El nuevo museo de la vida y obra de ABBA, que abrió sus puertas ayer en el Salón de la Fama de la Música Sueca –en la isla de Djurgarden, de Estocolmo, Suecia–, no tiene en su entrada un submarino amarillo que ofrecer a sus visitantes, como el de Los Beatles, en Liverpool.
Pero los seguidores de la mítica banda sueca de música pop ya pueden bailar o grabar sus pegajosos éxitos como Mamma Mía! , Dancing Queen , Waterloo o Fernando .
Así se convierten en su quinto miembro, rodeado de hologramas tridimensionales a tamaño real de sus cuatro exintegrantes: los rubios Agnetha Fältskog (63 años) y Björn Ulvaeus (68), la “morena” Anni-Frid Frida Lyngstad (67) y el barbudo Benny Andersson (66).
ABBA, The Museum es un viaje interactivo del cuarteto sueco más popular de la historia, que vendió 380 millones de discos, y sigue siendo un gran negocio, pues aún vende casi 3 millones de discos al año y vive sobre una amplia gama de proyectos musicales y de cine, que son controlados por Björn y Benny.
“Los museos suelen ser sobre personas muertas. Por eso es raro y narcisista involucrarse en hacer un museo sobre uno mismo. Pero me di cuenta de que iba a ser en mi ciudad natal. Fue ahí cuando pensé que debía asegurarme de que sería lo mejor posible. Ha sido divertido y me permite contar esta historia de nuevo”, dijo Björn en Euronews .
Detalles. Con tecnología moderna, la galería tiene 5.000 metros cuadrados de exposición. Impulsa al extremo la interacción del visitante, para revivir el legado completo de ABBA, ponerse cerca de su video musical favorito o grabar con su voz las canciones del grupo.
Hay vitrinas que contienen desde extravagantes trajes con lentejuelas de seda hasta sus legendarios zapatos con plataforma, todos los álbumes y discos de oro.
Los visitantes ven recreaciones del Gamleby Folkets Park, que simboliza el inicio de las carreras de los miembros en los 60; los estudios Polar, en donde ABBA grabó todo en la cúspide de su vida musical; hasta la cocina de Björn y Agnetha, y la cabina en la isla de Viggsö, donde compusieron sus éxitos.
Objetos personales de los componentes del cuarteto o relacionados con él, sus testimonios en audio sobre cómo se compusieron los temas o sus videoclip, completan el viaje al llamado “universo ABBA”.
En síntesis, el museo da una visión completa de la banda, su música y el inesperado éxito que vivió el grupo, desde sus inicios, en 1972, las exitosas giras mundiales, hasta su separación en 1982. Allí hay una sección dedicada a su separación y a la dura historia de sus divorcios.
Este modelo de la galería se inspiró en el Museo de Los Beatles, en Liverpool, Inglaterra, y la mansión Graceland de Elvis Presley.
Originalmente, se anunció en el 2006 por un grupo de promotores en una ubicación distinta en Estocolmo, pero se abandonó por problemas logísticos en el 2009. Los nuevos planes se reanudaron en octubre, gracias a fondos privados.
Con entradas que cuestan entre los 6 y 23 euros para los adultos y niños, el museo aspira convertirse en un gran éxito financiero y recibir 250.000 visitantes en el 2013.