Ednita Nazario tiene más de 30 años sobre los escenarios, pero la diva puertorriqueña no se cansa de buscar cambios en su música; conserva, eso sí, su energía y entrega apasionada .
La intérprete de A que no le cuentas y Llorar por ti se presentará en Costa Rica como parte de la gira La más fuerte .
El 9 de agosto, en el Palacio de los Deportes (Heredia) , mostrará los frutos de un disco en el cual, según dice, quiso celebrar la fortaleza de la mujer. Viva conversó con la artista acerca de su carrera.
¿Qué podemos esperar de este concierto en Costa Rica?
Estamos superemocionados y locos por llegar, porque hemos preparado un espectáculo con muchísimo entusiasmo y con mucha dedicación para el público tico. Vamos a tratar de incluir todas las canciones que creo que la gente está esperando, y es un espectáculo bien completo porque tenemos de todo. Tenemos música romántica y música movida. Vamos a pasar una noche muy especial. Con toda la emoción y la energía que tenemos, vamos a dar lo mejor para el público de Costa Rica. Es un concierto bastante interactivo y participativo. Me gusta que la gente cante, que baile... Al final del día, yo digo que soy la facilitadora de un evento, porque voy allí a que la gente disfrute esa noche, porque esa noche es de ellos.
¿Cómo llega Ednita Nazario a esta gira y a este disco?
Dentro del disco El corazón decide hay una canción que se llama La más fuerte . Quisimos desarrollar el espectáculo utilizando canciones que pudieran definir el concepto de la fortaleza, dando el espectro más amplio de lo que quiere decir la fuerza. Para mí, es el contacto con la vulnerabilidad, con la humanidad de todos, y creo que la fortaleza no es la fuerza bruta que todos entendemos, sino todo lo contrario. La fuerza es saber, el conocer el espectro amplio de quién eres y encontrar esa voluntad para superar tus problemas.
En varias canciones, se refiere a esa fortaleza que requieren las mujeres para superar adversidades. ¿De dónde proviene esa fuerza?
Esa fuerza proviene de nuestra propia humanidad y capacidades. La mujer es una criatura compleja, pero muy capaz de enfrentar su propio destino y de entender que nacimos para dar lo mejor de nosotras, desde el punto de vista espiritual, espiritual, emocional, profesional... No somos complemento, somos protagonistas de la vida.
¿Ha cambiado la forma de cantar sobre el amor?
El amor es el amor. En esencia, el amor es siempre el mismo, pero el lenguaje y la forma en que se aborda el cortejo o la comunicación verbal del amor va cambiando y evolucionado. Hoy en día se habla de forma más concreta, más directa, diría que hasta más honesta. Sin perder el romance: me encantan la poesía y la metáfora dentro de la música. Me gusta también que haya honestidad y sinceridad.
¿Cómo volver a hablar de temas como el despecho sin correr el riesgo de ser repetitiva?
Creo que eso es una condición humana. En la medida en que uno se mantiene conectado con la vivencia y las aborda desde distintos puntos de vista, es un tema eterno, el problema y la dinámica de las relaciones humanas, no tiene fin. Es relevante en todo momento de nuestra vida porque a medida que vamos viviendo, que vamos aprendiendo, que vamos encontrando diferentes situaciones, sigue siendo relevante, nos podemos conectar. Tengo una carrera extensa, y a lo largo de mi vida, me he dado cuenta de que, en la medida en que se expresan emociones y se cuentan historias a través de canciones, me doy cuenta de que la gente las sigue haciendo relevantes para su vida. Se conectan, forman parte de su lenguaje, de lo que se atreven a decir y de lo que no se atreven a decir y, a través de una canción, logran comunicarlo. Es relevante porque me puedo conectar no solamente con la gente de mi generación, sino con toda la juventud, con toda la gente joven que empieza a dar los primeros pasos en la vida y a encontrarse con el amor. A mí eso me satisface mucho porque me hace muy feliz. La gente me lo expresa. Me dicen: 'Esa canción es como si estuvieras mirando en mi vida, eso fue exactamente lo que me pasó...'. Cuando vas a un show mío, te das cuenta de que la gente no está ahí como espectadora, está allí para vivir su momento, vivir su canción, y para expresar lo que ellos sienten, no necesariamente soy yo el centro del espectáculo. Yo estoy allí para que ellos celebren su propia vida. Son temas que no se gastan. Hablar de la vida y de las relaciones, no son temas que se gastan.
¿Ha sido difícil atraer a las nuevas generaciones a su música?
No. Soy de naturaleza creativa; soy artista: a mí me gusta la evolución, me gustan los cambios, me gusta el desarrollo, me fascina la innovación. Siempre estoy buscando cosas nuevas, cómo expresar cosas de maneras distintas, tipos de sonido, músicos, compositores. Me encanta estar al corriente. No soy muy buena en eso de la nostalgia y de mirar para atrás. Siempre siento que con un disco nuevo empiezo de nuevo, empiezo de cero. Creo que mi música no es de una generación específica, ni nunca lo ha sido; no tengo temor a explorar nuevos sonidos, nuevas cosas. Mi música es universal y atemporal.
¿Qué le falta por explorar; qué le interesaría buscar en nuevos discos?
Tengo muchísimos proyectos, muchísimas cosas que quiero hacer, colaboraciones, explorar otros tipos de proyectos musicales que obviamente no quiero divulgar, pero sí los tengo. Estoy ahorita en un proceso interesante que es desarrollar a gente nueva. Es utilizar mis conocimientos y todo lo que he aprendido en el camino para abrir puertas para gente que comienza. Amén de todo lo que estoy haciendo, porque realmente estoy empezando mi gira nueva. Me encanta estar ocupada y haciendo mucho.
Una de esas personas que apenas está incursionando en la música es su hija (Carolina Márquez). ¿Cómo ha sido verla subir a los escenarios?
Ay, imagínate. Es una mezcla de muchas emociones, sin perder de vista la más importante: la de mamá orgullosa. Mi hija es muy talentosa, es una niña que nació artista. Eso se trae de fábrica. Los artistas no se fabrican, nacen, crecen y se desarrollan. Carolina siempre ha sido una niña muy creativa. Siempre ha escrito y ahora está muy emocionado desarrollando su propio lenguaje musical, escribiendo sus canciones. Yo participo exclusivamente como mamá. Ni me deja entrar al estudio. El otro día me invitó un momentito porque quería que le hiciera un coro, pero that's it. ¡Me parece muy bien! Ella tiene su equipo de producción, su gente, está trabajando y me trae las cosas cuando están terminadas. Es un sonido completamente distinto al mío. No se parece en nada a mi música. Me parece que tiene talento, lo trae todo. Ahora falta que tenga la perseverancia de la madre.
¿Qué ha aprendido de usted misma a través de la música en todos estos años?
La música que escojo es música que me mueve, más allá de que sean experiencias que me hayan pasado directamente. He aprendido que la fortaleza de uno para poder encarar situaciones y circunstancias difíciles reside en uno mismo; obviamente, en Dios y en la luz que Dios te da. Los aliados somos Dios y yo; eso es lo que necesito para vivir. La vida recompensa la fortaleza que tienes para encarar los problemas; no de evitarlos, sino de encararlos, sabe que la vida está hecha de momentos difíciles y circunstancias complejas. Tener esa voluntad de enfrentar tu propia realidad en un espejo y ser honesto y sincero con una misma te trae como recompensa algo mejor. Esa ha sido la gran lección de vida.