La vida le sonrió a miles de melómanos esta semana, gracias al concierto que ofreció Paul McCartney en el Estadio Nacional, en La Sabana. Tanto así, que la gran mayoría de espectadores considera que se trata del máximo espectáculo musical que se ha llevado a cabo en Costa Rica.
Desde luego que tal enunciación es meramente subjetiva, como lo es el gusto por cualquier tipo de expresión artística, pero bastó observar al público para saber que se trataba de la conglomeración humana más heterogénea que se ha visto en un show de este tipo en el país, dado que la música de Macca es una de las más inclusivas de la historia.
Entre los más impactados por el concierto están los del gremio de la música local, quienes se congregaron en el recinto con expectativas que fueron superadas, sin importar el género musical que interpreten. Viva conversó con algunos de ellos para conocer sus valoraciones.
Alucinante. Ricardo Ramírez, violinista de Éditus, considera que –en efecto– el de McCartney fue el mejor concierto que ha tenido el país. “Fue el mejor espectáculo que he visto desde que se hacen conciertos internacionales en Costa Rica. El sonido, las luces, los efectos visuales, lógicamente el repertorio, los músicos, el nivel musical de la banda. Fue excepcional”.
“Fueron tres horas de escuchar éxitos y éxitos, que movieron células y generaron suspiros. ¿Cómo un grupo (Los Beatles) puede lograr ese nivel y crear tanta música tan maravillosa, sin fecha de expiración? Yo fui con mis hijos de 19 y 16 años y es vacilón que un cantante de 72 años vuelva loco a un adolescente de 16 años con su música.
Marta Fonseca, cantante del dúo de rock pop Suite Doble, tuvo la oportunidad de disfrutar del show desde la tercera fila. “Hablar de McCartney es hablar de palabras mayores, y por eso pienso que ha sido uno de los artistas más importantes que ha pasado por Costa Rica”.
“Paul es considerado el artista del siglo y por eso podríamos decir que es lo más impactante que hemos tenido acá”, agregó. “Me pareció impresionante todo, no solo él como compositor y la puesta en escena, sino también el show como tal: las pantallas, la forma de ligar los visuales con la música, su humildad, su presencia y su forma de ser. Es como un chico haciéndole canciones de niños a adultos”.
El baterista de Malpaís y The Beagirls (grupo tributo a Los Beatles), Gilberto Jarquín, también se hizo presente en el concierto, quien igualmente consideró el de McCartney como el mejor show que ha podido observar en Costa Rica.
“Lo más bonito obviamente fue el repertorio de la gira, porque es una música que abarca posiblemente todas las generaciones”, manifestó Jarquín. “Podías ver desde chiquitos hasta adultos, y nadie dejaba de bailar y cantar”.
“Es un músico muy completo: toca guitarra, canta, toca bajo, ukelele y piano. Tiene gran carisma, se comportó ameno, y dijo y se aprendió palabras en español para el público. Superó todas mis expectativas”, concluyó el baterista.
Sin caducidad. Tal como lo apuntó Ramírez, la música de McCartney apela a muchas generaciones, entre ellas la camada reciente de música costarricense.
Ale Fdz (solista e integrante de Fuego) alegó que el concierto le resultó impresionante. “Cuando le dedicó una pieza a John Lennon me despedazó, porque pude ver el lado humano de Paul y me identifiqué demasiado. Sentí como que el mae quería que John estuviera vivo para decirle que lo ama”. El músico también destacó la musicalidad de la banda, en especial los solos de guitarra de Rusty Anderson.
Por otro lado, Eduardo Quesada (cantante de D'Tour, banda tributo a Los Beatles), afirmó que nada se le puede comparar a un concierto de Macca. “Que cantara 30 canciones sin tomarse un vaso de agua es algo fuera de este mundo. Mi momento favorito fue haberlo visto entrar a la tarima. Llevo escuchándolo desde los 8 años; no lo podía creer”.
Henry D’Arias, de grupos como Índigo y The Electric Creatures, dijo: “Fue un éxtasis, desde el minuto uno hasta el final. No hubo bajonazos, fue un viaje; transportó a miles de personas a otro universo.
“Mis momentos clave fueron cuando tocó Blackbird ; los temas de Sargento Pimienta ; Hey Jude (que puede poner a cantar a galaxias enteras); y por supuesto, el cierre con temas de Abbey Road ”.