Elena Umaña es una de las voces femeninas más reconocidas de la industria musical en nuestro país. Su versatilidad artística quedó demostrada hace poco más de seis años cuando dejó de lado el traje de grupera para cantar baladas, género que siempre ha amado, pese a que el público siempre la ha relacionado con Kalúa.
Hace unas semanas, Umaña retomó la música bailable y estrenó el video de la canción Muérdeme el corazón, un tema que también refleja una parte muy íntima de su personalidad: la sensualidad. Hoy Elena, la madre, la mujer, la artista, la empresaria; puede hacer eso: decidir qué hacer con su vida y vivirla al máximo luego de que durante muchos años se dedicó a complacer profesional y personalmente a otras personas.
En esta entrevista la cantante abrió su corazón para hablar sobre algunos aspectos importantes de su trayectoria que la han hecho ser todavía más fuerte, según afirmó. Incluso, se refirió brevemente a la situación que vivió hace un par de años cuando por un error dejó a su bebé en un carro mientras realizaba una diligencia.
Primero, sobre Muérdeme el corazón expresó que es la canción perfecta para mostrarla en una nueva faceta: la del género de la cumbia urbana.
―Esta es una canción muy movida, divertida y sensual. ¿Cómo asumió la llegada a este tipo de género?
―Es demasiado sensual, me tomé el riesgo porque siempre me atrevo a cosas diferentes, a salir de la zona de confort. Incursionar en este género de cumbia urbana ha sido bueno, es el tema más sensual de mi carrera tanto en lo visual como en la letra.
―¿Qué la animó a escoger esta canción?
―Me gusta siempre estar innovando, no quedarme en lo mismo que era cumbia y cumbia que fue con lo que me conocieron cuando empecé. Hay que evolucionar con los géneros porque ahora son muy diferentes, en ese camino hay que ir.
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―¿Qué fue lo que la encantó de este tema?
―Me gustó lo diferente de la letra, es muy atrevida porque habla de una nena que dice que no la van a engañar a ella, que no es la principiante, que no tiene miedo, que se quiere divertir. Es una chica muy liberal, por eso me gustó, por ser diferente.
―El video se centra mucho en el baile y en la historia de la pareja…
―Como era tan sensual el tema, el video también tenía que ser así. Ya no quiero ser la protagonista de la historia, quiero que alguien más lo haga, por eso escogimos a los actores.
―¿Refleja algo de su personalidad?
―Pues sí, tengo una parte muy sensual.
Artista
Elena creció en un pueblito de Puerto Jiménez, en Puntarenas, y desde muy pequeña siempre se sintió atraída por la música. Recuerda que en la escuela ella no faltaba en los actos cívicos y en las actividades especiales, pero fue hasta que conoció al empresario Henry Moya (quien fue su esposo después) que oficialmente llegó a la industria.
Moya la contrató para que fuera la cantante del grupo Kalúa, banda con la cual Elena estuvo durante 12 años, pero desde hace más de una década que tomó la decisión de dejar la agrupación para perseguir sus sueños y, sí, ser dueña total de sus decisiones.
―Son más de 20 años de trayectoria, ¿qué resumen hace de toda esta vida en los escenarios?
―Tantas cosas bonitas, tantas historias, de todo un poco. Desde los sentimientos encontrados cuando dejé Kalúa porque me costó mucho, sigo recordando con mucho amor a mis compañeros, incluso mis éxitos de Kalúa siempre los canto porque no pueden faltar. Ahora me siento una mujer muy segura que sabe lo que quiere, lo que quiere grabar, qué hacer con su carrera; me tomo muchos retos como cuando grabé el disco de baladas que es la música que me encanta.
―Han pasado muchos cambios en la industria musical y a pesar de todo tomó las riendas de su carrera. ¿Cuál es el secreto de que se siga manteniendo firme y estable?
―Primero la constancia, nunca he dejado de grabar y hacer cosas, siempre estoy presente. El trabajo bien hecho es otro factor, si ven mis videos son de primera calidad, lo mismo que las grabaciones. Además hay que evolucionar.
―¿Se ve haciendo una colaboración más pop o urbana?
―Pues sí, me gusta mucho una que hay ahorita de un reguetonero con Christian Nodal, suena muy lindo y diferente, me gustaría hacer algo así.
―¿Sigue componiendo?
―Tengo que retomar, eso es complicado porque no es sentarse a hacer una canción que te aparece de repente. La inspiración llega en cualquier lugar y siempre hay que estar atento a ella.
―¿Qué ha aprendido desde antes de ser Elena la de Kalúa hasta la actualidad?
―Yo vengo de Puerto Jiménez que es una zona muy rural, imagínate que el vecino más cercano estaba a media hora, así que era una niña muy tímida y hasta mucho tiempo después de que entré a Kalúa lo era. No era sociable pero aprendí a relacionarme con la gente, a defenderme en este mundo tan difícil, a ganarme el respeto porque el que estés vestida sexi en un escenario no significa que te pueden faltar al respeto. Ahora soy más segura, soy una mujer que tengo mucha más fuerza para salir de cualquier situación, porque sí, me ha tocado vivir momentos muy difíciles.
―¿Por qué si le gustan tanto las baladas se animó a cantarlas hasta su etapa como solista?
―Porque Kalúa nació como grupero y yo era dirigida, eso era lo que más vendía, lo más popular, lo que se consumía. La balada es un riesgo porque no es un público tan grande, es muy seleccionado, así que cuando lo hice era en el momento correcto porque no me iba a morir sin grabar un disco de baladas escritas por mí. Me gusta mucho pero no me puedo quedar solo en esto porque qué pasaría con el público que me vio nacer, aunque han aceptado muy bien las canciones y me ha abierto las puertas para el show de música plancha.
