Hace 27 años, nació el grupo nacional Claroscuro con ideales feministas: libertad para las mujeres de decidir por sus cuerpos y de tener autonomía, algo que sonaba –y todavía para algunos– revolucionario.
Por entonces, el activismo LGTBIQ tenía pocas expresiones, pero se empezaban a gestar las primeras canciones sobre esta temática en el país.
“Desde ese trabajo de lucha desde el escenario, comprendimos que una canción puede (lograr) más y más rápido que un taller o todo un libro”, dijo Ana Castro, una de las mujeres que escribe y canta en Claroscuro.
“Una canción, bien arreglada y trabajada, y aquello queda como un mensaje de que la mujer y el hombre pueden aceptar e incorporar. Ese es el poder que tiene la música”, agregó.
Claroscuro fue una revelación en los años 90 y la década siguiente por hablar explícitamente del amor entre dos mujeres en canciones como Somos y Podemos compartir. Esos temas las llevaron por Centroamérica, Estados Unidos y, recientemente, hasta el Traspaso de Poderes en el país.
Sin embargo, por mucho tiempo, ellas fueron el único grupo popular en tocar esos temas en canciones. Ahora que existen distintos espacios de expresión para la comunidad LGTBIQ, una nueva generación de músicos está alzando su voz para dar su apoyo o apoyar el empoderamiento.
Banda nacionales como Achará y MalaLeche estrenaron música este fin de semana, temas que podrían ser la banda sonora de las luchas de nuestros tiempos.
Estrenos
La banda nacional 424 le dedicó su canción Respiremos (2016) a las luchas LGTBIQ; generalmente antes de interpretarla en los conciertos, envía un mensaje de conciencia a su público.
Cada vez que Felipe Pérez y su público entonan juntos la frase “reconocer que en la vida no importa la boca de quien beses”, el público aplaude y grita de emoción.
El mismo Pérez, con su proyecto Achará, publicó este viernes 29 de junio la canción Miedito, inspirada por el trap.
“Creo que era el momento de dejar un poco de lado la poesía y de hablar directamente. Miedito viene un poco de la chicha (…); habla de cómo es vivir como un hombre que tiene comportamientos femeninos. Es un ataque hacia los machistas”, explicó Pérez.
La canción es inspirada por el trap y tiene incluso una sección de salsa, lo que le agrega un tono más sardónico.
Para Pérez, la necesidad hacer un abordaje más directo tiene que ver con las anteriores elecciones presidenciales, en las que un sector de la población manifestó su rechazo a las poblaciones LGTBIQ y al otorgamiento de sus derechos.
La misma coyuntura y la necesidad de crear espacios de entretenimiento para los jóvenes motivó a los cuatro miembros del grupo MalaLeche a grabar su primer disco.
Publicado el mismo fin de semana de la Marcha de la Diversidad, el disco corto del cuarteto se apropia del espíritu rebelde del punk para reflejar la incomodidad de habitar un cuerpo que no calza con los estándares sociales.
“La bestia al mando cree / que no me voy a defender / no les gusta lo que sos / se incomodan cuando llegas”, canta Andrés Gómez, acompañado de la poderosa guitarra de Camilo Fernández.
Así como ocurrió con Claroscuro, este grupo desde un inicio decidió tener una línea ideológica muy clara.
“Siento que en espacios alternativos o punk me sentía fuera de lugar y la mejor manera de representarnos era literalmente crear el espacio, fuera una fiesta o un concierto, en donde se hablara de estas ideas”, expresó Gómez.
Anteriormente, él había creado la fiesta Locas Only, espacio para reunir a jóvenes queer que quisieran una fiesta más underground.
“Hacía falta reunir a la gente que no necesariamente se identifica con las fiestas gay que ya hay y hacía falta hablarles.
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”Queremos tocar en concierto, pero tener bailarinas, drag queen y, en realidad, a todo el mundo disfrutando. Es una fiesta abierta, al final de cuentas”, manifestó Gómez.
Su disco corto de ocho temas dura apenas 11 minutos; es música rápida e intensa o, más bien, “sucia y entretenida”, como le llama el vocalista.
¿Qué se cantó antes?
La importancia de grupos como MalaLeche radica en que la mayoría de las canciones sobre temas LGTBIQ hechas en el país no son cantadas por personas que son parte de la comunidad.
“Yo siempre agradezco que me tengan en su agenda”, expresó Gómez. “Pero todos tenemos enfoques diferentes –en mis letras yo inevitablemente me reflejo a mí– y este grupo se trata de visibilizar de esa forma” agregó.
No fue hasta hace poco que el pop y el rock asumieron las temáticas LGTBIQ.
“Mami soy el mismo de siempre, no me cambies por tu sociedad”, cantaba Kurt Dyer, quien describía las penas que vivía un chico que acababa de salir del clóset.
El rapero Pranz, junto a Maul, le pusieron palabras a esa lucha con 1000 Medicinas (2015), en la que un joven trata de entender lo que creía su “enfermedad” y con un videoclip en el que el personaje principal sufre de bullying.
Han sido los videoclips los que le han dado más visibilzación a los temas LGTBI (aunque las canciones no traten necesariamente el tema directamente).
Videos como No te espero de Hijos (2015) y Jony de Macha Kiddo (2018) son protagonizados por personas transexuales, mientras que Quise Fuego (2017), de Javier Arce, y Entre memorias y recuerdos (2017), de Akasha, apostaron por ilustrar sus historias con parejas homosexuales.
Cada uno de esos videos fue compartido con un mensaje de apoyo y un llamado a que quienes los vean aprecien vivir en un mundo más inclusivo.
Luis Fernando, compositor y también vocalista en Los Waldners, ha lanzado canciones como Chicos frágiles (2018) en las que confronta las masculinades.
Recientemente, Luis Fernando también interpretó en el tema Marcos, de los raperos Gab Nezumi y Jahvier, una voz de apoyo a los jóvenes que intentan salir del clóset.
Los años recientes también han traído canciones desde personas LGTBIQ.
La transformista Scarlett Fiore lanzó en el 2017 SCARLETTE, disco con nueve canciones dance.
El maquillista Alexx Badilla lanzó Voy a brillar como un himno para la comunidad gay.
Julián Garita, de Magpie Jay, señala Red Carnation (2016) como la canción de amor que más le gusta entre las que ha escrito para el grupo.
“Trata sobre el carnation (clavel) esperando la lluvia y la forma en que se va el verano como metáfora. Es una reflexión sobre el amor en general”, explicó Garita.
En medio de la campaña electoral, Magpie Jay lanzó el video de Trigger, en el que se cuenta una historia de un joven que debe irse de su casa para poder asumirse como homosexual, pero que finalmente se reencuentra en casa.
Los temas gais, las voces gais y los videos LGTBIQ poco a poco pierden el tabú que los ha rodeado y eso, consideran todos estos creadores, es digno de celebrar con orgullo.
“Yo tengo 59 años”, dijo Ana Castro, de Claroscuro. “Te puedo decir que la transformación ha sido impresionante; se ve y se siente y todas las del grupo lo vivimos con sorpresa. (...) Me alegra decir ‘lo pude ver en vida, hermano’, y faltan aún algunas cosas, pero vamos caminando hacia destinos que nos una como humanidad”, finalizó.