En el año 2011, el cantante de pop rock Lasso lanzaba su primera producción discográfica, Sin otro sentido, que se convirtió en sinónimo de éxito gracias a sencillos como Te veo, Quiero que vuelvas y No pares de bailar, que ocuparon los primeros lugares en las radios de su país, Venezuela.
Aunque mucha agua ha corrido desde entonces, ha ganado ocho premios Pepsi Music y en el 2015 fue firmado por Universal Music México para crear más música, el artista asegura que el lanzar nuevos temas es una especie de lotería.
En una conversación que sostuvo con Viva desde México, ciudad en la que radica, Lasso explicó que su más reciente canción Vamos a mi ritmo, y la que comparte créditos con la también cantante y actriz Isabela Souza, es una muestra de ello: la escribió en agosto del 2019, pero fue hasta hace algunas semanas que vio luz y poco a poco se ha ido colando en las preferencias del público.
“Con esta canción, cuando la escribí, sentí algo que me dijo que debía de compartirla. Normalmente tengo varias sesiones de composición a la semana y puede que haya días en los que no tenga esa sensación, pero con Vamos a mi ritmo fue algo instantáneo. Es como si la misma letra te dijera que debe de llegar a otros para que compartan su historia”, dijo Lasso.
El cantautor, de 32 años, también ha “contado con la suerte” de que la cantante chilena Cami colaborara con él en temas como Un millón como tú y Odio que no te odio, además de la artista mexicana Danna Paola en Subtítulos.
–Vamos a mi ritmo habla de dos personas que se están conociendo, pero que cada uno quiere hacerlo bajo sus propios términos. ¿En qué se inspiró para esta canción?
– Para serte muy sincero, me encontraba en una sesión de composición y no estaba buscando nada más que, particularmente, buenas canciones. Lo que pasó con Vamos a mi ritmo fue que son de esas pocas sesiones en las que tú sales cantando tu propia canción y eso casi nunca pasa. Ahí fue cuando me dije que esa canción podía tener algo especial y esta fue extraordinaria, porque la disfruté y salí contento. No sé era un sentimiento particular.
– ¿Cómo describiría ese sentimiento de cuando se sabe que se tiene una buena canción entre manos?
– (Ríe) Creo que es algo muy personal, porque es un proceso que va muy de a poco y se va acelerando de un momento a otro y quedas sorprendido. De hecho, me pasó con Un millón como tú, que escribí en 20 minutos y fue todo un suceso, pero también hay otras que reescribo cientos de veces y también funcionan. Con Vamos a mi ritmo, todo calzó, al punto que no reescribí la letra original. Esa es la señal.
– Un millón como tú, Odio que no te odio y Subtítulos son canciones que parecieran llevarnos por las distintas etapas de una relación. ¿Es algo que desea hacer con el público?
– Yo soy muy sincero con lo que escribo. Una de las cosas que me enseñó la vida en estos últimos años es que la gente se da cuenta muy rápido cuando escribes una canción por escribirla o que solo deseas que sea un éxito en la radio. Me pasó que cuando escribía canciones en las que me veía reflejado cuando las escuchaba, fueron cosas que pasaron por mi cabeza y el público siente que es real, porque fue algo que me pasó. Por eso, en un momento dado, decidí que no iba a dejar de hacer más nunca, el no cantar en algo en lo que no creo.
– De hecho, esa honestidad es la que maneja con sus fanáticos en las redes sociales, al punto de que cuando va a estrenar algún sencillo, se genera muchísima más interacción entre ellos y qué esperar de su música.
– Es curioso que lo digas, porque eso significa muchísimo para mí. Es un tema de que el público sienta que la letra habla de la historia de un amigo que la está viviendo, o hasta ellos mismos. Soy lo más transparente que puedo y, a veces, eso no genera muy buenas reacciones de alguno.
”Sin embargo, creo que es de que la gente entienda que lo que te pasa a ti le pasa a todo el mundo, porque creo que como humanidad tenemos muchas etapas que cruzar: la primera vez que te enamoras, cuando te rompen el corazón, cuando te vas a ir a vivir solo, todos pasamos por eso”.
– ¿Pesa la sinceridad en una industria como esta?
– (Ríe) La verdad es que yo tengo mala memoria, entonces es maravilloso que sea tan sincero porque no tengo que recordar mentiras que haya dicho en algún momento. Siempre trato de encontrar esa frase, desde mi honestidad, que haga que mucha gente sienta que es parte de su vida, de su historia.
– ¿Qué nos puede adelantar del disco Cuatro estaciones?
– Ya se viene el primer EP que se llama Primavera y es un disco que es una metáfora de las cuatro partes de una relación: cuando comienzas, cuando estás en el mejor, cuando empieza a caer y cuando termina. A la hora de tener tan claro este concepto se me hizo fácil componer los temas que lo reflejaran y poder darle la dirección artística que quería. Eso es lo que sueña todo el mundo.
– ¿Por qué grabar los últimos sencillos con tres mujeres?
– La respuesta es más sencilla de lo que muchos creerían (ríe). Cuando yo hago una colaboración esta tiene que sumarle algo a la canción, a la historia. Por ejemplo, cuando escribí Un millón como tú, Subtítulos o Vamos a mi ritmo sabía que tenía que haber otra persona, porque necesitas esa contraparte, su versión de la historia. Para mí, es solo buscar el mensaje del otro lado que, muchas veces por miedo o dolor, nos negamos a escucharlo.