Detrás de Bruce Springsteen, el ícono roquero, el llamado Jefe, se esconde una figura solitaria y recluida, que crea canciones íntimas que se cantan como himnos. Y detrás de esa, está Bruce Springsteen, aquel muchacho que creció en Nueva Jersey.
Todos los seres humanos tenemos capas, entramados complejos, pero aquellos con el talento de ver a su realidad y retratarse en canciones o páginas son los privilegiados a quienes llamamos artistas.
Springsteen es, sin duda, uno de ellos. Además de ser parte del Salón de la Fama del Rock and Roll, es parte del de cantautores de Estados Unidos.
Este año, Springsteen cumple 50 años de haber escrito su primera canción y lo celebrará publicando este 23 de setiembre una compilación titulada Chapter & Verse, con 13 de sus mejores canciones y cinco inéditas.
Al mismo tiempo, publicará una autobiografía, su visión particular de los 67 años que ha vivido y los 50 durante los que ha rondado el mundo cantando sus canciones.
La autobiografía se titulará Born to Run (“nacido para correr”, literalmente; “nacido para huir”, en un sentido más metafórico). Este libro tratará de explicar todas esas versiones de sí mismo y el origen de algunas de sus mejores trabajos.
“Una de las cosas que trato de explicar en el libro es que, quien sea que hayas sido, siempre habrá algo de eso en ti”, explicó Springsteen a Vanity Fair.
“Siempre imagino que la vida es como un carro y que todas las versiones de ti mismo están ahí dentro. Una nueva versión de ti mismo puede entrar, pero las viejas nunca podrán salir. Lo más importante es ¿cuál de todas ellas tiene las manos en el volante?”, agregó el cantautor.
Springsteen no es el primer músico que se aventura a escribir su biografía, pero definitivamente es de los que vale la pena leer. Por años sus letras han sido referentes por la forma poética en que ha descrito al ser estadounidense: la persona obrera, la juventud rebelde, el Sueño Americano versus la realidad americana.
El Jefe debutó con Greetings from Asbury Park, N.J. (en enero de 1973) y The Wild, the Innocent & the E Street Shuffle (setiembre de 1973), dos álbumes en los que sonaba seguro y animado, pero en su tercera producción, Born to Run (1975) el mundo lo oyó desesperado y dando lo mejor de sí.
La canción que da el nombre al disco es la narración de dos jóvenes a punto de escapar y según explicó a la revista Rolling Stone , tardó seis meses en componerla.
No es coincidencia que Born to Run sea el título de su autobiografía. A sus 67 años, Springsteen dice que esa es la pieza central de todos sus conciertos, el clímax inevitable de cualquiera de sus shows.
Otros artistas lleguen a despreciar sus canciones más famosas, esas que no dejarán de aparecer en la radio nunca (Robert Plant, de Led Zeppelin, por ejemplo, detesta Stairway to Heaven).
Pero para El Jefe, Born to Run no ha pedido validez. En cada concierto él y cientos de extraños familiares se proponen a sí mismos dejar la ciudad en la que crecieron para tomar riesgos y sentir el verdadero amor.
“Todas las noches, veo a la multitud a cantar. Cantarla palabra por palabra. Es algo que conectó”, expresó Springsteen a Vanity Fair.
Escritor. En medio siglo de carrera, Springsteen ha escrito cerca de 300 canciones. Pero entre todas sus experiencias, una en particular fue la que lo hizo encontrar su voz como escritor de crónicas y anécdotas.
El 1.° de febrero del 2009, él y su banda se dispusieron a tocar en el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl. Se presentaría frente a miles de fanáticos en Tampa, Florida y otros 100 millones lo verían por televisión.
Después de 12 minutos de presentación Springsteen volvió al hotel estimulado, contento, casi eléctrico y escribió un pequeño texto sobre la experiencia que colgó en su sitio web esa misma noche.
Pero la escritura no terminó ahí. Mientras él y su esposa Patti Scialfa disfrutaban unos días extra en Florida, El Jefe aprovechó para escribir un poco más de sus anécdotas y los momentos que lo marcaron a él y a toda una nación. Por ejemplo, la aparición de Elvis en el programa de Ed Sullivan en 1956.
Durante siete años, aprovechando los espacios antes de los conciertos o la energía que le quedaba de estos, Springsteen escribió y escribió y así hizo una autobiografía que suma 500 páginas.
El libro, han narrado las reseñas de algunas revistas, muestra la pasión que tiene Springsteen para mostrar imágenes y con ellas transmitir ideas.
Su narrativa es una extensión de su trabajo y a la vez, un complemento de los íntimos temas que ha tocado en sus letras como las depresiones que sufre desde los 60 años, las dificultades de crecer entre dos familias conservadoras y de clase trabajadora.
Así, el lector se hace una idea de por qué Born to Run es el título de su libro y quizá su canción más autobiográfica.
Quizá tocar guitarra no sonaba como tanto trabajo a la par de las profesiones de sus familiares, pero fue esa ética de trabajo duro que vio en ellos la que lo inspiró a trabajar fuerte y nunca quedarse en un solo lugar para cumplir sus sueños.
A correr. Aún con medio siglo de trabajo a sus espaldas, Springsteen está viviendo en este momento sus días más intensos. Decidió combatir sus fuertes depresiones con medicamentos, pero para él, dar un concierto junto a sus amigos siempre será la mejor forma de terapia.
Quizá ese es el motivo por el que últimamente sus show se han extendido hasta cuatro horas e interpreta cada noche al menos unas 30 canciones.
“Nunca hemos dicho en voz alta algo relacionado a ‘¿cuándo se termina esto?’”, dijo el manager Jon Landau a Vanity Fair .
Él mismo sabe que su destino es “finito” –así lo dijo a Vanity Fair –. Pero mientras tenga aliento, recorrerá el mundo invitándonos a huir junto a él. En esta ocasión, el recorrido se siente como una vuelta de la victoria.