En la música, Adele es la excepción a la regla: no se comporta como una estrella pop ; su presencia en redes sociales es casi nula (su disquera fue la que le abrió una cuenta en Instagram); no está suscrita a Netflix; desapareció después de 21 (su segundo álbum de estudio) y el exhibicionismo típico de las divas no va con ella.
A pesar de ello, la cantante inglesa, de 27 años, con 25 –que apenas salió a la calle el 20 de noviembre anterior– despedazó marcas, sorprendió a los ejecutivos de la industria de la música y confirmó que estamos ante una superestrella del pop .
Previamente, con Hello –el primer corte de ese álbum–, la muchacha nacida en Tottenham había dado un anticipo de lo que vendría.
Ella es una excepción a la regla: amén de vender en tiendas físicas como se pensaba que ya no era posible, se niega en redondo a que 25 esté en plataformas de streaming , se llame Spotify, TIDAL, iTtunes, Google Play... (Curiosamente, 19 y 21 sí están disponibles en Spotify).
Ahí debe estar una razón del éxito (el cual ella misma califica como “un poco ridículo”) de 25 : obligó a sus seguidores a comprar su disco, sí o sí.
El secreto de su éxito. En todo caso, si un producto es malo no tiene remedio, aunque la publicidad se lo meta a uno por los ojos.
Al parecer, esto no sucede con 25 , un álbum que, de acuerdo con varias reseñas consultadas para este artículo, es una producción bastante buena.
Sus armonías y letras, sencillamente enganchan ( Hello provocó que miles y miles de personas llamaran a su expareja).
El estilo de la intérprete se puede considerar retro : las baladas pop en este estilo no son algo que pueda decirse que esté de moda; sin embargo, ese puede ser parte del atractivo que atraiga al público: es una fórmula probada.
Aunque de 21 se puede decir que está más elaborado, 25 parece estar más cerca del público: Adele habla desde su individualidad para hablarle a todos.
“Yo estaba muy consciente de que no iba a hacer de nuevo 21 . Sería un cliché. Tampoco vale la pena sentirse cómo me sentía cuando escribí 21” , comentó en una entrevista publicada en la página digital, en inglés, de la publicación Vice.
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De acuerdo con una nota publcada en el sitio de Vice, su voz y composiciones son simples, pero evocadoras.
“Su corazón se rompe porque nuestros corazones se rompen”, se lee en el artículo escrito por Hattie Collins . Agrega: “(En el álbum) reflexiona acerca de cómo y cuánto cambiamos cuando llegamos a los 20, ya seamos un cantante famoso, un recién graduado, un fontanero o una nueva mamá”, agrega la periodista.
Para decirlo en simples palabras: la mujer sabe “conectarse” y así, en la era del streaming, cuando la venta de discos en físico va en declive, Adele vende muchísimas, muchísimas copias.
¿Sorpresa? En el 2015, Bob Dylan sacó su tributo a Frank Sinatra y Iron Maiden su esperado The Book of Souls. Ninguno de esos monstruos se le acercó.
“No hay alguien con quien yo haya conversado en el negocio de la música que no esté sorprendido con estos números”, sostuvo Dave Bakula, vicepresidente senior de la sección de análisis de la industria en la consultora Nielsen Music.
Esta firma mide la venta y popularidad de música en Estados Unidos y publica sus hallazgos en las listas de la revista Billboard.
Según registros de esa publicación, 25 registraba siete millones de discos vendidos, en su cuarta semana de ventas (datos al 24 de diciembre anterior).
Desde que en 1991 Nielsen empezó con sus mediciones, Adele es la primera que consigue semanas consecutivas de ventas con más de un millón copias vendidas.
Solo en sus primeros siete días en el mercado no alcanzó tal cifra : “solo” vendió 737.000 discos.
Esos números de locura, ya le valieron a la intérprete de 27 años, tres discos de platino. Todo esto lo consiguió apenas desde el 20 de noviembre anterior.
Apuntemos que en el 2011, Adele vendió 30 millones de copias de 21 . Es atinado suponer que esa cifra será superada por 25.
Pase lo que pase, se puede decir que esta década – que ya está en su segunda mitad– le pertenece.
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El País de España toma prestado un término del cine para describir con certeza el fenómeno de Adele: ella es un blockbuster (esas producciones que llevan a las salas a media humanidad).
Hello, el primer corte de esa producción, también nos da una pista del impacto de la cantante: se convirtió en un éxito impresionante en YouTube al conseguir 27,7 millones de reproducciones en 24 horas (va por 885 millones).
Para la gente de Shazam, la más popular app de identificación de melodías, Adele no fue una sorpresa del todo, según una información de BBC Mundo.
El asunto, si se quiere, es simple: plataformas como YouTube lo que hacen es identificar lo que el usuario ya sabe que le gusta.
Por su lado, las aplicaciones que identifican música revelan lo que cautiva al consumidor quien, sin embargo, desconoce detalles como el nombre del cantante o el título de la canción.
“Ningún sencillo ha sido shazameado tanto el primer día”, le comentó a la BBC Daniel Danker, de Shazam, acerca de Hello.
Según el funcionario, más de dos personas por segundo usaron la app en las primeras 24 horas después del lanzamiento de ese sencillo para identificar Hello.
De acuerdo con la nota de BBC, esto significó un total de 200.000 identificaciones, toda una marca en la historia de Shazam.
“Eso significa que 200.000 personas no reconocieron la voz de Adele cuando la escucharon, pero les fascinó; o que, cuando la escucharon, quisieron guardar la canción para descargarla después”, se lee en ese artículo.
Además, la herramienta revela cuáles son los países que más shazamean a Adele: Estados Unidos, Italia, Francia, España y Alemania, todos incluidos en la gira de este año de la cantante.
Adele dio en la tecla y el resto solo pasó. En resumidas cuentas, ¿por qué tiene éxito Adele?
La respuesta de 1964 de John Lennon a esa pregunta con respecto al “pegue” de los Beatles hoy es es la más adecuada: “Si lo supiéramos, formaríamos un grupo y seríamos managers”.