
Niños y grandes, millones alrededor del mundo están encantados con una canción que llevó a la joven Tones And I a pasar de tocar con su teclado Casio en las calles de Byron Bay, un municipio al sur de Australia, a conquistar el mundo de un tirón.
Dance Monkey es ese tema que muchos cantan y que se identifican de alguna manera con la letra que habla sobre cumplir obligaciones para quedar bien con los demás, a complacer a otros y como fue en su caso a cantar y cantar para entretener.
Tras su primera noche como artista callejera en la cual recibió monedas, apoyo y burlas por igual, la artista escribió el éxito que la llevaría a colocarse en las primeras posiciones de las listas de popularidad hace apenas un año y medio.
Esta apenas fue la segunda canción que publicó oficialmente la otrora artista callejera y de un solo golpe le cambió la perspectiva, más no la vida diaria a la joven.
El éxito la puso en el mapa y ya para mayo del 2019 Tones And I publicaba su primer disco corto titulado The Kids are Coming, una producción cargada de mensajes sociales como la lucha contra el bullying y el cambio climático, así como el papel que juegan las nuevas generaciones en tratar de salvar al mundo.
El éxito de esta canción y la artista tomó por sorpresa al mundo entero, razón por la cual no es de extrañar que Dance Monkey se convirtiera en el tema más buscado en Shazam –aplicación para el reconocimiento de música– durante el 2020. La información la dio a conocer recientemente Apple, propietaria de este servicio.
Según la compañía de la manzana, más de 24,6 millones de veces una persona se hizo la siguiente pregunta: “¿cuál canción es esa?” y al procesar la música la aplicación daba el nombre del tema y de la cantante.
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Camino al éxito
Toni, su nombre de pila, expone en sus piezas sus vivencias personales y también defiende firmemente en su obra sus creencias. Hace un par de semanas estrenó el sencillo Fly Away, una canción inspiradora que invita a perseguir los sueños y a darse cuenta de que no encajar con los estándares de la sociedad está bien si no se quiere.
“Solo quise crear una canción que me hiciera sentir como cuando estaba creciendo. Quise hacer una de esas canciones que escuchabas cuando eras joven y te hacían feliz y te inspiraban a ser lo que querías ser, como en mi caso, una artista. Quería escribir una canción honesta cuyo coro fuera inspirador”, explicó la artista sobre Fly Away en una entrevista virtual con Viva.
“Quise que el video fuera para todas las personas, que al mostrarlo se lograra una identificación. Quise decirle a la gente que aproveche lo que realmente los hace felices como los momentos de verdadera conexión con otros, pasar el tiempo con las personas que amamos”, agregó.
Tones And I se considera (y se nota) una mujer sencilla, agradecida y sorprendida por el éxito, pero con los pies puestos en la tierra. Sigue llevando su vida lo más parecida a la que tenía antes de convertirse en un éxito mundial, sigue pasándola bien con sus amigos y con sus perros, le gusta cocinar y continúa escribiendo música.
“Nada ha cambiado para mí como persona. Mi vida es muy similar a la que tenía antes, sigo escribiendo música todo el tiempo que es lo que hacía cuando tocaba en la calle y vivía en mi camioneta, esa es mi manera de ser feliz. Siempre estoy con mis amigos y escribiendo, tratando de llenar mi vida con buenos recuerdos. La vida es lo que haces con ella sin importar quién seas”, contó sobre su vida tras el éxito que le deparó Dance Monkey.
La joven afirma que toda la fama y el reconocimiento que le llegó gracias al sencillo lo ha sabido aprovechar para llevar un mensaje en el que cree firmemente. Afirma que está muy orgullosa de la canción que la ha llevado a presentarse en espectáculos alrededor del mundo (lo cual era su sueño desde niña).
“Esta canción ha abierto muchas puertas para mí como artista y ya hay personas esperando a escuchar la próxima canción. Cuando la escribí fue para las personas que me escuchaban en la calle, la interpreté ahí como seis meses antes de publicarla y luego fue una locura”, recordó.
Ahora, la exposición y su posición sirven para llamar la atención por problemáticas sociales con las cuales se identifica y por las que busca ser una voz.
“Siento que hay temas que no reciben la suficiente atención como el cambio climático y el bullying, con estos temas tengo las mismas metas, creo que todavía tenemos mucho que hacer, siento que podemos hacer los cambios correctos para el futuro y para las generaciones que vienen. Creo que debemos hacer algo rápido”, explicó.
“Es una responsabilidad como artista hablar sobre lo que genuinamente te preocupa”, finalizó.