Quizá usted los ha visto caminando por el parque más grande de su localidad, con gorras grandes y algún parlante. Un grupo de muchachos hacen un círculo y alguno se pone a rimar sobre lo que está pasando a su alrededor y después le tira a otro que tiene en frente. Cuando llega el turno del ofendido es cuando se pone interesante.
“Hay gente que dice que somos los vagos que estamos en el parque, que no tenemos nada que hacer. Pero organizar un evento de esto no es nada fácil”, apunta Steve Chacón, de Alajuela Rap Battles.
Desde inicios del 2017, él se encarga de organizar batallas semanales de rap en distintos parques de su cantón y así ha logrado agitar un movimiento en la segunda provincia del país.
“Empezamos con algunos curiosos y luego llegaron más personas. Ahora hacemos una competencia con talento que ganó eliminatorias en distintas partes del país”, explica Chacón.
Como él, otros jóvenes se han encargado de impulsar las batallas de rap en sus zonas y hoy se puede hacer un mapa con todas las regiones que se han sumado al movimiento.
Una simple búsqueda en Facebook da luz de batallas informales y competencias en Guápiles, San Carlos, Pérez Zeledón, Puntarenas, Guanacaste y por supuesto en Heredia, Cartago, Alajuela y San José.
Es un movimiento nacional que cada vez ve sus reuniones más llenas y brilla más en redes sociales. El rap improvisado está más vivo que nunca.
Rap a la tica
La historia del hip-hop está entrelazada con las batallas de la calle. Es en parques y aceras de Estados Unidos que nació el arte de rimar encima de un ritmo. En el plano local, el hip-hop se desarrolló en los años 90, pero se sabe más del historial del break dance y los cantantes de rap que de las batallas que ocurrían en aquel entonces.
Ahora las batallas no son simples encuentros en esquinas, son todo un movimiento que se promueve a través de las redes sociales, donde llegan videos de las batallas y hay ligas de competencia.
Alajuela Rap Battles es una de estas y todos los viernes a las 6 p. m. reúne a decenas de fanáticos en el parque Tomás Guardia de Alajuela.
“Yo empecé a ver esto hace 3 años. Lo vi pasando por internet en la Red Bull Batalla de los Gallos y no sabía que aquí había algo similar”, cuenta Steve Chacón, de Alajuela Rap Battles.
“Recuerdo que vi las batallas de Ruff n Tuff pero era algo privado, yo quería que tuvieran ese sentimiento de la calle”, agregó este fanático de las tiraderas.
Él nunca ha querido hacer carrera como rapero pero recuerda que en el 2016 conoció a Cehzar “un maecillo aquí del INVU, muy bueno en esta vara”, contó.
Para ponerle un reto a este rapero alajuelense, Steve buscó a exponentes de Heredia y San José para competir e inició su propia competencia y fundó lo que en las calles se llama una liga.
Las ligas de rap improvisado pueden ser regionales, nacionales (con participantes de todo un país) o internacionales (con raperos de distintos países). Alajuela Rap Battles es un campeonato a nivel nacional y en diciembre eligirá campeón.
Al mismo tiempo, las ligas regionales colaboran con ligas como Batalla de Maestros –liga fundada en Chile en el 2009– y Supremacía MC –de Perú– para encontrar talentos locales y elegir a un campeón tico que viaje a a Chile o Perú para representar el país.
Esas finales se celebran en grandes escenarios y con transmisión en internet y todo lo que se ve en pantalla es el resultado de meses y años de estar rapeando en las calles.
La famosa Red Bull Batalla de los Gallos, por ejemplo, es una competencia internacional que busca participantes en Costa Rica y a la fecha ha tenido a tres campeones: G y RVS, ambos de Heredia, y a Cehzar, aquel muchacho talentoso, quien se coronó en el 2016 como el primer campeón nacional.
En el Valle Central, los MC compiten usualmente en Rapquicia y Central Battles de San José, la liga Plaza Mayor de Cartago y Alajuela Rap Battles. Heredia, cuna de varios campeones, está retomando poco a poco su auge con la liga Apocalipsis Rap.
Más allá del GAM
Una de las ligas más importantes del país es Poseidón que se extiende de Jacó a todo el territorio nacional.
“Guápiles era inexistente en el mapa del rap, pero en 2017 ya nos metimos en las regionales de BDM, Supremacía y este año nos ha ido mejor”, señaló Wild Saavedra de Enigma Battles Limón.
Este rapero de 18 años opera bajo el nombre Dracon Wild y desde el 15 de enero del 2017 empezó con sus amigos una liga en Guápiles.
“La mayoría de los competidores que tenemos son menores de edad, y en el público hay mucha gente que está en secundaria o la universidad”, apuntó Saavedra y esa demográfica se repite en la mayoría de las batallas.
Frente a esta audiencia que grita y se emociona cuando hay una buena rima, raperos como Scarface, J Davis, Neon C y él mismo han levantado el nombre de la provincia compitiendo con los grandes del GAM.
“El 28 de julio voy yo para King of Battle Rap, la batalla de Guanacaste, para representar el rap de Limón en la final nacional”, contó. Él ahora se encarga de abrir una nueva liga Apocalipsis Rap, en Heredia.
