Que Los Ángeles Azules tocaran en Costa Rica seis veces en menos de cinco años o que Christian Nodal hiciera lo propio con cuatro conciertos en un año y medio solo confirma una cosa: a los ticos les gusta la música regional mexicana... y mucho.
El ambiente de fiesta máxima, pasarlo bien con los amigos, uno que otro tequila, bailar hasta que los pies ya no den o simplemente ir a cantarle al amor y al desamor al ritmo de rancheras, cumbia, corridos, pasito duranguense o cualquier otro subgénero del regional mexicano, siempre es bienvenido.
No es nada nuevo que la música hecha en México se imponga en los charts de popularidad o en los primeros puestos de las listas especializadas de Latinoamérica y el mercado hispano de Estados Unidos. Si bien México tiene una de las culturas musicales más poderosas del continente y su huella se evidencia en todo tipo de géneros, hoy lo “más mexicano”, lo que mejor representa al país en lo sonoro y por lo que el mundo le aplaude está ligado a lo que se conoce como la música regional mexicana, una amplia sombrilla que cobija la música de mariachis, los corridos norteños y todas sus posibles fusiones con otros estilos, como la cumbia, el bolero e incluso el hip-hop.
LEA MÁS: Christian Nodal en Costa Rica: una noche de despecho entre capas y sombreros
Justamente, son esas raíces mexicanas fusionadas con otros géneros y culturas lo que le ha dado en las últimas décadas un nuevo aire a un estilo que solía ser considerado demasiado “tradicional”. ¿Quién se habría imaginado que un abuelito cantara a todo pulmón una canción de un ranchero con la cara tatuada como lo es Christian Nodal? ¿O que un muchachito de 15 años ande tarareando el éxito de un jovencito no mucho mayor que él, quien con su pinta larguirucha y peinado al estilo hongo podría parecer cualquier hijo de vecino?
¿Alguien habría pensado ver en el escenario del festival Coachella, el más prestigioso de Norteamérica, a Los Ángeles Azules? Posiblemente ni en sus sueños más locos, pero así fue.
Y si bien la música regional mexicana no es algo nuevo en nuestras estaciones de radio o en las plataformas de distribución digital, sin duda que la influencia de Tik Tok y otras redes sociales ha impulsado en la última década a que su alcance se extienda por igual entre nuevas y viejas generaciones. ¿Pero por qué y por qué ahora?
Todo apunta a la apropiación de la identidad. Eso es, en resumen, lo que ha logrado en los años recientes que no solo los nacidos en México se identifiquen con la música regional mexicana, sino también los latinos en todo el mundo; y de paso, se contagia al resto con los ritmos que se afianzan fácilmente en el gusto colectivo.
Pero además de la identificación con las raíces, hay otro factor de suma importancia en el éxito reciente de esta música, y son los artistas jóvenes. Grupo Firme, Grupo Frontera, Christian Nodal, Peso Pluma, Natanael Cano, Ángela Aguilar o el trío Yahritza y su esencia son parte de esta nueva generación responsable del gran momento que vive la música regional mexicana.
Historia
En México, la música generalmente se diferencia según la geografía y las diversas culturas que posee. Por ejemplo, en el centro del país reina la cumbia (originaria de Colombia, pero adaptada al sabor azteca) y el mariachi se asocia, en su mayoría, con Jalisco.
El género regional existe desde hace más de siglo y medio, explicó la revista Billboard en un artículo dedicado a estudiar este fenómeno. La publicación especializada agregó que “regional mexicano” es un término que abarca varios subgéneros como el de banda, los corridos, el norteño, el sierreño, el mariachi y muchos otros más. Pero el éxito de esta música depende del cristal con el que se mire, así lo explicó Isabela Raygoza (editora asociada de Billboard Español) en el texto.
Grupo Firme, Grupo Frontera, Christian Nodal, Peso Pluma, Natanael Cano y Ángela Aguilar parte de esta nueva generación responsable del gran momento que vive la música regional mexicana.
