La lírica es el alma del hip-hop. En poder de un artista de este género musical, la palabra es, más que una herramienta, una materia moldeable: con ella, un rapero puede construir o destruir mundos. En ese contexto, hasta la fricción entre dos artistas puede convertirse en una canción.
Se les llama beefs a los feudos –es decir, a los pleitos– que se generan entre dos artistas de hip-hop quienes, a través de sus canciones, se difaman y confrontan entre sí.
Los beefs han sido una parte trascendental en el desarrollo del hip-hop a escala internacional, incluso si sus consecuencias han sido, en algunas ocasiones, hasta mortales.
Pleitos legendarios. La más célebre –y lamentable– rivalidad hiphopera ocurrió a mediados de los años 90.
Tupac Shakur y Notorious B.I.G. –conocido como Biggie–, dos de los más importantes artistas en la historia del género y, hasta 1994, dos grandes amigos, iniciaron una confrontación que se extendió a lo largo de varios años y que recibió amplia cobertura de la prensa estadounidense, sobre todo.
Le llamaban la Guerra de la Costa Este y la Costa Oeste. Comenzó cuando Tupac fue baleado mientras salía de un estudio de grabación, en Nueva York.
Shakur aseveró que B.I.G. estaba detrás del atentado. A esta acusación, Biggie respondió publicando, solo unos meses después, la canción Who Shot Ya?, que en español significa ¿Quién te disparó?
Más tarde, Tupac le respondió con la canción Hit ‘em up, en la que atacaba directamente a Biggie. Sin consideración por las posibles consecuencias que el beef, cada vez más serio y complicado, podría tener. Eventualmente, la desgracia llegó.
El 7 de setiembre de 1996, Tupac fue asesinado a tiros desde un auto en movimiento, en Las Vegas. Seis meses más tarde, el 9 marzo de 1997, fue el turno para Notorious B.I.G.: desde un auto en movimiento, en las calles de Los Ángeles, California, salieron las balas que acabarían con su vida, solo 16 días antes de que saliera al mercado su último disco.
Dicha pieza se titulaba, casualmente, Live after death; es decir, Vida después de la muerte.
Unity is strenght. Tanto Banton como Tapón afirman que la razón por la que se enfrascaron en beef, más o menos en el 2003, fue porque se conocían y respetaban, y sabían que no llegarían a la violencia física.
Ambos se conocieron tiempo atrás, cuando ninguno había grabado ni publicado ningún disco. “Éramos muy underground en esa época, antes de que yo debutara con Creada a mi manera”, recuerda Tapón.
Durante aquellos años, Banton y su entonces compañero Ghetto incluso realizaron giras junto a Tapón pero, más tarde, aparecieron rencillas entre ellos. Banton publicó la canción El asalto, en la que criticaba directamente a Tapón y otros artistas.
Tapón respondió y, durante un tiempo, los ataques fueron mutuos. “Fue un pleito sano porque éramos dos personas experimentadas. Hacer un desorden solo hubiera perjudicado a la escena y a la comunidad”, agrega Banton.
Pese a que se atacaron a través de las letras de sus canciones en varias oportunidades, eventualmente Tapón y Banton hicieron las paces y han realizado multitud de trabajos en colaboración. Ambos, por separado, llaman al otro su amigo, incluso.
“A nivel de negocio y de creatividad, estar unidos mentalmente es mucho más beneficioso para todos”, asegura Tapón. “Podemos estar unidos sin estar unificados: cada quien trabajando a su manera, pero ayudándonos los unos a los otros”, puntualiza.
“Desde que me convertí en padre de familia soy mucho más cuidadoso con lo que escribo y lo que canto”, dice, por su parte, Banton. “Prefiero cantar algo que los niños puedan cantar, que una al pueblo en lugar de dividirnos por pleitos y tonteras”.
El hip-hop y el beef no existen el uno sin el otro, pero sus artistas costarricenses parecen comprender que las colaboraciones y la ayuda tiene mejores resultados que el pleito y que, como dice Tapón, "Unity is strenght”, la unión hace la fuerza.