Christian Nodal, de 23 años, es un amante de las joyas, sobre todo de las que brillan. Le ha costado trabajo y esfuerzo adquirirlas, pero aún así, no lo piensa mucho para desprenderse de ellas. La tarde del 21 de mayo, el cantante conversó con varios medios de comunicación previo al primero de sus dos conciertos en Costa Rica.
Christian Nodal se presentó en la sala exultante, super simpático y logró que todo el entorno se convirtiera en un espacio cálido gracias a su manera tan natural y amable de comunicarse. De antemano, se solicitó que no se le realizarán preguntas personales (desde hace algunos meses ha sido noticia tras la ruptura de su compromiso con Belinda y dimes y diretes derivados de ello); aunque ese tema no hizo falta porque permitió que el cantautor mexicano pudiera contestar interrogantes relacionadas con su persona, y claro, la carrera.
Nodal apareció luciendo un look sencillo que buscó resaltar con sus diferentes accesorios de brillantes (o diamantes). Retomamos este tema de sus joyas porque antes de este encuentro, en nacion.com contamos la historia de cómo hace tres años Christian Nodal le obsequió una de sus pulseras a Ronald Aymerich, un joven de 20 años que acudió a su concierto en el 2019.
Nodal, de 23 años, recordó aquel momento, y vio con cariño la imagen del muchacho con quien tuvo aquella atención.
“Hay cosas que he hecho que nunca me han pesado. Me gustan las esclavas de brillantes y me ha costado mucho trabajo obtenerlas, siempre estuvieron como en mis sueños porque claro, soy joven, y a como me encanta la música regional, también me gusta mucho (el estilo) lo urbano. Soy una mezcla de juventud y lo que nos define a nosotros como regionales mexicanos. Cuando conocí a esta persona me quité la esclava y se la di, esa vez me dije: ‘si la vende puede sacar un buen dinero de eso’”, comentó.
LEA MÁS: Nodal tiene un querido amigo en Costa Rica; él es Ronald y atesora un lujoso recuerdo
Nodal continuó hablando de aquella experiencia y mencionó que vive agradecido con el cariño de sus fans. Además, resaltó su intención de mantenerse con los pies aterrizados aún cuando todos los días crece su fama siendo tan joven.
“Cuando hablamos de la fama y el éxito, ustedes ven números y a mí me toca ver el cariño de la gente más allá. Eso me gusta mantenerlo así. Mi éxito es levantarme siendo feliz conmigo mismo, que me guste lo que veo. Ver bien a mi gente, a mi familia y a mis amigos bien: ese es mi éxito.
“Que mi pasión me lleve a llenar estadios como el del día de hoy es el plus, la bendición que me dio Diosito. (Volviendo al tema del regalo de la pulsera) no me molesta desprenderme de algo material, en ese momento estaba un poquito borracho (ríe), pero pensé que podía ayudar a alguien, me quité la esclava y se la di. Pensé: ‘se la merece, es un gran fan’”, comentó.
Planes en Costa Rica
Nodal, quien presentará dos recitales en el marco de su gira Forajido Tour (el segundo es este domingo 22 de mayo y aún hay boletos disponibles) también contó que en algún momento le gustaría tener su lugar aquí en Costa Rica y que tras sus presentaciones se quedará vacacionando al menos tres días. Él lo hará en una zona montañosa.
El artista contó con gran emoción que estas dos presentaciones representan los shows más grandes que ha dado y por eso siente un aprecio especial por Costa Rica.
El cantante contó además que ha estado explorando nuevos géneros y que es posible que pronto haya novedades.
A la conferencia acudieron algunas de sus fanáticas: ellas le entregaron obsequios alusivos al país y él los vio con detenimiento. Al finalizar el encuentro, saludo a las fans y se tomó fotos con ellas. Incluso, envió videos con saludos cuando se lo solicitaron. Así fue como Nodal nos mostró un rostro más cercano y personal.
Previa con ilusión
Previo al concierto de Christian Nodal, los alrededores del Estadio Nacional, en La Sabana, estuvieron adornados por caras ilusionadas, sonrisas y muchos sombreros. Los looks alusivos al género regional mexicano reinaron en la espera que tuvo la ventaja de ser seca: aún en tiempos lluviosos, las gotas no aparecieron.
Melissa Solera, de 34 años, estaba en las afueras del Estadio Nacional desde las 9 a. m., ella compró un boleto para gramilla y llegó tan temprano con la esperanza de obtener un buen lugar para ver a su cantante favorito.
La ama de casa y pastelera es parte del club de fans de Christian Nodal y junto a ella llegaron cerca de 40 fanáticos más, según contó.
Ella aguardó con entusiasmó y se tomó fotos luciendo su atuendo en el que, por supuesto, sobresalía un sombrero. A su lado, otras miembros del club de fans preparaban los regalos que horas más tarde le entregarían al artista. Pocas fueron las privilegiadas.
El ambiente que precedió el esperado recital estuvo cargado de entusiasmo y también de ventas. Capas (por la posible lluvia, aunque a las 7 p. m., en La Sabana no caía ni una sola gota), camisas por 7.000 y sombreros en 5.000. Eso en la zona oeste.
En el lado este, bien instalada con todo y toldo, estaba Sonia Madriz, de 72 años, quien suma tres décadas vendiendo carnitas asadas en eventos masivos. Esta vez esperaba vender unas 150. Su hijo Giovanni las cocinaba mientras ella cobraba. En su espacio listo para protegerse del sol o la lluvia, le abrieron espacio a una vendedora de bebidas que llegó acompañada de su hijo pequeño. Allí estaba la criatura mientras su mamá ofrecía sus productos cerca del lugar.
Y así, con una tarde fresca y coloreada por muchas emociones, miles de personas se prepararon para ver nuevamente a Nodal en Costa Rica.