“Si se le pregunta a un mexicano (o fans más antiguos del género), el estilo regional se globalizó cuando Pedro Infante popularizó el mariachi durante la época dorada del cine mexicano en los años 50; o cuando Vicente Fernández se convirtió en una estrella ranchera internacional en los 70; o cuando Selena renovó en los 90 el sonido tex-mex; o cuando Christian Nodal superó a algunas de las más grandes estrellas de Estados Unidos con Adiós amor; o cuando Los Tigres del Norte rompieron el récord histórico de asistentes de Cardi B en el Houston Rodeo de Texas, en 2019″, mencionó la especialista.
Lo que no se puede negar es que desde hace unos 15 años, estas canciones han ido tomando una fuerza que se ha vuelto imparable, algo que los expertos comparan con lo que sucedió con el reguetón.
La fórmula ha sido exitosa y también tiene mucho que ver con la generación Z (nacidos entre 1995 y el 2000), que además está relacionada con todo lo digital: YouTube, Spotify, Tik Tok, Instagram. Además, como parte de la receta hay que destacar el trabajo que artistas jóvenes han realizado en los últimos tiempos.
“Este renacimiento y explosión en el interés por la música increíble del folclor mexicano podría no haberse dado sin la creatividad de los artistas, que decidieron modernizar y comenzar a jugar con los diferentes géneros. El pionero fue Nodal, quien desde que comenzó se presentó como un artista que canta al estilo mariachi con norteño. Su éxito le dio permiso a sus colegas para atreverse a hacer experimentos musicales y cada vez más hay fusiones dentro del regional y fuera, con el reguetón, la bachata y otros ritmos”, explicó Los Ángeles Times.
“El folclore mexicano se ha vuelto cool y está de moda. Nuevos artistas jóvenes arrasan en las listas globales de éxitos renovando la tradición con elementos del trap o del mismo reguetón”, explicó el medio español El País.
Los corridos y los corridos tumbados
Los corridos (tipo de canciones en las que se narran historias) nacieron durante la independencia de México, pero tomaron mayor relevancia con la Revolución Mexicana (1910-1920), cuando se contaba con música las hazañas del campo de batalla.
El corrido tumbado es un género que tiene poco tiempo de existir. Fue más o menos a finales del 2020 que Natanael Cano popularizó esta variación de la tradicional canción mexicana al combinarla con géneros como el trap, el hip-hop, rap y reguetón. Los tumbados tienen letras explícitas y tocan temas de delitos, dinero, drogas, violencia y sexo.
Para el costarricense Fo León, gestor cultural especializado en música, lo que se da con el regional mexicano en la actualidad es parte de la homogenización del mercado: esas grandes corrientes que impulsan las disqueras.
“Parte de lo importante que ha hecho, por ejemplo, Bad Bunny, es que prueba que la respuesta no está en sonar como algo de afuera, sino como algo de adentro. Es lo que sucede con México y la música regional que siempre ha estado ahí, como el calipso costarricense”, explicó el especialista.
Es interesante ver a esta generación de artistas jóvenes agarrar esta música con la que crecieron y empezar a construir nuevas cosas con la sofisticación de los samples, los beats y las computadoras; pero usando sus referentes culturales, siguiendo esta camino trazado al rededor de las corrientes propias. Pasó con Rosalía y el flamenco”
— Fo León, gestor cultural especializado en música
Otro factor de importancia es que estos sonidos se han extendido y derribado fronteras. Incluso han permeado en las clases medias y altas después de que por muchos años la música regional estuvo ensombrecida por los prejuicios clasistas, como explicó el diario El País.
“Es interesante ver a esta generación de artistas jóvenes agarrar esta música con la que crecieron y empezar a construir nuevas cosas con la sofisticación de los samples, los beats y las computadoras; pero usando sus referentes culturales, siguiendo esta camino trazado alrededor de las corrientes propias. Pasó con Rosalía y el flamenco”, agregó León.
Otro punto a destacar de la música regional es el aprovechamiento de lo que los identifica, algo en lo que los mexicanos han destacado, son muy nacionalistas. Así lo explicó León: “México nunca iba a calzar dentro del fenómeno del reguetón porque no es su cultura, su fuerte es lo norteño”.
Un estilo
Siguiendo con la identificación, los artistas de los diferentes subgéneros del regional mexicano han pensado en todo: desde la música hasta su presentación personal. Cada uno tiene su estilo propio.
