Andrés Calamaro es sinónimo de historia, de rock, de Argentina, de España, de eclecticismo. Así es como presenta Verdades afiladas su más reciente sencillo, título que está muy acorde a la personalidad del roquero suramericano.
La pieza es una combinación de varios géneros musicales. Está compuesta por una lírica que expone introspección, pero que Calamaro asegura no es biográfica. Verdades afiladas es la carta de presentación del álbum Cargar la suerte, que pronto verá la luz, este disco, según el argentino será especial para los adictos a la música y al estilo de la vieja escuela.
Sobre esta nueva canción y el audiovisual en el cual el artista encarna a un taxista de la vieja escuela (que muchos reconocerán en un personaje de una famosa película), Calamaro respondió una entrevista vía correo electrónico a Viva.
-¿En esta nueva canción Verdades afiladas, qué hay de su vida en ella?
-No soy estrictamente autobiográfico, puedo cantar canciones de otros autores porque mi compromiso es para el canto y la música. En este caso prefiero el enigma, no explicar demasiado el texto para no alejarlo de los instrumentos; las melodías, las guitarras y la grabación. Parece una letra “quirúrgica” que se explica sola. Yo escribo muchas cosas y después vemos para que sirven.
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-Llama mucho la atención la historia del video. ¿Cuál fue la inspiración para ponerse en los pies de un taxista?
-Nos inspiramos en Taxi Driver, la gran película de Martin Scorsese y el formidable taxista que compone Robert de Niro. Manejar un taxi fue cumplir un sueño imposible. Nos pusimos a los pies del icónico taxista excombatiente en Vietnam, presa del insomnio y de una vida trunca por una guerra inexplicable. Una obra de arte.
-¿Qué relación podría existir entre las verdades de la vida y la historia del video?
-El video es un guiño al cine y al boxeo porque uno de los pasajeros es el campeón del mundo El Látigo Coggi. El taxista circunspecto, y los pasajeros eventuales, podrían reflejar los conflictos del texto, quién sabe. ¡No sé si el video está inspirado en la letra o en la música! Y es una buena pregunta. Podríamos usar este mismo video para otra canción. Me deja usted pensando.
-La canción sabe a rock, pero también a una fusión de géneros muy marcada. ¿Por qué hacerla de esta manera?
-Es un "rock bandolero”, “americana rock” y California Roll. Podríamos haber cantado una “ranchera argentina” pero un buen amigo me aconsejó no cantar letras con aromas rancheros dentro del estilo. El disco es un catálogo de ritmos posibles dentro de unos ciertos límites que es el género múltiple, rock en castellano en busca de las “raíces californianas” de la grabación.
-De cara al nuevo disco y con esta carta de presentación que es Verdades afiladas, ¿qué le mostrará al público en el álbum?
-El álbum es una grabación extraordinaria de doce canciones. Más que 12 veces Verdades afiladas, 12 asaltos como los de un combate de boxeo. Un disco de la vieja escuela. Este disco resiste todo, me comprometo a no defraudar si me ofrecen el privilegio de vuestra atención para escuchar el disco varias veces.
-¿Sobre qué tratarán las nuevas canciones en temas de lírica?
-Distintas y variopintas referencias no musicales: poesía, amistad, delirios cristianos, mitología linyera, épocas, culturas y delito, los nómades y los sedentarios, acritud social, libertad; son partes del pensamiento de todos los hombres. El disco llega a conclusiones profundas y otras que no lo son tanto, los hábitos, evitar el mal humor, cantar en rima y en prosa, para las espinas de una rosa. De Hiroshima.
-En lo musical y en cuestiones de sonidos, ¿qué retos asumió para grabar el nuevo disco?
-Fue una grabación comprometida, grabando con ensambles de hasta 11 músicos juntos y al mismo tiempo. Apostamos al compromiso y el talento musical de los músicos, deposité mi confianza en colaboradores de extrema importancia. Grabamos el disco en cuatro días. Un reto detrás de otro: letras que van a ser canciones, canciones que van a hacer un disco, grabarlo y cantarlo. Parece sencillo pero me hubiera sido imposible hacerlo sin Germán ( Wiedemer, arreglista), Gustavo (Borner, ingeniero de sonido) y los músicos de lujo.
-Tras una carrera tan amplia y siendo un referente del rock y de la música latinoamericana, ¿cómo considera el estado actual del género frente a las nuevas tendencias urbanas y la ola de colaboraciones entre artistas?
-La música maneja otra clase de tiempo. Siempre está bien. Existe toda la música junta. Incluso aquella que espera ser escuchada. El rock no declina nunca, tiene historia, vanguardia y alternativas, tiene raíces, idiomas. Las tendencias urbanas también me gustan pero, el rock y la música latinoamericana, están en un momento brillante y en todos los momentos. Toda la vida es el pasado y nos espera el destino. Cargar la suerte.