fuimos muy ingenuos ante todo esto. Lo único que teníamos era el impulso de la juventud y el talento para bailar y cantar, porque pensamos que nos iban a dejar hacer eso”, señaló el vocalista.
En el 2003, Fab Morvan trató de relanzar su carrera con el álbum Love Revolution, que pasó sin pena ni gloria. Su cara sigue siendo relacionada con un escándalo que él nunca deseó.
“Todos fuimos engañados”, dice Fab a Muzikxpress. “He contado muchas veces la historia pero trabajar con John Davis me ha hecho lograr reconstruir los hechos. Él también pensó que iba a ser parte del proyecto y no tenía idea de lo que iba a suceder”, subrayó.
¿Olvido?
Mauricio Alvarado dice que en actividades organizadas por él como suyas como la Tarde juvenil 70’s 80’s, o simplemente sesiones de videos en bares, a la gente le llama la atención y cuidado si no hasta disfruta de escuchar una canción de Milli Vanilli.
“A la gente le gusta seguir viendo los videos de Milli Vanilli, primero, la música es muy pegajosa y segundo, porque la imagen de los 'paquetazos' era muy llamativa. Imaginate que tantos años después, la gente todavía se sabe los bailes de los videos”, señaló Alvarado.
El promotor de estos encuentros ochenteros no cree que el asunto de Milli Vanilli haya sido olvidado o perdonado, pero sí que el asunto de hacer lip-sync o arreglar voces en el estudio se ha normalizado.
“Ahora en el estudio se puede arreglar la voz a quien está cantando y hacerlo sonar como sea. Es curioso, una canción como Believe de Cher, la gente la aceptó, teniendo tantos efectos vocales”, señaló Alvarado.
En esa canción de 1998 Cher usó nada menos que autotune, convirtiéndose en el primer hit #1 en Billboard en usar ese efecto. 20 años después todos los raperos del mundo y varias de las vocalistas de pop más famosas, lo usan, incluso en sus conciertos.
Algunas performers de alto calibre como Britney Spears, Janet Jackson y hasta Madonna no han ocultado el uso de pistas vocales para no perder el buen sonido en los conciertos en los que bailan, saltan y recorren enteros los escenarios.
“Creo que se ha vuelto normal tener a nuestro alrededor artistas paquetazos, ya no impresiona tanto como antes”, señaló Alvarado, quien insiste que en pleno 2019 es más difícil saber cuáles artistas se arreglan la voz y cuáles no.
Quizá la pregunta que nos queda no es si el público ha perdonado a Milli Vanilli, sino, ¿preferirá el público saber quiénes les mienten y quiénes no?