LEA MÁS: Peso Pluma rompe récords en Spotify y deja atrás a Adele en número de oyentes
Los Ángeles Times señaló, de manera muy acertada, que un norteño va a vestir con botas y sombrero, pero una banda no, tampoco un romántico y un grupero menos. El grupero es más formal, el norteño más vaquero y la banda usa trajes enteros.
CNN, por su parte, afirma que la referencia de la cultura del hip-hop en la nueva ola de la música mexicana está muy presente. Este estilo es replicado por artistas como Natanael Cano y Peso Pluma, quienes interpretan el género con ritmos y lírica mexicana, pero su estilismo difiere mucho al de los representantes más tradicionales.
A muchos se les identifica con el famoso bling bling urbano. Lucen cadenas, usan zapatos y ropa de lujo. Esto es más que un look, es una manera de mercadeo para atraer a un público joven haciéndolo sentir identificado. También alcanzan a una audiencia mayor a partir de remover los recuerdos de los tiempos musicales de antaño.
León analizó el caso de Nodal y su imagen. “Es como una actualización de la cultura del género absorbiendo un poco las corrientes globales de los tatuajes de los traperos gringos que son pequeños. Es más una afectación para responder a una estética contemporánea, pero con la esencia en detalles del norteño o el ranchero”, afirmó.
Entonces, al darse una imagen más acorde al momento histórico se moderniza el sonido porque es más fácil para alguien que oye trap identificarse con el género regional a partir de la estética.
En lo musical, las fusiones también son de suma importancia. Según Billboard, la fusión de corridos tradicionales o banda con hip-hop y reguetón ha logrado atraer a un público más amplio, más joven y conocedor de la tecnología. La revista, hace un par de años, ya informaba sobre el alcance global de esta música, gracias a artistas como Eslabón Armado, Grupo Firme y Natanael Cano.
Estados Unidos, por supuesto, es, después de México, el mercado más importante para esta música, ya que ahí la migración ha marcado a lo largo de los años un afianzamiento de la cultura, aseveró El País.
Vicente Fallas, director de programación de la emisora Omega (105.1 FM), comentó que esta nueva ola de artistas jóvenes ha llegado de manera muy agresiva a las estaciones de radio, lo que significa que las canciones van pisando fuerte y colándose en los primeros lugares gracias al apoyo del público.
“Un ejemplo de las canciones que se dieron a conocer en Costa Rica del género banda es Cómo sufro de Los Baby’s. Después, dentro de la sombrilla de la música regional, entraron Vicente Fernández y las rancheras, más adelante fueron Los Tigres del Norte. Después la conquista llegó a nivel de las baladas que no eran el regional más ágil, sino más romántico con grupos como Banda MS con temas como El color de tus ojos; eso enamoró todavía más al público costarricense”, expresó Fallas.
El programador puso como ejemplo también a Nodal, quien para él es un caso aparte porque llegó a ser disruptivo. Cuando estrenó Adiós amor, dejó de lado los mariachis más tradicionales de hasta 18 músicos para presentarse con grupos de cinco o seis músicos. “Fue más atrevido aunque se mantuvo ligado a la cabanga y a trabajar con los sentimientos para presentar un nuevo estilo. Sus canciones son muy cortas, no pasan de los dos minutos y 30 segundos, y eso está hecho estratégicamente para que impacten, para que queden dando vueltas en la cabeza”, aseguró.
Peso Pluma, con una carrera incipiente que comenzó en el 2020, superó a la británica Adele en la cantidad de oyentes mensuales en Spotify
El empresario Don Stockwell, de la empresa Costa Vida Presenta, encargada del concierto de Grupo Frontera este lunes 24 de julio en Pedregal, aseguró que desde la producción de espectáculos, el atractivo que han logrado estas bandas es muy importante para tomarlas en cuenta en la agenda de espectáculos en el país.
“El auge tan fuerte que tienen es producto de la música pegajosa que nos jala a nuestras raíces. Han llegado a ser tendencia en Tik Tok, los jóvenes les han dado mucha fuerza”, dijo.
Lo mismo acotó el propio Peso Pluma en una entrevista con El País, en la que dijo que Tik Tok e Instagram son esenciales para entender los números que ellos como artistas del regional mexicano tienen en este momento.
