Una esquina en el barrio El Poró de Concepción de Alajuelita lo vio nacer como artista. Allí, siendo un chiquillo bailaba rap y memorizó las canciones de C+C Music Factory y Vanilla Ice; las aprendió a cantar y lo que vino luego fue inspiración pura.
Más de 20 años después, al recorrer aquella esquina que frecuentaba con los compas, recordó una vez más el por qué se enamoró de la música.
Caminar por las calles de Conce (o de Palmares, donde vive actualmente, o bien cualquier parte del país) se complica si se hace con Tapón . La gente lo reconoce, no hay distingo de edad o de clase social, tanto lo detiene un jovencito que lleva a su hermanito al kínder, como le pitan los choferes de los carros, otros le piden una foto o desde largo le gritan: “cánteme algo”.
Un martes de octubre caminamos junto a él por Alajuelita y pudimos comprobarlo. Tapón tuvo tiempo para devolver una sonrisa, un abrazo y hasta una canción a cada conocido o desconocido que se le acercó a demostrarle su admiración.
Como Christian Gómez Vargas lo conocen sus más allegados. Su papá Freddy y su mamá Dunia hablan de él con el pecho hinchado de orgullo al repasar los éxitos y luchas en las que ha estado desde que tenía 17 años. ¿Y cómo no? si ahora ven que el sueño de ser artista de su hijo se cumplió .
Sin barreras. Fue en 1997 cuando sonó en las radios nacionales un tema pegajoso cuya introducción marcó su estilo: “Yo’, this is the one Tapón. Dedico esto a mi chica especial, ¡Ahora sí mi gial!, esto es para ti”. [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151106_0019]]Creada a mi manera[[END:INLINEREF]] fue la locura total, consiguió rápidamente los primeros puestos en las emisoras locales y de la mano de las listas de popularidad venía una carrera en ascenso que sorprendió a todos.
“ Creada a mi manera se colocó durante ocho semanas en la posición número uno de la lista de 103 y empató la marca que tuvo November Rain de Guns N' Roses. Nosotros en la radio estábamos impresionados de ver tal éxito por parte de un artista nacional”, comentó el locutor Mario Barboza, quien en 1998 era el encargado de montar las listas de las más pedidas de la emisora.
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El locutor afirma que la selección se hacía gracias a las llamadas del público y que la posición de privilegio levantó un polvorín entre los rockeros de la época, que no podían creer lo que estaba pasando en medio del buen momento en el que estaba el rock nacional con grupos como 50 al Norte, Hormigas en la pared o Modelo para armar.
“Conseguimos un préstamo para hacer ese video y hasta hace muy poquito se terminó de pagar”, recuerda como anécdota Tapón sobre el audiovisual que se grabó en Limón y cuya protagonista fue su primer amor: Marianné Vargas, su ahora esposa.
Era necio en sus comienzos –al igual que ahora- y su insistencia lo llevó a conocer a los productores Christian “Chino” Artavia y Johnny Rooper, quienes para finales de los 90 eran los representantes de Ragga by Roots.
“Estábamos haciendo un concurso de reggae en una discoteca en San José y él (Tapón) llegó de último a participar y le fue súper bien, nosotros supimos que tenía talento”, aseguró Artavia.
Los productores impulsaron el arranque de su carrera artística: el trato fue hacer una canción; si pegaba hacían un video y si pegaba le hacían un disco.
“Fue tanto el éxito que no habíamos terminado de grabar el disco cuando nos llamaron de Sony Music y nos ofrecieron firmar un contrato con Tapón por tres discos” recordó Chino.
En menos de un año el suceso lo llevó a viajar a varios países de Centroamérica, además hizo su primer concierto en Jamaica (donde grabó [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151106_0020]]Quiero un amor[[END:INLINEREF]]), Tapón supo que la esquina de El Poró quedaría como un recuerdo en su corazón, mas no volvería a cantar ahí; ya no, él estaba para más.
Constante. Actualmente es uno de los artistas más prolijos en Costa Rica, en su hoja de vida destacan 18 álbumes de estudio lanzados y un récord propio de hasta tres videos publicados por año. ¿Las razones? Han variado con el tiempo; ahora, la más importante es que el también empresario musical, de 36 años,dedicó parte de sus ganancias económicas a prepararse en áreas de producción y cuenta con su propio estudio y equipo: Blind Records con el cual produce material para otros artistas.