Otro que ha viajado largas distancias en el país para competir es el rapero Deux (Daniel Delgado Fait), que con 17 años de edad organiza las batallas Gods of the Ocean en Puntarenas.
“Llevo haciendo esto más de 5 años. Empecé a freestylear en el 2014”, contó. Deux cree que las ligas de las zonas costeras generalmente no son tomadas tan en serio como las del GAM, pero tienen mucho que ofrecer.
“Las escenas son muy vallecentralistas en general y los de la GAM son los que más se dan a conocer. Hace poco vinieron competidores de BDM a una regional, cinco personas que decían ‘vamos a ir a clasificar allá, fijo es fácil ganarles a los del puerto’ y más bien perdieron, y no por localismo, porque los jueces eran de afuera”, contó emocionado.
La clave para que el rap improvisado del Puerto haya crecido son las batallas que hacen cada 15 días como parte de la liga. Los domingos se reúnen en el parque Victoria (junto a la Escuela Delia Urbina) unos 20 competidores.
“Mi amigo INK (rapero) y yo tuvimos este año el proyecto de tener una liga que no solo se activara cuando hay eliminatorias y se ha popularizado por la constancia. La gente ve los videos de lo que pasa aquí y empiezan a conocer desde todo el país a los porteños”, explicó Deux.
Talentos como RML y Rabbit –que se ha gastado hasta ¢5.000 en pasajes de bus para competir– han representado al Puerto en ligas nacionales como Rapquicia.
De internet para el mundo
YouTube es un parque de diversiones para los fanáticos de las batallas de rap improvisado. Se puede ver a Wos y Aczino batallando ferozmente en las finales internacionales de Red Bull Batalla de los Gallos o bien se puede revivir lo que ha pasado en la Plaza de la Democracia.
Si se pregunta en Puntarenas, Limón, Alajuela, la respuestas es la misma: no se podría hablar de un movimiento de rap improvisado en Costa Rica sino fuera por la liga Rapquicia.
Los de Rapquicia fueron de los primeros en armar batallas callejeras, grabarlas y subirlas a internet y con eso lograron atraer la atención de un público y mostrarle a otros muchachos cómo hacer una competencia. En su canal de YouTube tienen casi 22.000 suscriptores y su batalla más vista, una final entre Cehzar y Nájera, tiene 107.000 reproducciones.
Todo esto es posible gracias a un equipo liderado por Víctor Alan Becerra Navarro, conocido en las calles como Bana.
Este entusiasta del rap de 30 años, creció en Cuacalco, Estado de México, donde organizaba conciertos para la banda de su hermano.
Vino a Costa Rica por trabajo y desde julio del 2016 organiza batallas en San José que reúnen a los mejores del país en la Plaza de la Democracia, que se ha vuelto uno de los espacios más icónicos para esta escena.
“La documentación de batallas ayudó mucho a que la gente quisiera aparecer en videos. A la primera llegaron 30 personas y luego cada vez más hasta que en la Plaza de la Democracia puede llegar hasta 600 personas, ellos hacen el ambiente”, contó Bana.
Las batallas de Rapquicia son tan populares que existen páginas de memes que recuerdan los momentos más graciosos de los eventos.
Rapquicia también logró encontrar un espacio en la televisión en el programa Viernes libre, que transmite semanalmente por VM Latino batallas con los mejores. Se espera que el programa regrese para una segunda temporada en julio.
“Sucedió lo que nunca esperaba, batallas de freestyle en la televisión. Creo que más gente se está dando cuenta de que existe esta disciplina que no se trata solamente de insultarse sino que mantiene a estas personas estudiando y desarrollándose”, aseguró.
Bana insiste en que la improvisación es un “deporte mental” y aunque hay posibilidades de que en una batalla se escuchen rimas vulgares o menciones a drogas (que pasa), él considera que la mejor forma de dar el ejemplo son las acciones y no tanto lo que se dice.
El futuro de Rapquicia y el movimiento nacional depende de los fondos. Para inscribirse en una batalla los raperos pagan normalmente ¢1.000 y con eso los organizadores en San José, Puntarenas y Limón apenas salen “tablas”.
Para Bana, el siguiente paso deberían ser los eventos más grandes, en lo que se pueda retribuir económicamente a los raperos, los jueces y el staff de cada evento, aunque esto es difícil por la falta de patrocinios.
“A veces me sorprende cómo se paga ¢20.000 por Luis Miguel y no ¢3.000 por alguien que te hace muy buena música que es de aquí y tiene un talento innato, pero bueno esperamos que eso vaya evolucionando”, finalizó.
Próximas batallas
- Rapquicia: 22 de junio, Final a la 1 p.m. en la Plaza de la Democracia, San José
- Enigma Battles: 22 de junio, Inicio de liga a la 1 p.m. en Parque Central de Guápiles
- Poseidon Battles: 30 junio, Final a las 2 p.m. en Cantina S.C.C.A., San José
- Poseidón Champs League: 14 de julio en Cantina S.C.C.A., San José