La cancha del Estadio Ricardo Saprissa, en Tibás, ha sido escenario de todo tipo de espectáculos: reñidas finales futbolísticas, exhibiciones de autos modificados, competencias de freestyle de motos y, por supuesto, conciertos inolvidables.
Sí. Por este lugar ha desfilado todo tipo de artistas, desde los más roqueros hasta los más salseros, pero esa es su virtud: allí todos son bienvenidos, siempre y cuando se sepa cumplir con el único requisito de invitación: cumplir de principio con las exigencias de los asistentes.
Sin embargo, lo que parecía sería una noche ideal para los románticos, terminó por convertirse en una verdadera desilusión, ya que alrededor de las 10:20 p.m., Montaner miraba ansioso su reloj, al mismo tiempo que le hacía señas a su equipo de producción.
"Me acaban de decir que solo nos quedan diez minutos, pero yo apenas voy por la mitad del concierto. Les digo que yo cantaré hasta que me apaguen las luces, así que con eso ustedes sabrán que es el final", expresó el cantante visiblemente molesto.
Una canción después, justo cuando interpretaba Me va a extrañar, se encendieron las luces del estadio y, con ello, la incomodidad del venezolano, que no terminó el tema, sino que simplemente se limitó a decir: "Este es el final". Su grupo de coristas se dedicó a cerrar musicalmente el espectáculo.
Sin embargo, el artista ya había salido del lugar, pero no desaprovechó la oportunidad para expresar en su cuenta de Twitter la molestia que sintió por lo ocurrido. Además, retuiteó algunos de los mensajes de sus seguidores.
Hermoso público d #CostaRica no se q decirles,ustedes ni yo,nos merecemos lo q nos hicieron.algún día volveré a cantarles como merecen.— Ricardo Montaner (@montanertwiter) agosto 16, 2015
Romántico. ¿Para qué negarlo? La noche pintaba, para algunos, como una más. Sin embargo, no resultó ser así, para bien del público del lugar. El Saprissa se convirtió este sábado en la guarida en la que el amor y también el desamor danzaron a sus anchas al ritmo que les tocaron, de balada, bachata e incluso conga.No podía ser diferente cuando el anfitrión de la noche es un experto en guiar a sus seguidores por los caminos del romanticismo, de la nostalgia y, por momentos, de la reflexión.
Ricardo Montaner es un especialista en esto del arte del amor. Después de casi 40 años de carrera, no teme disfrutar de este don de principio a fin.
Se vislumbraba que, a lo largo de la casi hora y media que duraría el show , el cantante se convertiría en la voz de las más de 16.000 de almas que buscaban consuelo o, simplemente, desahogarse, en una fría y despejada noche del mes de agosto; no cualquiera, sino una que busca honrar el amor más puro: el de madre.
Vestido de traje entero de color negro y camisa blanca, el cantante salió al escenario a las 9:20 p. m. El tema Lo mejor está por venir , incluido en su más reciente producción discográfica, fue escogido como ese primer contacto con sus fans costarricenses.A juzgar por esa primera impresión, Montaner sigue manteniendo su estilo sobre el escenario. Siguió con su tradición de utilizar tenis –de tono negro– y no dejar de lado la comodidad.
De un momento a otro, el recinto pareció ser “invadido” por las pantallas de los celulares, que simulaban luciérnagas, titilando entre estrofas de las canciones.
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El poder de tu amor fue el segundo tema de la noche. A sus 57 años, Montaner demostró que, aunque los años no pasan en vano, su voz se mantiene prácticamente intacta. Como suele suceder en la etapa de conquista amorosa, el artista supo equilibrar su presentación. Desde los primeros minutos, hizo un recorrido por esos éxitos distintos entre sí que lo han marcado, tanto en lo profesional como en lo personal.
Estoy triste y me voy triste ... Lo lamento,me obligaron a salirme faltando 1 hora d show.. #AgradecidoTour2015PorlaMitad #Triste #CostaRica— Ricardo Montaner (@montanertwiter) agosto 16, 2015
“Buenas noches. Esta es una alegría enorme, porque este es un momento que esperaba hace cuatro años. Desde que pisé este país, no esperaba la hora de que llegara este momento. Vinimos con el corazón abierto, solo para dar”, dijo el venezolano.Fue así como el público lo acompañó coreando canciones como ¿A dónde va el amor? y Será , que a juzgar por las caricias que se profesaban algunos, dieron pie al inicio de historias de amor anónimas, pero inolvidables.
Sentado sobre un banco, el venezolano se dispuso a entonar Llanto agradecido . Este fue uno de los instantes más íntimos de la noche, pues el artista se hizo acompañar de la proyección de un video en la que aparecían los miembros de su familia.
El clímax se hizo presente con Solo con un beso. Montaner no dejaba salir de su cuerpo la emoción, ya que no paraba de caminar de un lado a otro en el escenario. Su objetivo era claro: hacer que el público fuera el verdadero intérprete de sus canciones. Al final de cuentas, esta era su noche.
Tras cuatro años de ausencia, Montaner regresó como el hijo pródigo. Él no puede ocultar que en Costa Rica se siente como en casa, su casa. A juzgar por su entrega en el escenario, el país guarda un lugar muy importante en su corazón.
Reencuentro. La visita del venezolano forma parte de su más reciente gira, que lleva por nombre Agradecido , en la que hace un repaso por sus más importantes éxitos.
Montaner no se vale de una imponente escenografía para sorprender –el reto de todo artista siempre es reinventarse–, sino que sabe echar mano a esa cercanía que ha cultivado a lo largo de su carrera con el público, iluminado por un espectacular juego de luces.“Siempre que él viene al país voy a sus conciertos. Es un artista que mantiene su carisma, su personalidad y esa entrega. Cada concierto es diferente, por lo que se nota que trabaja por mostrarnos un show distinto en cada gira”, expresó Laura Ramírez.
Esta fanática, de 55 años y que asegura tener todos los discos del artista, es el fiel reflejo de la química que crea el artista con quienes lo siguen. Ella no es la única que forma parte de ese clan del “justiciero del amor”, como lo considera Karla Arroyo, una joven de 36 años que no ocultaba su emoción de ver, por primera vez, a Montaner en vivo.
“Para mí, esta noche será inolvidable. Desde que era una niña me gustaban sus canciones, porque aunque se trataran de amor o desamor, sentía que, al final, la esperanza de que todo saldría bien nunca desaparecía”, argumentó.
El venezolano tiene esa capacidad de tocar corazones y unirlos unos entre otros, todo por medio de su música y la intensidad de las letras de sus canciones.
“Éramos solo conocidos, pero en una noche de reencuentro del colegio nos volvimos a reencontrar. De un momento a otro, me sentí flechado por ella. Recuerdo perfectamente ese momento, pues estaba sonando la canción Bésame , la cual creo que es una de las más románticas de Montaner”, contó Luis Álvarez, quien llegó con su novia, María Castro.
Ni siquiera me dieron chance a despedirme... Amo #CostaRica volveré ...me voy c muy mal sabor d boca... Los quiero!— Ricardo Montaner (@montanertwiter) agosto 16, 2015
Eso fue precisamente lo que se respiró anoche en el ambiente: un amor cargado de diversidad en su esencia. A final de cuentas, es imposible hacer una radiografía exacta de ese sentimiento, que llega y arrebata por completo.Nota del editor: Al cierre de la edición impresa, el concierto seguía en marcha, por lo que la información de la interrupción del concierto la encontrará en esta versión digital. Actualizado a las 11:53 p. m.