―¿Vocalmente qué la reta más?
―Las baladas porque yo pienso que la cumbia no tiene ningún reto, cualquiera canta cumbia, la balada es más complicada.
―Además de este nuevo sencillo, ¿qué tanto la reflejan sus canciones en esta etapa como solista?
―Yo tengo que identificarme con las canciones para interpretarlas. Con Niña mala pasó que es una persona que ya no le importa qué va a hacer con su vida porque no le importa lo que la gente diga; ella va a disfrutar de su vida. En el caso de las canciones románticas son muy diferentes las que compongo a los covers que hago; Paisaje me gustó mucho porque es una pareja que está en una relación que quieren terminar pero se dan cuenta de que importa más el amor que cualquier cosa y deciden volver, es una canción muy tierna.
Fortaleza
Durante muchos años, Umaña afirma que se dedicó a cumplir órdenes, a decir y hacer lo que le indicaban, así que cuando decidió alejarse de Kalúa y forjar su nueva vida en solitario, fue el renacer de una mujer empoderada. En ese periodo lanzó un disco de baladas (Diamante, 2014), con el cual cumplía su sueño de cantar música de corte romántico y hasta explorar su faceta como compositora.
―Es una mujer de armas tomar porque decidió hacer ese gran cambio en su carrera. ¿Qué tan fácil o difícil fue tomar esa decisión?
―Al principio sí fue muy difícil porque tenía una persona que decía y dirigía. De repente sentirme sola y agarrar fuerzas poco a poco fue complicado; no fue un proceso que se logró de la noche a la mañana. Ahora me siento una mujer segura a la que nadie le tiene que decir qué hacer porque yo sé bien qué quiero de mi vida, de mi carrera, escribo mis canciones, me siento libre.
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―¿Se siente una mujer libre y realizada entonces?
―Exacto. Me siento feliz con el público que es una etapa en mi vida que me encanta, esa cercanía con la gente es linda porque tal vez al principio por problemas emocionales trataba de aislarme.
―¿Aislarse?
―Siempre he sabido que por los ojos usted lee a una persona y yo no quería que en mis ojos vieran lo que pasaba en mi vida personal, pero ahora me encanta sentir a la gente que es lindísima.
―¿Es una mujer diferente?
―Muy diferente, en todos los aspectos.
―¿Qué la hace feliz?
―Son muchas cosas, creo que el estar tranquila, tener paz. Ahora me despreocupo totalmente de las redes sociales que están tan llenas de odio; no me doy cuenta de nada, no sé si hablaron o no y eso me da mucha tranquilidad. Que mis hijos estén bien y tener trabajo es lo que me hace feliz.
―¿Valieron la pena esos cambios para tomar las riendas de su vida?
―Valió la pena el sacrificio, yo lo tomo así. Si no hubiera pasado por todo lo que pasé, no tuviera el nombre que tengo ahorita.
―Con esa liberación que menciona, ¿han venido cambios físicos?
―Yo siento que lo que uno vive el cuerpo lo expresa y sí, yo no me sentía bonita. Ahora no, ahora me siento una mujer más que todo libre y feliz porque uno aprende mucho.
Madre
Madre de Natasha y Nathan, Elena divide su vida de artista con la de mamá. Afirma que trabajar en un medio tan demandante como la música le quitó antes mucho tiempo junto a su primera hija, pero que ahora en esta nueva etapa aprovecha al máximo los momentos en los que está con sus hijos.
―Además de Elena Umaña la artista, también es madre. ¿Qué significan sus hijos para usted?
―Son todo para mí. Son el motor más grande de mi vida en momentos difíciles o críticos, ahí es el momento en que yo digo que hay que ir para adelante porque tengo dos motorcitos que me necesitan. Son todo para mí, la mayor tiene 16 y el pequeñito va a cumplir cuatro años.
―¿Cómo nivela las vidas de mamá trabajadora y artista?
―Es bien complicado porque el trabajo de nosotros, aunque sea poquitas horas, implica viajes que son muy cansados. Pero siempre le dedico al menos dos días completos a la semana a ellos, hacemos cosas juntos, vemos películas en familia.
―¿Se ha arrepentido de algo en la vida?
―¡Híjole! Este tema es bien delicado, no sé si tocarlo. Me arrepentí de lo que pasó con mi bebé.
―¿Qué aprendió de esa situación (cuando por un error dejó a su bebé en un carro)?
―¡Uh! Que a veces por pequeños errores, que uno ve que son pequeños y no lo son porque son de una magnitud enorme, en un segundo pueden pasar cosas de las que te arrepientes toda la vida. Dichosamente lo mío no pasó más allá; pero aprendí que eso nunca más en mi vida me va a volver a pasar.
―El bebé estaba muy pequeño en ese momento, ¿en el futuro va a hablarlo con él?
―Si algún día por otro lado se da cuenta y me pregunta, lo hablaremos en el momento, en el calor del hogar.
―¿Cuál es su recuerdo más feliz?
―Los nacimientos de ellos dos, ver sus caritas por primera vez. Creo que es la experiencia más linda de cualquier mamá.
―¿Cómo fue retomar la maternidad después de tantos años?
―Vieras que es bonito, si todas las mujeres tuvieran la oportunidad de tener un bebé después de tantos años sería bueno. A Natasha la tuve en un momento en que Kalúa tenía mucho trabajo por eso a mi chiquita casi que no la disfruté porque me levantaba y la veía un ratito; en cambio con mi bebé ha sido una experiencia diferente, lo disfruto montones.