A las 2 a. m. de este viernes, en el Hard Rock Cafe de Costa Rica sonaron las últimas notas de I'm a Believer, tema original de Neil Diamond al que la banda estadounidense Smash Mouth le hizo un cover para la saga de películas Shrek.
Smash Mouth fue el plato principal del acto inaugural de la franquicia de restaurantes en el país. La agrupación californiana (cuya fama se remonta a finales de la década de los 90) interpretó seis temas en la gala, todos harto conocidos por los consumidores de rock y pop anglosajón de entonces.
Su concierto arrancó con Can't Get Enough of You, Baby, otro tema impropio de la década de 1960, y continuó con Then the Morning Comes, una canción original de la banda, la cual causó confusión entre el público, puesto que durante todo el concierto resultó difícil escuchar la voz del cantante Steve Harwell, la cual sonaba más baja que las del bajista Paul de Lisle y el guitarrista Sean Hurlitz, quienes apoyaban las vocales en coros y algunos versos.
Durante All Star, uno de los grandes clásicos de Smash Mouth, Gustavo Araya (dueño del restaurante en Costa Rica) tomó el micrófono y cantó la mayoría de la canción, con un tono sorpresivamente mejor que el de Harwell. Araya se mostró pletórico de satisfacción empresarial.
El sonido del concierto no fue precisamente uno de los puntos altos de la ceremonia de inauguración, a la que arribaron más celebridades que fans, y en la que, además del concierto, hubo una actividad en la que personajes como el futbolista Paulo César Wanchope, el alcalde de Belén, y el ministro de cultura Manuel Obregón, entre otros, literalmente destrozaron guitarras sin estrenar, bajo la premisa de que "así es el rocanrol".
A pesar de las adversidades, los cientos de presentes corearon piezas como Gira el mundo, a cargo de Percance; La historia salvaje, interpretada por ex integrantes de Café con Leche (entre ellos Obregón) y Pedro Capmany; Cuántas noches, de El Parque; y El invisible, con Gandhi en el escenario.
Igualmente, el público cantó a más no poder canciones que sonaban mientras se hacían las transiciones artísticas en tarima, como Sweet Child O' Mine, de Guns N' Roses; De música ligera, de Soda Stereo; y Losing My Religion, de R.E.M. Aquello parecía un karaoke de rock cliché, lo cual calzaba de maravilla con la demografía del aforo.
Listo: el Hard Rock Cafe de Costa Rica, ubicado en Belén, está oficialmente inaugurado. Los músicos presentes (salvo los de Smash Mouth) anhelan que el negocio cobije a la música costarricense de manera solidaria, a sabiendas de que el circuito de recintos para conciertos en el país es reducido y vicioso.
Algunos de ellos, los más sabios, secundan un viejo refrán: "Solo el tiempo dirá".