Romántico, pícaro y ocurrente: ese es el combo con el que cantante español Braulio enamora a los asistentes de sus conciertos, especialmente a esas personas que han coreado sus canciones desde hace décadas.
El artista ofreció dos conciertos este fin de semana en el Teatro Popular Melico Salazar, en San José, donde ya se había presentado en el pasado y recinto al cual se refirió como uno de sus lugares favoritos para cantar, halago que también le regaló al público costarricense que lo acompañó.
“Buenas noches, San José. Es un placer estar con uno de los mejores públicos que hay”, dijo, tras inaugurar la velada del sábado 29 de noviembre con Sobran las palabras . “Estoy un poquito afectado, griposo, pero todavía hay voz; según mi última novia, es lo único que todavía me funciona”.
Ese momento –con ese chiste, esa canción y esa presencia– marcó el comienzo de una velada de risas, añoranzas y piezas que son de todos, en la que Braulio dejó al descubierto su lado más jocoso.
Despojado de cualquier protocolo, el artista destinó lapsos de varios minutos a compartir relatos y ocurrencias con los asistentes, luego de cada tema que cantó. “Ustedes vinieron a escuchar canciones románticas y más bien están escuchando ordinarieces”, bromeó, forjando más risas.
Además de buscar la complicidad con quienes pagaron por escucharlo, había otra razón para el diálogo: “Hace 41 años y 50 kilos, cuando comenzaba mi carrera, podía hacer 20 canciones sin parar. Ahora debo recuperarme”.
Cálido. La voz de Braulio permanece intacta tras más de cuatro décadas de carrera musical, y sigue cumpliendo a plenitud con el sentimiento de las tantas canciones que ha depositado en el corazón de miles de hispanos.
Lo que se exige de sus propios conciertos es mucho. Por ejemplo, durante varias ocasiones dio instrucciones a los músicos costarricenses que lo acompañaban (liderados por su amigo Antonio Brito) sobre la marcha.
Tres canciones las volvió a comenzar en aras de que sonaran lo mejor que se pudiera. Durante Qué tentación , por ejemplo, el saxofonista nacional Checko D’Ávila apareció en la recta final de la pieza, pero tuvo problemas de volumen, y Braulio solicitó que empezaran de nuevo para poder escuchar bien el talento de Checko.
El repertorio incluyó la mayoría de canciones conocidas de su carrera, entre ellas El vicio de tu boca , La más bella herejía , Amor de sal , Cuando se acaba la magia , Noche de boda y En la cárcel de tu piel . También homenajeó a Mercedes Sosa con Luna tucumana .
Relató historias de amores esporádicos y fortuitos, sin guardar detalles, pero explicando siempre sus intenciones y su visión de mundo por medio de la música.
Durante la primera mitad del concierto, habló sobre el papel de los cantautores y su experiencia con muchos músicos que le hacen covers en otros géneros.
“Un cantautor es un tonto que se la pasa escribiendo canciones mientras otros están en casa esperando a que lleguen las canciones que van a cantar”, dijo, y luego bromeó con que en su próximo disco hará lo inverso: tomará canciones de otros géneros tropicales y les hará arreglos de la música romántica que lo caracteriza.
Para ejemplificar, interpretó una sentida versión de El africano , de Wilfrido Vargas (la de Mami, ¿qué será lo que quiere el negro? ), momento que se convirtió en uno de los más graciosos y memorables de la velada.
Luego de la canción, hizo un monólogo fenomenal en el que se cuestionó lo absurdo de la letra de Vargas.
El concierto terminó pasadas las 10 p. m. con En bancarrota , la cual tuvo que pausar para que alguien en el público le recordara la letra, pues se le había esfumado.
Humano, real y cercano, con su actuación Braulio recordó que lo que importa es la música y el sentimiento, no las fachadas que construyen a sus alrededores.
Apertura. Antes de que saliera Braulio al escenario, a las 8:05 p. m., la costarricense Vanessa González –acompañada por Marco Castro en guitarra– dejó buena impresión como telonera.
Su show fue un híbrido entre concierto y monólogo teatral, e hizo puentes entre canciones al tiempo que describía la razón –un “cobarde”– por la que escribió los cuatro temas de despecho que cantó: Sueños , Olvidarme de ti , No iré corriendo y No miro atrás .
La artista recién lanzó el video de su sencillo No miro atrás , tema que produjo Castro y que ya suena en varias radios locales .