La popular frase “¡Alza la mano bien alto!” de Saca Boom Boom logra resumir la noche del 50 aniversario de la banda Marfil: llena de baile, fiesta, amigos y mucha energía.
El grupo nacional puso a bailar a más de 1.000 personas en el Centro de Convenciones la noche del 5 de agosto, con un repertorio que recorrió medio siglo de música afrocaribeña durante horas, que se extendieron hasta pasada la medianoche.
Isidor Asch, Tipí Royes, Orlando Quesada, Mike Chávez, Ricardo Espinach, Luis Castillo y Giovanny López tenían la sala llena desde antes de que comenzara la presentación, pues Marfil agotó todas las entradas del Carnival Fest.
El espectáculo musical comenzó con sus éxitos Rastaman, Pato Animal y María Hermosa, seguidos del aclamado El Trencito. Con esto Marfil puso al público a dar vueltas al ritmo del calipso y ya no había nadie sentado o inmóvil, porque cada persona seguía la música con su cabeza.
Lo cierto es que el baile no era solo del público, sino también de la banda que no paró de sonreír y celebrar con las palmas en alto. Por esto es que el líder Asch agradeció a sus seguidores y dictó que Marfil “seguirá vacilando por unos añillos más, mientras haya salud”.
“Por más carta que hubiéramos escrito, por más nombres de agradecimiento siempre se nos iba a olvidar alguien porque imagínese 50 años (...) El agradecimiento especial es a cientos de personas que nos han dado la mano. A ellos y a ustedes queremos enviarle el abrazo más fuerte del mundo”, expresó el cantante.
En cada rincón del lugar había movimientos de caderas. El único descanso que tenía el público era para recargar energías entre canciones o cuando entraba un invitado, ya que la agrupación cumpleañera se acompañó con otros artistas para tocar sus piezas emblemáticas.
Los gritos y aplausos se tornaron especialmente fuertes cuando Baby Chollette entró al escenario, que luego le dio espacio a las presentaciones de Jorge Chicas, Charlene Stewart y Ricardo Umaña. Cada uno de estos artistas se reunió de manera individual con Marfil para celebrar clásicos como Julieta Ta, Summer Time y Menéalo.
Además, el festival tuvo las interpretaciones de los músicos Bernardo Quesada, Toledo, Banton y Wallace, quienes mantuvieron intacta la energía del público al lado de Marfil.
Durante horas la sala fue una pista de baile inagotable, donde no importaba si se estaba en grupos, pareja o en solitario. Personas de todas las edades se contagiaban del ritmo y salían a bailar.
Fanáticos de 50 años
Desde antes que comenzara el espectáculo, los amantes de la música de Marfil ya estaban bailando en la fila para entrar al Centro de Convenciones, mientras caminaban hacia sus asientos o cuando se encontraban con sus amigos. No es de extrañarse, ya que los fanáticos de la banda se apegan al significado de Marfil: buena fortuna, fuerza, seguridad y bienestar, pero, sobre todo, algo que no se rompe fácil.
En un ambiente familiar y amistoso, los asistentes aprovecharon para tomarse fotos, lucir sus atuendos de fiesta y prepararse para la noche de bailongo
Antes de que saliera Marfil, a las 6 p. m., Sergio Morales, conocido como Flee, fue el encargado de abrir la pista. Después entró la banda Antología Calypso, la cual rindió homenaje a Walter Ferguson con interpretaciones de sus clásicas canciones Cabin in the Wata, Callaloo y Going to Bocas.
Luego fue la hora de Son de Tikizia, quienes deslumbraron con piezas bailables como Pedro Navaja de Rubén Blades, Vivir mi vida de Marc Anthony o La Bilirrubina de Juan Luis Guerra, con un sonido que llenaba la sala de sabrosos ritmos tropicales.
Luego de tanto sabor entró Marfil, que demostró hasta el último segundo del concierto que siguen siendo un grupo vibrante que sobresale por su energía y armonía con el público desde 1973. El cierre lo marcaron con su aclamado éxito Saca Boom Boom, acompañado de una despedida al público que los ha acompañado por 50 años.