La música del dominicano Vicente García sabe a Caribe, a merengue y a bachata, pero a lo que menos suena es a lo convencional. Tras años de investigación y de realizar un análisis profundo de la cultura de su país, el joven ganador de tres premios Latin Grammy se ha encargado de darle un nuevo aire a la tradición de la música representativa de su República Dominicana, con experimentos sonoros, pero manteniendo la esencia de los géneros y ritmos.
Así es como hace una semana presentó el disco Candela, su tercera producción de estudio y la culminación de una trilogía de álbumes que él considera una realización artística. Primero fue Melodrama (2011) donde hizo un repaso por la historia de la bachata, luego llegó A la mar (2016) donde se adentró en los sonidos afrodominicanos y ahora es el turno del merengue presente en Candela.
García afirma que se siente afortunado de poder hacer la música que disfruta, la que lo divierte. Pero para llegar a esa etapa profesional el compositor tuvo que pasar por muchos años de intensa investigación de las raíces de esos sonidos que tanto ama, esa es la esencia de sus producciones.
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"Después de los dos primeros discos sentía que me faltaba trabajar el ritmo que mejor nos identifica a los dominicanos, que es el merengue. Fue un reto importante porque al merengue había que dedicarle buen tiempo ya que tiene características muy marcadas en la instrumentación, en la puesta en escena y los coros”, explicó Vicente en entrevista telefónica con Viva.
El merengue de Candela se puede bailar de principio a fin, pero en la producción queda muy claro que García no quiere parecerse a la propuesta tropical que hay. Para lograrlo apuntó a sintetizar las raíces del género con sonidos diferentes, además experimentó con cambios de instrumentos como, por ejemplo, en la variación del “tumbao” del piano –tan característico del género– a hacerlo con guitarra o con el tres cubano.
“Tomé el merengue desde el inicio, la base de la tambora y la güira es la misma pero con variaciones de patrones; esa fue la primera parte de plantear cómo iba a abordar el ritmo. La segunda parte era mirar al futuro y tratar algunos sonidos con el uso de sintetizadores, con elementos de la música electrónica y otras músicas como la africana con elementos del soukous del Congo,del zulú de Sudáfrica y con toques de la bomba de Puerto Rico; todo buscando el origen y después tratando de descontextualizarlo”, agregó el artista.
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Candela es un álbum fuerte, bipolar, intenso. Está compuesto por 15 canciones que hacen un recorrido histórico por sonidos, pero envuelve también lo contemporáneo y además del merengue, presenta bachatas, fusiones con el trap y música electrónica. Loma de cayenas fue el primer sencillo de esta producción; en la canción (netamente de merengue) Vicente hizo una colaboración con Juan Luis Guerra, a quien considera su mentor. El segundo extracto del disco fue Candela y hace una semana estrenó Ahí, ahí, una bachata romántica.
Investigación e inspiración
“Es importante conocer el origen de la música, no solo en el caso de la dominicana y caribeña, sino de la latinoamericana en general. Hay una riqueza que peligra con perderse en el tiempo y es labor de los artistas mantenerla viva, tomarla y a partir de ahí hacer cosas nuevas. En mi caso no quisiera que mis nietos se queden sin conocer el calipso, la bomba y la plena puertorriqueñas o el son cubano”, afirmó Vicente sobre el trabajo de rescatar los sonidos originarios de Dominicana en sus trabajos.
Más allá de los sonidos, en las letras de las canciones el autor aborda el amor y el sufrimiento desde la intensidad del caribeño; pero también lo hace desde la perspectiva alegre del latino que aprovecha los extremos de estos sentimientos para hacer mofa de ellos.
“En este disco fue más práctico y directo, quería reflejar otros tipos de composición y narrativa. Quería que fueran más desesperadas y más agresivas, como lo es el disco en términos de sonoridad, fue a propósito para diferenciarme de A la mar. Candela se hace mucho más directo con la historia y el sentimiento”, aseveró Vicente.
“Amamos y sufrimos de una manera muy fuerte, aquí se habla de esa locura pero también se revela el humor de reírse de lo enamorado que está uno y provoca burlarse de ese sentimiento y de uno mismo; eso es parte importante en todo el disco”, agregó.
Las canciones de Candela las compuso Vicente mientras estaba de gira, así que cada tema se siente así: de calle, natural, directo, que narra lo que sucede cuando se pasa el rato.
En Costa Rica
Vicente confirmó que Costa Rica es parte de la gira internacional que realiza para promocionar su nuevo disco.
El dominicano cantará en nuestro país el 13 de octubre, en el Club Pepper, en Curridabat. Los precios de las entradas y las fechas de la venta aún no se han anunciado; la productora del espectáculo es Blackline Live Entertainment.
“Ya tuvimos la oportunidad de hacer varios conciertos con parte del nuevo repertorio. Es un show mucho más movido porque el merengue inyecta una calidad rítmica importante, estamos felices con esa nueva manera de llevar la música a través del baile”, explicó.
“Estoy feliz de regresar a Costa Rica, esta es mi cuarta vez y la segunda que toco, me siento agradecido de volver, allá tengo grandes amigos”, finalizó el compositor.