La vida artística del cantautor costarricense Daniel Patiño ha sido al estilo nómada. Después de afianzar su música en Costa Rica, vivió y trabajó en México, desde donde también produjo material. Actualmente, el artista tiene más de dos años de hacerlo desde Oxford, Inglaterra, donde reside y escribe música.
Fue en Oxford donde se enteró qye ganó un premio en el concurso John Lennon Songwriting Contest.
Su trabajo de los últimos tiempos se vio reflejado con el estreno del disco corto Londres, del cual se desprende la canción Mañana, mañana, que lo llevó a recibir un reconocimiento en la categoría latina del prestigioso certamen.
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“Es un concurso de composición, se fijan mucho en la letra. Es uno de los pocos concursos a nivel internacional que tienen una categoría para música latina. He aplicado varias veces, en esta ocasión estuve como semifinalista, pero es la primera vez que hay cuatro ganadores: uno de la categoría Grand Prize Winner y yo gané uno de los otros tres premios”, contó Patiño desde Oxford vía telefónica.
Londres es un álbum que el compositor usó como catarsis. En las letras y en la música abrió su corazón y llevó su arte un paso más allá. Se muestra diferente en sonidos y fusiones, pero mantiene la esencia que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera.
Está compuesto por cinco temas Mi Nachita, Londres, Mañana, mañana, Te hago mal y Sabor a ti. La producción ya está disponible en plataformas digitales.
Sobre la canción ganadora del premio, Patiño expresó: “Algo que he descubierto a lo largo de los años es que la honestidad y ser suficientemente transparente, hace que las canciones conecten con las personas. En el tema hablo sobre ser una mejor persona, pero dejarlo para después, que hay una oportunidad de ser un mejor hombre, pero mañana. Es curioso, pero la procrastinación es un sentimiento que conecta”.
Daniel comentó que más allá de haber sido ganador del premio, le llena de orgullo que el nombre de Costa Rica figure en estos concursos de renombre internacional.
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El álbum
Cambiarse a vivir en Oxford fue una decisión repentina, pero él y su pareja se dejaron llevar por las circunstancias y aprovecharon el momento, aunque eso significara estar lejos de familia y amigos. De hecho, Patiño solo ha viajado a Costa Rica una vez durante los dos años y cinco meses que tiene de vivir allá.
Cuando estuvo en suelo tico aprovechó para grabar en Punta Leona el video de Mañana, mañana.
“Ha sido muy catártico el hecho de venir a un nuevo lugar. Varias veces en la vida me ha tocado empezar, ya me estoy acostumbrando a ese proceso de reencontrarse uno mismo, que después se refleja en la manera de expresar la música diferente. Me motiva y me inspira estar en constante cambio”, dijo.
Precisamente eso es lo que se escucha en Londres. Patiño venía oyendo mucha música latina -artistas como C Tangana, Rosalía y géneros urbanos-, cuando tuvo la idea de que en su nuevo disco hubiera mucho de esos sonidos. En el camino conoció al productor inglés Jim Lawton, con quien hizo mancuerna para trabajar.
“Él realmente no sabía casi nada de música latina, sabe hablar poco español, así que le enseñé todo lo que venía escuchando y comenzó a salir este sonido. Eso es lo que me mantiene emocionado para estar siempre explorando”, afirmó.
El disco tiene sonoridades muy particulares, pero mantiene el sello de Patiño y también el toque inglés. “Es importante, a pesar de que el sonido es diferente, si cierras los ojos siempre me vas a poner ahí. Jim metió su toquecito, el hecho de trabajar con alguien tan talentoso, con otras perspectivas y sensibilidades que vienen incluso del rock, hacen notar esa fuerza”, agregó el artista.
En cuanto a los mensajes y las letras, Patiño escribió a partir de la introspección. Incluso se expuso íntimamente al hablar de cuestiones como los comportamientos tóxicos que aprendemos en la vida sin darnos cuenta. El autor considera su obra como personal, pero que al ser sincera logra conectar con el público porque muchos se podrán encontrar a sí mismos en las historias.