Si este concierto tuviera que describirse con emojis, las figuras utilizadas serían las de las llamitas… Carlos Vives fue fuego puro en Parque Viva.
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Un video con imágenes del Carlos Vives de hace 30 años dio apertura al show en el que el colombiano se reunió con sus amigos ticos. Su calidez reafirma que él no tiene fans: es un hombre de amigos. La candente noche del sábado 12 de agosto, el rey de vallenato coronó a su público que acudió a su llamado en el Centro Printea, de Parque Viva, para el espectáculo organizado por la productora Jogo (que vale decir le tiene una fe enorme al artista, pues lleva años de apostarle por las convocatorias masivas).
Vives empezó con todo a las 9:45 p.m.: su tema Pa Mayté puso al canto y al baile a competir. Los asistentes coreaban a gritos las letras, mientras que sus cuerpos se movían al son de la sabrosura. Solo hubo un instante de quietud y fue cuando, en lugar de danzar, el público decidió admirar a Carlos Vives tocar la armónica.
Para su segunda pieza, Vives no había saludado con palabras, solo con sus generosas sonrisas. Los pasos enérgicos de los fans se suavizaron para dejarse llevar por la melodía de Déjame entrar en tu mirada. Entre el público se ondeaban orgullosas las banderas colombianas que trajeron sus coterráneos.
Carlos Vives no es un artista solo de amigos, también lo es de la alegría y la intensidad. Así lo comprobó el público que venía de disfrutar la energía y benevolencia del argentino Diego Torres, quien se presentó minutos antes. El tema Ella es mi fiesta confirmó que esta era una noche de emociones que iban en aumento.
La bicicleta fue la cuarta canción que cantó Vives y la emoción del público se disparó (con el colombiano siempre se puede llegar a más). La pieza que lanzó a dúo con su paisana Shakira, quien apareció bailando en las pantallas que acompañan el escenario, recordó que de repente a la letra se le podría hacer una pequeña variación porque posiblemente a la barranquillera ya no le guste Barcelona, la ciudad natal de su expareja Gerard Piqué, como dice el tema.
Llamaradas se asomaron en el escenario cuando Vives cantó Fruta fresca. Las llamas largas se tornaron en el simbolismo de cómo el colombiano prendió la fiesta.
Esta noche, Vives celebró los 30 años de su álbum Clásicos de la provincia. El festejo tuvo un invitado especial: Diego Torres. Los amigos interpretaron su canción Un poquito e inspiraron en el público una ola de manos danzantes.
En esta noche de celebración, Vives se calló por unos minutos para pasar un video en el que Alejandro Sanz, Shakira, Juanes y Fonseca le dedicaron palabras por las tres décadas de carrera que festejaba. Y lo que es bueno se celebra con buena música. Así lo hizo Carlos al son de su clásico La gota fría.
Fiesta
La noche continuó entre bailes pegados, bailes solitarios y camaradería de conocidos y extraños. La fiesta y alegría contagió a todos los presentes que se dejaban llevar por la música. El tema Volví a nacer hizo que los que llegaron en pareja se dedicaran con pasión las letras. Las emociones iban de la euforia a la serenidad.
Carlos Vives es un cóctel de dopamina a la vena. Con cada letra asegura la felicidad del momento. En un concierto del colombiano no hay chance para la preocupación.
Cerca del final, la música se detuvo para que cada músico brillara por sí solo junto con su instrumento: Vives reconoció, uno por uno, el talento de su banda. Su voz es poderosa, pero gracias a su equipo logra sonar magistral.
La presentación de sus compañeros terminó y el artista volvió a cantar y a dar saltos como si su show acabara de empezar. El sudor se deslizaba lentamente por su rostro y los rizos de su cabello empapados eran la prueba de su entrega en el escenario.
Si quedara un ápice de duda sobre su compromiso escénico, Carlos Vives interpretó el pegajoso tema Carito en el que no dejó de cantar ni siquiera cuando lo hacían sus coristas. Por supuesto, también se puso a bailar al son del acordeón. El rey del vallenato se entrega a la fiesta y sus amigos y súbditos lo siguen y ovacionan.
Cuando estaba cerca de cumplir dos horas de espectáculo, Vives cantó el tema Robarte un beso que sacó junto al también colombiano Sebastián Yatra. El cantante agradeció a su público mostrando una bandera que era la mitad Colombia y mitad Costa Rica. Además, sacó su celular de la bolsa para grabar a su audiencia mientras disfrutaban de su música.
Todo lo bueno termina y Carlos se despidió con una lluvia de papelitos de colores. Cerca del final, el cantante subió al escenario a un niño y se fotografiaron.
En esta noche todos ganaron. Entre bailes, cantos y mucha felicidad, el originario de Santa Marta le puso un sabor distinto a una noche que empezó con color esperanza.