Desde que Álvaro Torres decidió cantarle al de más arriba, a Dios, su carrera quedó dividida: una patita en la canción romántica y otra patita en la de alabanza. No es que el salvadoreño lo quiera así, pero así es como lo ha querido el mercado.
Álvaro Torres vive un hecho que pone a prueba su fe: desde hace casi tres años, decidió lanzar el disco
Si desde arriba lo están viendo, seguro que considerarán que va pasando su prueba.
Y con esa fortaleza encima viene de vuelta el salvadoreño a Costa Rica, para dar concierto el próximo 1.° de julio, en el Teatro Eugene O’Neill, en barrio Dent, San José.
Dejará claro Torres que si bien es cierto le canta a Dios, también su amor tiene que ver con lo “mundano” y, por eso, abordará, conforme vaya siendo necesario, canciones románticas que lo han colocado en el gusto popular:
Este nuevo encuentro con el público costarricense será mucho más familiar para Torres. Es que aprovechará para acompañarlo su hijo, Astor Torres, quien presentará así, y aquí, su disco debut.
Un repaso por todo este panorama es el que hizo Álvaro Torres en entrevista telefónica ayer.
(Se ríe). Creo que algo tuvo que haber aprendido. Fue una manera de irse forjando. Lanzamos su disco en Guatemala, El Salvador, Puerto Rico y Estados Unidos, y tiene posibilidades de que vaya abriendo sus propios espacios.
“Él está mostrando su propia personal. Tiene letras románticas pero dentro del lenguaje diferente que tiene la nueva generación”.
Creo que ha bebido del entorno de la música romántica que lo ha rodeado.
Sobre todo como padre. No he querido aconsejarlo mucho porque tiene su propia manera de comunicarse, de joven que es.
Sí. A pesar de que este es un concierto que tiene un fin cristiano, espiritual, canciones como
“Son canciones que han ministrado, que han servido a muchas parejas. Esa canción nace justo cuando yo conozco a la que es mi esposa hasta hoy. Para muchas parejas ese es su tema de amor”.
Profesionalmente, quizás no fue una buena decisión. Lamentablemente, muchos medios me han cerrado las puertas porque no sienten atractiva esta nueva música. Sin embargo, para mí eso no es de gran importancia.
“La palabra dice que es necesario que deje de crecer para que el espíritu sea más grande en mí y se manifieste. Si de eso se trata acepto este rechazo con mucho gusto.
En lo que se han equivocado los medios que me cerraron sus puertas es que creen que, sin duda, yo me retiré de la música romántica y yo no me he retirado de la música romántica. Sigo haciendo mis conciertos seculares porque hay un público que necesita escuchar canciones de amor, sobre todo en una época en que la música ha dejado de ser un vehículo de mensajes positivos para ser vocera de lo trivial.
“Mis canciones sirven a las parejas para que sigan unidas”.
Sí, hay muchas canciones nuevas que están esperando para ser grabadas. Estoy en camino de tomar las riendas de mi propia producción, con inversión personal.