En Finlandia el género doom metal es parte importante de su oferta musical. Como si la pesadez del extenso invierno y la densidad de la neblina inspiraran el arte, este país nórdico ha deparado numerosos exponentes de la versión más melancólica y lenta del metal.
Swallow the Sun, que comenzó su carrera con el inicio del siglo, visitó Costa Rica por primera vez este 28 de febrero. En su concierto, en Club Pepper’s, hizo un repaso por su bien cimentada discografía. Si bien la pesadumbre es una constante en los sentimientos de su música, en su presentación también les hacen espacio a ciertas dinámicas que, esporádicamente, permiten uno que otro solo veloz de guitarra y algunos pasajes de doble bombo violento y mayor intensidad.
El vocalista Mikko Kotamäki se mantuvo sosteniendo el pedestal de su micrófono durante toda la presentación, como pendiendo de él. Su voz, capaz de emitir tonos guturales en diferentes registros, protagonizó canciones con temáticas como la pena y el universo en decadencia. Enemy, una gran pieza del último álbum, fue la que abrió el concierto. La canción oscila entre lo oscuro y el deseo de la redención que es clamado en la parte del coro, con una voz limpia que contrasta con la desesperanza del resto de la parte vocal.
LEA MÁS: Crítica del Festival Picnic: Ozuna, Café Tacvba y ‘Fabulosos’ momentos en Pedregal
Los tonos graves de las piezas muchas veces son acentuados por acordes extensos, con pocas progresiones armónicas y con largos espacios entre las líneas de los versos. Resulta muy bien lograda la desesperanza que emiten canciones sobre el duelo y la zozobra.
Musicalmente, la agrupación ofrece el manejo de estas emociones con maestría. Sus dos guitarristas intercalan los pasajes entre armonías, a veces disonantes, o arpegios reiterativos, mientras que el bajo requiere pocas notas para hacer su aporte. En la batería, por su parte, Juuso Raatikainen sabe marcar los momentos cumbre con bruscos cambios de intención.
Dentro del repertorio aparecieron temas como Cathedral Walls, que incluye la grabación de la voz de la cantante Anette Olzon, recordada en parte por su paso por la banda Nightwish.
También hubo espacio para otras canciones, un poco más monótonas, como Woven into Sorrow u otras mucho más intrépidas y pesadas, como This House Has no Home y Descending Winters.
La presencia de un público reducido en el concierto no significó desazón para la velada. La audiencia respondió enérgicamente. La frase “estamos los que estamos” calza bien cuando se sabe apreciar lo que está en frente, sin tener la expectativa de que haya un número mayor de personas que sepa agradecerlo.
Con muy buena energía, los presentes también celebraron la participación de la banda local Aversion, con un despliegue musical de doom que calzaba a la perfección para el sentimiento de la noche.
El Concierto
Artista: Swallow the Sun
Artista invitado: Aversion
Fecha: 28 de febrero
Lugar: Club Peppers
Organización: LPG Productions