El público revienta en aplausos cuando ve no solo a uno, sino a dos directores entrando al escenario. Uno de ellos alza la batuta y la orquesta da un Fa mayor. El golpe de los platillos en los instrumentos de viento emociona inmediatamente al público; en sus mentes, ven letras amarillas deslizándose por el espacio.
Después de algunos compases, la orquesta va bajando la intensidad y un tipo en frac se levanta, sostiene un oboe.
Empieza a tocar una melodía que la mayoría del público ha oído, pero que no sabe exactamente dónde.
La primera melodía que sonó es el tema principal de la saga del espacio más grande de todos los tiempos, Star Wars . La segunda, pertenece a La misión, película en la que un misionero jesuita se interna en la selva suramericana y le arrebata al oboe una tonada melancólica.
Así sonaría un duelo en escena de los dos gigantes de la composición que se enfrentarán en la próxima entrega de los Óscar: el estadounidense John Williams y el italiano Ennio Morricone, dos leyendas vivientes de la composición musical.
“Williams y Morricone son dos figuras incomparables, aunque el aporte de ambos ha sido muy bien reconocido y ambos son puntos de referencia para quienes se dedican a la música para cine”, comentó Eddie Mora, director de la Orquesta Sinfónica de Heredia.
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Morricone, de 87 años y Williams, de 83, quizá no sean tan reconocibles en la calle como un actor, pero sus composiciones son referencias obligadas en la cultura popular.
Si estos dos tuvieran un duelo, sonarían, del lado de Williams, la música de Indiana Jones , Tiburón, Harry Potter y, de parte de Morricone, temas de las películas Cinema Paradiso, The Thing, y varios westerns famosos como El bueno el malo y el feo.
“A los dos los he visto dirigir y, al verlos, usted inmediatamente siente que hay un músico detrás de la batuta, un artista sensible a la música”, agregó Mora.
Balas y cuerdas. Entre los dos, Morricone es quizá el personaje del que menos se conoce, quizá por haberse consagrado en el cine europeo y no haber formado parte de tantísimas películas taquilleras como John Williams, quien tiene un estilo muy marcado en películas populares.
"Si se me pregunta cuál es la música más importante que he compuesto y se me pide que de un solo título, prefiero no responder.", Ennio MorriconeEducado musicalmente por su padre y en la Academia de Santa Cecilia en Roma durante la década de los 40 y parte de los 50, el talento para componer de Morricone se dio a conocer en radio, televisión, artistas de pop y orquestas, antes que en las películas.
Su capacidad para componer al estilo estadounidense le valió trabajos haciendo música para noticieros. En algún punto, una canción de folk suya atrajo la atención de un excompañero de escuela, el director Sergio Leone.
En 1964 Leone lo fichó para un proyecto con poco presupuesto que, ante la falta de la orquesta tradicional, Morricone encaró con creatividad.
Morricone usó latigazos, sonidos de balas, silbidos, trompeta (instrumento que estudió de joven) y la entonces nueva guitarra eléctrica Fender.
El resultado fue arrollador y el tema principal de El bueno, el malo y el feo –que sin duda se reconoce aún sin haber visto la película– ingresó a las listas de Billboard y se enraizó en la memoria pop.
“Morricone tiene un estilo variado y ecléctico que proviene de su deseo de experimentar con símbolos sonoros: en lugar de escribir una pieza en tal estilo, escribe algo en su propio lenguaje intuitivo”, comentó el tico Andrés Soto por correo electrónico.
Actualmente, Soto reside en Nueva York, donde estudia composición de música para películas y cita a Morricone como “un melodista innato”.
Con la música de El bueno, el malo y el feo, Morricone logra crear la atmósfera necesaria para ubicar espacialmente al espectador e incluso ayudarle a identificar a cada personaje, dos aportes que Morricone producaría mantener en futuras composiciones.
“Morricone es más íntimo y ‘camerístico’: pertenece a una escuela estética en donde está mas cerca de lo personal, lo íntimo, propio del cine europeo”, considera Eddie Mora.
Esta inclinación a componer con una orquesta reducida ha hecho que la música de Morricone tenga facilidad para ser parte de repertorios de conciertos.
El amo de las taquillas. Pero si Morriconne es el hombre que hace fuego con solo hojas y palos de madera, Williams es el que hace el incendio con un lanzallamas, la flama que se hace notar de inmediato.
El estadounidense es conocido por crear motivos igual de momorables, pero con mayor cantidad de elementos.
Williams, cuenta Andrés Soto, se educó con compositores orquestales durante la era dorada de Hollywood, en los años 60. Franz Waxman, Bernard Herrmann, y Alfred Newman (quien compuso el tema de 20th Century Fox), fueron sus maestros.
A pesar de que en las décadas de los 50 y 60 la composición orquestral decalló –por los costos, sobre todo– fue gracias a directores como George Lucas y Steven Spielberg que escogieron a Williams para musicalizar, que la industria retomó el vuelo.
"Mucho de lo que hacemos es efímero y es olvidado rápidamente, incluso por nosotros mismos, por lo que es gratificante tener algo que has hecho grabado en memoria de la gente.", John WilliamsPara ellos, Williams hizo dos de sus películas más recordadas: Tiburón y Star Wars, con las que ganó sus primeros dos Óscar.
Otros reconocimientos le llegaron por sus composiciones E.T., La lista de Schindler y el tema de Superman.
“Él le dio todo una evolución al lenguaje de musica cinematografica, con una personalidad muy propia. Por su formación clásica, en la música de John Wiliams, se nota la influencia de Mozart, Beethoven, Gustav Mahler, Puccini, Richard Strauss, Gustav Holst”, comentó el director tico Alejandro Gutiérrez.
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Williams, a diferencia de Morricone, es más sistemático, e incluso prefiere componer la música viendo tomas de la película.
Legado. La genialidad de ambos radica en crear la música perfecta para acompañar las imágenes en pantalla, música con la capacidad de crear imágenes en la mente por sí misma, y evocar todo tipo de emociones.
Dos gigantes de la composición, dos estilos diferentes, cientos de películas musicalizadas entre ambos.
A este punto, una galardón más en su carrera quizá no hace la diferencia, ¿o sí?
Ambos están nominados por regresar a trabajos que ya les habían valido reconocimiento. Williams está en la lista por Star Wars: El despertar de la Fuerza y Morricone por su trabajo en The Hateful Eight, una suerte de homenaje al spaghetti western de Quentin Tarantino.
La premiación número 88 de los Óscar, podría ser la última ocasión en que Williams y Morricone se topen en una lista de nominados. Williams ya anunció que piensa retirarse; Morricone cada vez trabaja menos.
No ganará “el mejor”, porque no hay forma de compararlos. Su extensa obra los sobrevivirá. Pocos pueden decir eso.
Disfrute de una selección de composiciones más conocidas de John Williams y Ennio Morricone: