La violinista Dylana Jenson regresa este fin de semana como solista de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN). Ella tendrá la responsabilidad de interpretar el Concierto para violín y orquesta N°.1 , de Károly Goldmark.
Al igual que en su última visita, en setiembre del 2011, la batuta del concierto estará a cargo del maestro Irwin Hoffman , director de amplia trayectoria. Las presentaciones serán el viernes, a las 8 p. m., y el domingo, a las 10:30 a. m., ambas en el Teatro Nacional.
Durante una entrevista con Viva , la artista –hija de padre europeo y madre costarricense– aseguró que se trata de un concierto muy romántico, sin llegar a ser excesivamente romántico. Agregó que musicalmente es muy suave, muy bello y dulce.
Por las características de la obra, está segura que una persona que escuche la composición por primera vez la disfrutará mucho.
Además, es un concierto al que está vinculada de forma personal.
“Es un concierto muy especial. Mi maestro fue Nathan Milstein , un violinista muy famoso en Rusia. Él cambió mi vida completamente, por su forma de tocar tan honesta, muy directa, y a él le gustaba mucho este concierto de Goldpark. Por eso, cuando tenía 16 años lo quería tocar y lo he estado haciendo por muchos años”, detalló Jenson .
Como artista, siente que la música debe dejarle algo al público y considera que la recompensa es compartir su experiencia de vida, mediante la música.
Ella asegura que la música es como una historia de emociones y, cuando toca, puede sentir si logra o no una conexión con el público.
“Para mí, esto es más que un trabajo, lo es todo; es por lo que estoy aquí, para compartirles mi experiencia de vida a través de la música”, añadió la violinista.
Buena conexión. Jenson añadió que trabaja bien con la Sinfónica Nacional, porque tienen una conexión especial con la orquesta en la que tocó hace cuatro décadas siendo una niña de 11 años. Además de esto, ella hace su trabajo: se prepara a conciencia.
“Este es un concierto muy complicado, tiene partes muy difíciles para el violín, incluso, tenía miedo de tocarlo. Pero ese es el reto de ser solista, no es sencillo, pero, ¿qué en la vida es sencillo?, expresó.
Además en las presentaciones se interpretarán la Obertura trágica y la Sinfonía N°. 4 , ambas de Johannes Brahms.
Su filosofía de vida le deja buenos resultados: en el 2011, Andrés Sáenz, crítico de música de La Nación , tituló el comentario de la presentación de Jenson y la OSN como: Regresos triunfales . En el texto, aseguró que la solista tuvo un magnífico desempeño, magistral puntualidad rítmica y entonación exacta, entre otros aspectos.