No más escucharon los primeros sonidos de El baile y el salón , y los miles de asistentes al concierto de despedida de las Fiestas de Palmares estaban cantando, todos juntos, esas notas que dicen “Paparu papa eueo, paparu papa eueo”.
Café Tacvba había encontrado el camino al escenario, y con brillantes trajes plateados sus cuatro integrantes oficiales y un baterista invitado saludaron a un público insolado, estrujado y atento al instante musical que estaba por arrancar.
De todos los lugares, aquí fue donde “Cafeta” vino a parar una tarde de domingo, en pleno verano. Para quienes los encontraran en el tiempo y el espacio había un obsequio de temporada: el concierto era gratis y al aire libre.
De entre un puñado de artistas que visitaron Palmares este año con música festiva y bailable –Sean Paul, Gente de Zona y Cali y el Dandee, entre otros–, la banda mexicana de rock alternativo podía ser la propuesta más arriesgada de los festejos.
Sin embargo, desde todas las provincias del país 14.000 personas atendieron al llamado, según datos de la organizadora Cervecería de Costa Rica. A las 3 p. m., cuando Café Tacvba salió al escenario, el área de conciertos era un collage de almas de esquina a esquina.
Para esos miles de invitados, el grupo presentó un repertorio de 90 minutos que no se concentró solo en los grandes éxitos que ha confeccionado en casi tres décadas de carrera. Fue una fiesta en sus términos, con sus reglas. Y funcionó.
La previa. Todo comenzó corrido el mediodía, cuando las cervezas ya iban y venían, y entre tan nula sombra los primeros asistentes buscaban la forma de no sentir el sol penetrando sus poros.
La banda costarricense de pop Entrelíneas estrenó las tablas con una mezcla de temas originales, como Nadie sabe bailar y Se siente bien , y canciones prestadas, como Sorry (de Justin Bieber) y Mr. Brightside (de The Killers).
“Esto es mejor que como me lo soñé”, dijo el cantante Mauricio Madriz durante la presentación, que logró conectar con una porción de público. Para cuando Gandhi tomó su lugar, a la 1:30 p. m., la mayoría de la audiencia estaba dispuesta a disfrutar lo que pasara en tarima.
El grupo local de rock dio un sólido espectáculo con canciones de Asimétrico (su álbum más reciente) como Perfecto , además de piezas ya bien recordadas como Quisieras , Seca roja reja , Mátame y Ondularte .
Un popurrí del rock en español que todos conocen acompañó la espera para el acto principal. Entre canciones de Maná, Bersuit Vergarabat y Enanitos Verdes, los asistentes buscaban más cerveza, la cual no significaba el único negocio en estas actividades; sus residuos también, pues ir a un baño de plástico costaba ¢ 600.
Sin reglas. Desde el puro que se fumó el cantante Rubén Albarrán al frente de todos hasta la decisión grupal de no complacer a la multitud con La ingrata , Café Tacvba puso en manifiesto su autonomía desde los primeros minutos.
“Es un verdadero placer regresar a Costa Rica, donde siempre son tan gozosos y amorosos, disfrutando de la vida”, dijo Rubén después de El baile y el salón . “Deseamos que se la pasen de poca madre esta tarde y todos los días. La verdad es que los extrañábamos”.
Siguió Cómo te extraño mi amor , el himno melancólico de Leo Dan al que Cafeta rindió homenaje a mediados de los 90, y casi que de inmediato tocaron Las flores , otro éxito “tacvbo” que nadie se pudo permitir no bailar.
Ya Rubén había bromeado con que olía a marihuana, y mientras hablaba de la importancia de cuidar al planeta aceptó un puro de alguien en el público y lo disfrutó. Era momento de la Olita de Altamar , la primera canción no tan conocida en el repertorio.
Después de casi ocho minutos de instrospección en Volver a comenzar , los mexicanos tocaron Déjate caer , un cover de Los Tres que aparte de seguir presente en el inconsciente colectivo incluye una coreografía en la que los cuatro –Rubén, Meme del Real, y Joselo y Quique Rangel– sincronizan sus cuerpos con el puente instrumental de la canción.
Hablando de baile, fue Meme -–casi siempre en los teclados– el que nunca dejó de mover el cuerpo en Palmares, como si las elipses invisibles que dibujaba con sus extremidades fueran la guía espiritual de la soleada tarde.
Chilanga banda , El fin de la infancia , La chica banda y El puñal y el corazón remitieron al Cafeta noventero que muchos asistentes añoran. En medio de eso, una nueva: Un par de lugares , sencillo lanzado en setiembre pasado, parte del próximo álbum de la banda.
Un poco más. Había pasado menos de una hora de concierto y ya Rubén amenazaba con que el final estaba cerca. “¿Van a querer más? Entonces vamos a tener que negociar”, dijo. Tras cinco minutos fuera de las tablas, se hizo la luz.
A las puertas de un nuevo disco, Café Tacvba tiene a sus seguidores bailando al son de Futuro , sencillo que se estrenó el primer día del 2017 y que supone una suerte de cumbia lenta cantada por Quique y un montón de efectos de voz.
Era la segunda vez que tocaban Futuro en vivo y la primera había sido un poco desastrosa por problemas técnicos. Ayer, en cambio, resonó nítida, para tranquilidad de Quique y de los fans.
Rubén se escondió y Meme del Real se apoderó del micrófono para cantar Eres y Aprovéchate , canciones que no existen sin su voz. El protagonismo no lo privó de continuar con su secuencia de bailes espirituales que se sentían como un instrumento más.
Cuando Rubén estaba de vuelta en el centro de la tarima, se avecinaba el final, ahora sí. Café Tacvba cerró la tarde con la romántica Quiero ver y, pese a los gritos múltiples que les pedían La ingrata , no le hicieron caso a nadie.
Era tanta la insistencia por La ingrata que, pocos minutos después de finalizado el concierto, el DJ de planta la puso a sonar. Daba igual: es Palmares, todos la van a cantar, sonase en directo o no.