Pasión y locura, dos palabras que resumen a la perfección lo que provocaba Elvis Presley en millones de personas alrededor del mundo, sin ninguna duda.
Aunque millones no tuvieron la oportunidad de disfrutar de El Rey y su revolucionaria forma de cantar y de bailar, saben de su existencia gracias a que la cultura popular no ha permitido (ni lo hará) que su legado quede en el olvido.
Es un ícono. Nuevas y viejas generaciones lo veneran, aman cada uno de sus movimientos de cadera y todo lo que tenga que ver con él.
A 40 años de su muerte (16 de agosto de 1977), don Rodrigo Quesada es uno de esos fanáticos de hueso colorado y recuerda el épico día en que tuvo la oportunidad de verlo en directo. Fue en el año 1971, cuando era estudiante universitario en Misuri; él trabajaba en la cafetería del centro de estudios y tuvo que ahorrar buen tiempo su salario (0.70 centavos de dólar) para ir a escuchar a su artista favorito.
“Un grupo de amigos a duras penas nos acomodamos para viajar en carro más de 180 millas hasta el lugar del concierto. Comenzó con Jailhouse Rock , siguió con otras canciones como Don’t Be Cruel y Love Me Tender . Los movimientos que hacía ese carajo eran algo impresionante, pero lo que más me llamó la atención fue su voz y esa sonrisa carismática que tenía”, recordó Quesada.
Don Rodrigo cuenta que en el lugar del espectáculo, la mayoría de asistentes eran mujeres y que la locura que desató el artista cuando subió al escenario fue muy emocionante.
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Ya desde antes Quesada era fanático del cantante, pero después de tener una oportunidad única como esa, su pasión por la música y la historia de Elvis creceron hasta el punto de ser todo un entendido sobre el legado del artista para el mundo.
Otra fanática que ama a Presley es Adriana Sánchez. Cuando Elvis murió ella apenas tenía siete años, pero recuerda a la perfección cuando vio en la televisión de su casa las grandes limosinas de color blanco que llegaban a la mansión de Graceland para dar el último adiós.
“Estaba muy pequeña pero cuando veía noticias sobre su muerte me llamaba mucho la atención su belleza y su forma de bailar. Años después lo fui conociendo mejor y no pude hacer otra cosa más que amarlo por todo lo que era: su voz, sus movimientos, su talento. Como cantaba era una cosa tremenda”, aseguró.
Adriana colecciona música, videos y artículos sobre él, incluso el negocio de su casa se llama Macetas Elvis Bar; a su canario lo nombró Elvis y piensa llamar Aaron a su primer nieto.
Huella imborrable. Como los fans, la cultura también se rinde a los pies del carisma de Presley. Su imagen y su voz son todavía objeto de culto y las artes se encargan de que no queden en el olvido.
Y es que como bien lo dijo la revista Rolling Stone : “Elvis fue un gigante de la música estadounidense del siglo 20 que por sí solo cambió el curso de la música y la cultura, así que merece todos los honores”.
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El cine, la televisión y las artes plásticas han sabido sacarle el jugo al artista durante estos 40 años. Un ejemplo muy llamativo es el del artista plástico Andy Warhol, quien en 1963 creó la obra Eight Elvises , una serigrafía que muestra ocho imágenes de Presley vestido como vaquero; la foto que se usó para la obra corresponde a la publicidad que se usó para el western Flaming Star (1960). La pintura se vendió en el año 2008 en una subasta privada por un monto de $100 millones.
Hablando de la pantalla grande, Elvis protagonizó en vida más de 30 filmes, pero después de fallecer no ha dejado de aparecer directa a indirectamente en otras películas. Hasta los niños han tenido una referencia sobre el rocanrolero: en Lilo & Stitch (2002), Lilo es seguidora de Presley e intenta que el extraterrestre Stitch aprenda a ser como el cantante.
Por su parte, el pingüino Memphis, de Happy Feet, está basado en la personalidad y voz del artista; además, recibió su nombre en honor a la ciudad donde vivió el cantante.
Es inolvidable cuando en Forrest Gump el pequeño Forrest baila emocionado al ritmo de la guitarra de un invitado en su casa. Tiempo después el niño ve cómo sus particulares movimientos son imitados por el muchacho en la televisión (Elvis). Así hay muchas otras menciones sobre el cantante en el sétimo arte como en The Independence Day o Men in Black , cuando se dice que Elvis no murió y que, por el contrario, volvió a su planeta.
Por su parte, los ratones Pinky y Cerebro tienen una teoría diferente: ellos aseguran que Elvis se encuentra encerrado en una celda en la mítica área 51 junto a Pie Grande, un OVNI y varios de los secretos mejor guardados de Estados Unidos.
En la publicidad las apariciones de Presley también son muy importantes. Recordemos el famoso anuncio que hizo la empresa Nike para promocionar sus artículos previo al Mundial del 2002. Al ritmo de A Little Less Conversation , grandes figuras como Figo, Ronaldo, Ronaldinho y Roberto Carlos jugaron un torneo corto de fútbol.
No se puede olvidar al gran fanático de El Rey que conduce su carro viejo y se queda botado a medio camino y, con la canción King of the Road sonando de fondo, fue salvado por una chica en un Audi.