“Cuando él grabó su primer disco con la plata que ganó lo que hizo fue comprarse una computadora y se puso a estudiar para ver cómo se grababa él mismo. Con el tercer disco se compró una casa y se fue a vivir a Palmares. Ese güila anda como adelante de todos”, contó Cole, reconocido DJ nacional quien fue uno de los primeros en programar su música en bailes por todo el país.
Aunque el reggae y el dancehall son sus géneros por excelencia, el encasillamiento no tiene cabida en el arte de Tapón; sus canciones han pasado por el merengue, hip-hop y hasta la bachata; los sonidos cada vez son más amplios y dejó de lado hace muchos años los sintetizadores y las pistas para componer a partir de la guitarra y los teclados; instrumentos que junto con el ukelele aprendió a tocar de forma autodidacta
Ahora al cantante lo único que le importa es llevar un [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151106_0021]]mensaje de positivismo[[END:INLINEREF]], lejos de creencias o de fe; su trabajo es solo un anuncio de buenas noticias.
Nuevo, pero viejo conocido. Físicamente ha cambiado, ya no es aquél muchachillo flaco de lentes, que usaba ropa colorida y tres tallas más grande que la suya. Ahora usa el pelo corto, deja ver sus canas con orgullo y hasta se nota más tonificado, usa ropa más ajustada pero conserva su estilo juvenil.
Tiene 15 años de casado con Marianné, es papá de Gabriel (12) y Mariangel (7). En el 2007 decidió volcar su mirada a Dios y dedicó a partir de ahí su música a adorarlo. De esta nueva etapa ha publicado seis discos que él llama cristianos, pero que suenan a algo más que a religión.
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“Ya no hace falta cantar Creada a mi manera porque hay muchas canciones nuevas que la gente quiere ir a escuchar hoy en día. Yo no tengo ningún problema con cantarla porque para mí música es música; son mis canciones, es testimonio y la gente puede ver la diferencia en la madurez y el cambio; eso impacta a la gente. No es que no las canto porque no me gusten, por legalismo o religiosidad; sino porque con el propósito con el cual ahora voy a una presentación, salen sobrando”, explicó Tapón.
Ahora se dedica a realizar shows más personales sin dejar de lado los conciertos masivos que ya no son en festivales de reggae ni en fiestas, sino que ahora los hace en actividades cristianas .
Viaja a escuelas y colegios a hacer presentaciones que combinan la música con una charla tipo stand-up comedy y sigue manteniendo el mismo pegue en el escenario como cuando cantaba a todo pulmón Latino y Mira como baila o hacía excelentes imitaciones de Beenie Man, Bounty Killer o Sean Paul.
Eso explica la ausencia que algunos podrían percibir de su carrera. Ya no es comercial, pero sigue muy activo.
“Dios me estuvo entrenando 10 u 11 años en la música secular y ahora que estoy de este lado aplico ese conocimiento cuando agarro un micrófono para hablarle a los jóvenes con propiedad sobre las cosas que pasé y que vi”, dijo.
Otro aspecto que ha renovado en su vida es su carácter, el cual ha madurado, según dice, a punta de experiencias fuertes. Como la que vivió con su colega Banton , con quien tuvo varios dimes y diretes por diferentes aspectos musicales; todo eso quedó atrás.
“Las canas no son sólo porque a mi esposa le gustan, son muestra de una madurez. Yo por ejemplo era muy cabezón y tenía mal carácter, todo me robaba la paz. Incluso hasta tuve que dejar de jugar fútbol como por dos años porque no aguantaba nada y cuando descubrí la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento me enseñó a que nada tiene por qué robármela”.
Para él ahora la música tiene un significado más especial, ya no le molesta si le cancelan un espectáculo o si una canción no gusta. “Es un medio; un medio para mantener a mi familia y para llevar mi mensaje, para acercarme a las personas”, dijo el artista quien asegura que no ha hecho una fortuna como muchos podrían creer, pero que su carrera le ha permitido vivir bien.
Tapón no para, el “ahora sí” es una bandera diaria y a cada momento produce nuevo material o piensa en su próxima presentación. Está por estrenar un disco y para diciembre también lanzará un libro con sus memorias que lleva por título Un día a la vez .
Tapón es el sobrenombre que le puso con cariño su abuelo cuando era un chiquillo que jugaba bola descalzo en la esquina del Poró, esa esquina que al recorrerla le sigue recordando quién es y a dónde va.