A Ednita Nazario se le conoce como una diva del escenario, pero es una mujer común como cualquier otra. Sufrió, lloró, tuvo grandes pérdidas en su vida, pero siempre siguió adelante y ahora cuenta todas esas historias en un revelador libro que también viene acompañado por un nuevo disco de estudio.
La artista puertorriqueña de 62 años fue la madrina de la Teletón que se llevó a cabo el fin de semana pasado y aprovechó su visita a Costa Rica para promocionar su producción y su autobiografía, ambos titulados Una vida.
Ednita es una artista cargada de energía, así lo muestra cuando está en una tarima cantando, pero también cuando se convenció de narrar su historia personal, una que cuenta cómo salió de tristezas provocadas por la muerte de sus padres, sus matrimonios, problemas económicos. Ella quiso contar su verdad antes de que otros lo hicieran.
¿Qué significa para usted ser parte de estas actividades como la Teletón?
Como artistas, a través del trabajo que hacemos, tenemos un gran nivel de convocatoria y hay que aprovecharlo para este tipo de acciones. El trabajo cívico es vital, sobre todo cuando se trata de casos como este que son circunstancias que se pueden prevenir para dar calidad de vida. Creo mucho en la intervención temprana en los niños tanto a nivel educativo, como de limitaciones físicas o de salud; un hospital de niños es un proyecto de amor enorme. Qué bueno que, aunque fuera un poquito, yo viniera a llamar la atención sobre este tema.
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También está llamando la atención con su nuevo libro y disco. ¿Cómo fue el proceso de realizar ambas cosas al mismo tiempo?
Al hacerlas en simultáneo se tornó un proyecto bastante difícil porque con un disco uno mira hacia el frente, son canciones nuevas, planteas nuevas ideas, nuevas historias; en el caso del libro es todo lo contrario porque es introspectivo y retrospectivo. Yo no soy dada a hacer eso.
¿Y por qué decidió hacerlo en este momento?
En una conversación con mi representante estábamos contándonos historias del camino; él me dijo que debería de escribir la historia de mi vida. Al principio no quería hacerlo porque pensaba que mi vida privada no era relevante, siempre la mantuve aparte porque la componen personas que no son públicas y no quise invadir sus espacios. Mi intención siempre fue que el público se concentrara en divertirse, pasarla bien, darles distracción e inspiración, no que se cargaran con mis problemas, eso no me parecía justo. Él me dijo que mi vida es de superación y que darla a conocer iba a servir de inspiración para otros.
¿Qué fue lo más complicado al redactar su biografía?
Mirar para atrás no es nada fácil, yo vivo el aquí y el ahora, siempre voy para adelante. Cuando empiezas a jalar para atrás comienzas a revivir cosas que pensabas que ya estaban cerradas, pero para ser honesta tenía que abrir esas puertas, fueron procesos muy duros el acordarme de todo.
¿Le dejó algo positivo?
Al final sí. Cuando me sentía mal me iba al estudio a grabar, ahí sacaba todo lo que tenía adentro. El resultado final es un profundo sentido de satisfacción de que he vivido una vida intensa, que he vivido una vida con todo lo bueno y lo otro, que me tengo que sentir orgullosa de que he tenido la fortaleza, a Dios, mi familia y al público para levantarme de momentos oscuros donde pensé que no salía. He estado chévere toda mi vida, con todo y todo; no es maravillosa, pero es intensa.
¿Descubrió algo nuevo en su vida a partir de escribir el libro?
Hay algo que encontré en el proceso del libro y es que le tenía mucho temor a la vulnerabilidad, a exponerme. A esa parte mía le tenía algo de temor, pero la gran lección que aprendí es que la vulnerabilidad me hace más fuerte. Ser vulnerable no es sinónimo de tener debilidad.
Siempre ha mostrado una imagen de mujer fuerte, pero ahora se está abriendo para ayudarle a los demás. ¿Cuál es el objetivo de todo esto?
Lo que quiero es que la gente vea que soy una persona normal, una mujer asertiva y fuerte pero no agresiva. Soy vulnerable, eso es lo que me hace ser humana. Sé sentir, llorar, amar, padecer, desamar, soy responsable de mi propia vida y no soy víctima de circunstancias ni de un entorno exterior. Al hacerme responsable de mis errores se me hace más fácil superarlos.
En el disco se muestra renovada, probó nuevos géneros y ritmos. ¿Qué le dejó esta experimentación?
Además de que grabar en ese momento fue una catarsis para mí, fue divertidísimo hacer el disco. Trabajé con gente nueva, hice una canción en inglés y exploramos distintos sonidos, fue retador. Además, hice algo que quería hacer desde hace muchos años que fue colaborar con amigos como Gilberto Santa Rosa, Axel, Albita, Happy Colors. Fue divino.