Redacción
Apostar por quién ganará el Nobel de literatura siempre es riesgoso. Por sexto año consecutivo, Haruki Murakami fue considerado favorito en la mayoría de casas de apuestas. Mientras tanto, el cantautor estadounidense Bob Dylan apenas era nombrado como candidato fuera de Estados Unidos. Este jueves, ganó el Nobel.
Murakami, asiduo oyente del músico estadounidense, escribió una vez que "escuchar a Bob Dylan es como imaginar a un niño parado frente a una ventana, viendo la lluvia caer". Mientras Murakami tendrá que esperar otro año más por su Nobel, Dylan tendrá un reconocimiento más en su repisa -cuenta con tres Grammy, un Óscar, un Premio Príncipe de Asturias y un Pulitzer- así que este es el mejor momento para adentrarse en su obra.
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La discografía de Dylan comenzó con acordes folk y tonadas country. Poco a poco, abordó el rock y el blues de una manera poco ortodoxa para la época, hasta atravesar una etapa de música religiosa. Incluso, algunos discos son catalogados como "incomprensibles" por su construcción surrealista.
Sus canciones más conocidas son Blowin' In The Wind y Like A Rolling Stone, y ambas fueron colocadas entre las mejores canciones de toda la historia (el puesto 14 y primero, respectivamente), según la prestigiosa revista Rolling Stone.
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Además, cinco de sus 37 álbumes fueron posicionados entre los 100 mejores discos de la historia, según esa misma revista. ¿Cuáles son sus mejores discos y por qué es necesario escuchar al "Charles Chaplin del rock and roll? Aquí un repaso.
#5 The Freewheelin' Bob Dylan
"Pasé tres semanas en París y no paré de escuchar este disco" dijo John Lennon, vocalista de The Beatles, en una entrevista. Apenas era el segundo disco de Dylan y de inmediato se convirtió en su primer clásico. Situado en la posición 97 de la lista de los mejores discos de todos los tiempos, irrumpió con las estructuras tradiciones del folk.
Este álbum es encabezado por Blowin' In The Wind, una canción de protesta sobre la guerra y la lucha por la libertad. También aparecen canciones como Masters Of War, pieza que clamaba por una visión antimilitarista del mundo.
El mensaje de Dylan comenzó a reproducirse en mayor escala tras los incidentes que aquejaron a Estados en 1963, año de lanzamiento del álbum. Tres meses después de la liberación del disco, ocurrió la marcha por los derechos civiles en Washington, donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso Yo tengo un sueño. En noviembre, el presidente John F. Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas. "El álbum tuvo la influencia de las ideas que le afectaban a Dylan en ese momento: una conciencia política y sus primeros viajes por el país", señala el crítico Alan Light.
#4 Bringing it all back home
Según el analista Will Hermes, con este disco "Dylan se convirtió en eléctrico, inventó el folk rock y redefinió lo que puede ser dicho en una canción". El álbum muestra la conversión del Bob Dylan trovador a todo un rock and roller. Un poco más alejado del tono de protesta que lo caracterizó en el álbum The Freewheelin' Bob Dylan, el compositor mostró un lado más personal. "Lo que yo hice fue tomar simples cambios de folk con nuevas imágenes. Usé frases con gancho combinadas con metáforas que envolvían a la gente en algo que nunca habían escuchado antes", confiesa Dylan en su libro Chronicles.
Aún así, piezas como Subterranean Homesick Blues -su primer hit en el top 40 de Estados Unidos - aludían a los movimientos contraculturas que surgían en 1960, la confusión generada por la Guerra en Vietnam y la propagación de las drogas recreativas en Estados Unidos. Estos acontecimientos hicieron que el disco fuera comparado como el "equivalente cultural de una bomba nuclear". Fue enlistada con la posición 30 en los mejores álbumes de todos los tiempos, según Rolling Stone.
#3 Blood on the tracks
En 1966, la gente se preguntaba qué sucedió con Bob Dylan. El 29 de julio, sufrió un accidente mientras conducía su motocicleta. "Vi pasar ante mi toda mi vida", confesó el cantautor a sus 25 años. Alejado de las tarimas y de sus fans —ya Dylan era considerado como la gran voz de protesta de la década— el cantautor se sumió en sus propios pensamientos durante un año. Muchos medios de comunicación hablaban de un Dylan desfigurado por el accidente, e incluso muerto. Pero, a pesar de contusiones y vértebras quebradas, Dylan seguía escribiendo en el anonimato.
Muchas de esas letras vieron luz en Blood on the tracks, álbum de 1975 que presentaba a un Dylan herido, nostálgico y con el corazón desarmado. "Es un milagro que puedas alimentarte por ti misma", le grita a su ex novia en la canción You're a Big Girl Now, pero en la siguiente pieza del disco (Idiot Wind) le dice "puedo cambiar, te lo juro". Fue colocada en la lista de mejores álbumes en la casilla número 16.
#2 Blonde on blonde
Sara Danius, la secretaria de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, dijo que "si quieren empezar a escuchar o a leer a Bob Dylan, tienen que empezar con Blonde on Blonde", justo después de anunciar al compositor estadounidense como el nuevo premio Nobel de Literatura.
Blonde on Blonde, lanzado en 1966 y posicionado noveno en la lista de mejores álbumes de todos los tiempos, es considerado el primer gran disco doble de rock, con la consolidación de las ideas que Dylan expuso en Bringing it all back home.
"...(La canción Blonde on Blonde) era todo lo que tenía para escuchar. Estaba perdido, y permanecí felizmente perdido en el mundo lírico de Dylan", dice David Remnick, editor de The New Yorker. "La música que incorporó dio un sentido de libertad y posibilidades, y eso es parte de las razones por las cuales se le otorga el Nobel", agrega.
#1 Highway 61 revisited
Este álbum cuenta con una de las piezas más universales de la historia: Like a Rolling Stone. El cantante Bruce Springteen la catalogó como "el sonido que produce alguien cuando abre la puerta de tu mente". El cantante de folk, Phil Ochs, se preguntó "¿cómo la mente humana puede hacer algo así", después de escuchar el disco.
En este álbum, Dylan se caracteriza por acompañarse por primera vez con una banda. La crítica destacó que el cantautor combinó sutilmente el blues con una poesía crítica de la situación estadounidense, como el caso de la crisis de los misiles de Cuba.
El disco culmina con Desolation Row, un acústico viaje surrealista que, durante once minutos, cambia la historia de la música folk.
Highway 61 revisited fue incluido como el cuarto mejor álbum de la historia, y Like a Rolling Stone fue etiquetada como la mejor canción de todos los tiempos, según Rolling Stone.