Otro aspecto que alabó Stockwell es la responsabilidad y el respeto con el que trabajan estos artistas jóvenes, ya que le ofrecen al público producciones de alta calidad.
En números
Muy bonito todo: la identificación, el regreso a las raíces, el estilismo y la música, pero el éxito del regional mexicano no es intangible, todo lo contrario: los números respaldan al fenómeno.
En el caso de radio Omega, el 70% de la programación de la emisora es de música regional mexicana, según confirmó Fallas. El restante 30% se divide en otros géneros como la bachata, la cumbia o el merengue.
“Como programadores, estamos muy metidos en lo que está de moda, hacemos nuestro trabajo de rastreo todos los días para colocar las canciones en la parrilla. Estamos pendientes siempre de las redes sociales, de lo que suena ahí porque todo es una fusión de la radio con esos otros medios y plataformas”, explicó Fallas.
Para dar más referencias, en mayo de este 2023 sucedió un hecho sin precedentes: los tres primeros lugares de la lista Billboard Global 200 fueron ocupados por canciones del regional mexicano: el primer puesto fue para un X100to de Grupo Frontera y Bad Bunny; el segundo para Ella baila sola, de Eslabón Armado y Peso Puma, y el tercero para La bebé, de Yng Lvcas y Peso Pluma. Además, por primera vez en la historia, dos canciones de música mexicana (Ella baila sola y unX100to) estuvieron de manera simultánea en el top cinco de la lista Hot 100, usualmente dominada por piezas en inglés, informó Billboard.
En el Top 50 Global de Spotify, entre pop y reguetón, destacan nueve canciones del regional mexicano. Peso Pluma, Elabón Armado, Yng Lvcas, Grupo Frontera, Fuerza Regida y Yahritza y su esencia son parte de los artistas que figuran en esta lista de reproducción.
Una de las noticias más llamativas de los últimos días fue que Peso Pluma, con una carrera incipiente que comenzó en el 2020, superó a la británica Adele en la cantidad de oyentes mensuales en esa plataforma musical. El mexicano registra (al cierre de esta nota) 52.149.056 oyentes, mientras que la intérprete de Hello, tiene 51.850.179.
“Estamos como era al inicio del reguetón. Estas nuevas bandas tienen dos o tres canciones y una trayectoria corta, no serán para llenar estadios ahora porque necesitan más tiempo, pero sí tienen un público para cantar frente a 8.000 o 15.000 personas por show. Hay que darles oportunidad y crear esta relación comercial de confianza y calidad en la producción para volverlos a traer más adelante”, acotó Stockwell.
Hablando sobre los conciertos y grandes escenarios, el regional mexicano se ha colado en icónicas tarimas del mundo. Coachella recibió en abril a Grupo Frontera de la mano de Bad Bunny. Un año antes fue Grupo Firme la banda que encantó en el prestigioso festival californiano, por el que ya habían pasado Los Ángeles Azules y Los Tigres del Norte.
Y de nuevo, Christian Nodal hizo historia al ser el primer mexicano en agotar las entradas de un concierto en el legendario Wizink Center, en España, en mayo de este 2023.
Para dimensionar el impacto, en Costa Rica, solo en lo que va de este año, se han presentado artistas regionales mexicanos como Bronco, Calibre 50, Banda MS y Christian Nodal. Para esta semana están confirmados los conciertos de Grupo Frontera y Grupo Firme en suelo tico y para el cierre del 2023 se esperan los espectáculos de Los Ángeles Azules, Jessi Uribe (colombiano que también es parte de la movida) y Edén Muñoz.
Este gusto particular de los costarricense por la música mexicana también la explicó Fo León. El especialista afirmó que nuestro país ha sido satélite de la cultura mexicana durante los últimos 80 año. Hemos recibido mucha información por medio de la televisión, las novelas y los programas hechos en México; lo mismo sucede con la música.
“Son nuestros referentes, aunque no sea algo nuestro. Todos tenemos un abuelo que canta Vicente Fernández. Tenemos una herencia de mariachis, sus canciones son clásicas en las serenatas del colegio, por ejemplo. Hay un sentimiento de pertenencia que se vuelve automático, que nos hace pensar que todo eso es nuestro”, finalizó.