Quince minutos después de haberse bajado del escenario del Palacio de los Deportes, en la cabeza de Andrés Calamaro seguía dando vueltas la imagen de un gentío que le conocía al pie de sus letras.
¿Quién lo iba a imaginar? Él que hasta telonero de Bob Dylan fue, estaba conmovido por el afecto y por lo bien que en Costa Rica hombres y mujeres habían hecho su tarea.
Cualquiera diría que eso es fácil decirlo de los dientes para afuera, pero en su camerino, Andrés Calamaro, confesaba que jamás había imaginado tal reacción.
En entrevista con Viva recién terminado el concierto, El Salmón prometió hablar hasta con el destino si fuera necesario, con tal de regresar a un lugar que lo conquistó.
Su reacción en el escenario ante el público costarricense fue claro: parece que le emocionó. Por más obvio que parezca: ¿Fue así?
Fue más que eso. Fue una revelación, una epifanía venir a descubrir de esta forma al público de Costa Rica, al público de Centroamérica, al público del pura vida.
“Me recibieron con tanta fe, con tanta alegría, se sabían todas las canciones”.
Entonces, quiere decir que está dispuesto a abrir más sus horizontes, a tocar más en estos rumbos.
Sí. Jamás nos imaginamos que el público de aquí nos recibiría de esta forma. Ahora queremos ir también a tocar a Cuba y a otros países. Me parece que Costa Rica es como un loft , es distinto a otros. En algunos lados voy como en silla de ruedas y acá vinimos con toda la humildad y, de repente, me siento como un tipo que sabe cazar y usar cuchillos.
O sea, aquí se sintió como si fuera un superhéroe.
Sí, sí. Fue increíble. No teníamos un pronóstico de cómo sería (la reacción de la gente), porque el pronóstico nunca es la gloria. ¡Qué público tan lindo, tan fantástico!
El público de esta noche fue muy intenso y con buena memoria. Se sabían todo el repertorio; canciones del Honestidad brutal , del Alta suciedad , de El Salmón , del On the Rock .... los covers , todo.
Es cierto y eso fue increíble. Voy a hablar con el destino para que nos traiga de vueltas muchas veces más a Costa Rica, que es un lugar donde me daría gusto perderme. No vi paisajes aquí, no vi playas, pero siento que me llevo lo mejor, que fue esta reacción de la gente. Fue un hermoso cierre de la gira.
Usted parafraseó durante el concierto la ranchera Volver volver antes de hacer Te solté la rienda . Concluyo entonces, por lo que dijo en el escenario y por lo que me dice ahora, que es su firme convicción, su promesa para Costa Rica.
Claro. Yo quiero volver volver volver a los brazos de esta tierra pura vida. Ese va a ser uno de nuestros diez mandamientos. Los otros nueve no sé cuales son.
Esto no tiene nada que ver con el concierto pero me interesa: ¿De dónde saca tanta materia prima para ser prolífico, para componer tanto y tan abundantemente?
No soy prolífico, soy desprolífico (bromea). Tuve una época en que hice muchísimas canciones; fueron tantas que me quedó la fama de que tengo así como superpoderes para la música. Pero ahora mismo estoy más concentrado en hacer conciertos buenos, porque para hacer tantas canciones y grabaciones sacrifiqué muchas cosas, entre ellas hacer giras. Esta bien dedicarle años a la libertad y la creación, pero no todo en la vida es un happening .