Guadalupe Urbina vive en paz, afirma que todo lo que la vida le ha dado, incluida la música, es un regalo que agradece día a día. Recientemente, la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM) honró esa pasión que siente Urbina por la composición y la interpretación con el premio Ricardo Reca Mora, que reconoce la trayectoria musical de artistas costarricenses.
El premio le fue entregado a Urbina y a su colega Carlos Guzmán en la pasada edición de los premios ACAM donde también celebraron el 30 aniversario de la fundación de la asociación.
“Es un homenaje de los músicos para los músicos. Me parece muy importante. Estoy muy contenta de recibirlo, creo que cualquier reconocimiento para nuestro trabajo es importante porque en un país tan chiquito no es tán fácil que el trabajo tenga mucho público”, dijo Urbina de 60 años en una entrevista telefónica con Viva.
Ese premio es para Guadalupe un orgullo, lo recibió feliz y por supuesto agradecida, pero también reafirma su convicción de que la música costarricense necesita más espacios de difusión, más apoyo. Actualmente, y como lo ha hecho desde hace varios años, la compositora, pintora, música y escritora vive en Longo Mai (una comunidad autogestionada ubicada entre Pérez Zeledón y Buenos Aires de Puntarenas).
Con más de cuatro décadas en la música, fiel defensora de la cultura y de las raíces, Guadalupe afirmó que pese a que la industria la puede considerar “obsoleta”, ella a su edad siente que apenas está empezando y que tiene mucho qué decir y qué defender por medio de la música.
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“La música es mi vida, es un aspecto muy importante, es parte de mi vida cotidiana. La música ha estado en muchas experiencias personales en las cuales ha jugado un papel muy importante, siento que apenas estoy empezando a mis 60 años.
“Yo soy una mujer mayor a la que esta sociedad no le ofrece nada, soy como una pieza obsoleta para la sociedad, pero yo no pienso así de mi misma y por el contrario estoy más creativa, con mayor gracia, con mayor brillantez que antes y estoy agradecidísima con los años que me regalan. Después de vivir así una puede morir en paz”, dijo.
El mensaje claro y conciso de su música, el folclor y el sentimiento que hay en sus obras literarias y pictóricas resumen a la perfección la meta de Guadalupe en el arte tico: ella es una fiel representante de nuestras raíces y ha dedicado su vida a eso, a defenderlas, cultivarlas y compartirlas con las nuevas generaciones. Estos atestados sumaron para la elección que hizo ACAM en su decisión de reconocer el trabajo de la Lupe.
“Me ha inspirado siempre la vida y me sigue inspirando. Mi trabajo gira entorno a mis experiencias personales y las experiencias que tengo como un ser social; lo que vivo cada día y lo que veo, eso es básicamente la inspiración, lo tengo todo aquí”, reconoce Guadalupe sobre la musa con la que trabaja a diario en sus diferentes expresiones artísticas.
El estado de la música
Desde su hogar la artista reafirmó su convicción de que la música nacional necesita espacios de difusión y más apoyo para lograr convertirse en una industria.
“La música costarricense necesita espacios y plataformas para ser difundida y promocionada para que llegue a la gente, porque es la gente la que te sostiene y te alimenta. Esto no es de ahora, lleva mucho tiempo y tiene mucho que ver con un problema estructural de una cultura y de unas políticas e intereses que a toda costa quieren invisibilizar la diversidad cultural del país”, afirmó de manera vehemente.
Urbina reconoce que en nuestro país existe una amplia diversidad de géneros y expresiones musicales a las cuales se les debe de sacar provecho. Asegura que debemos, como costarricenses, volver la mirada hacia adentro, reconocer el trabajo y no tenerle miedo a lo propio.
“Tiene que ver con un país al que se le ha negado su diversidad cultural. Si se le niega su historia se le niega la posibilidad de autoconocimiento; si no se conoce a sí mismo, no se puede estar interesado en otra cosa más que lo que le dan, se convierte en un consumidor de lo que le ponen en la mesa.
"Creo que los costarricenses, en medida que conocen a su gente, no conocen más que estrellas de fútbol y el humor de chota que es lo que la gente cree que es lo necesario, es lo que se vende. Esto no ocurre en todas partes, ocurre muy particularmente en Costa Rica y tiene que ver quizá mucho con que es un país pequeño donde la centralización de la toma de decisiones está en la capital que es un espacio también reducido”, afirmó.
En el marco del homenaje del Reca Mora y la cuarentena provocada por la pandemia del covid-19, Urbina aprovechó para contar que pasa sus días escuchando mucha música y aprendiendo cada día más. La artista confirma que la situación económica de los artistas es de emergencia, que si antes de la cuarentena el trabajo era escaso, ahora lo es más; pero que la música sigue funcionando como una compañera en tiempos difíciles para todas las personas y que debe de seguir haciéndolo, que los artistas tienen la función de acompañar.
“La música es una compañera inigualable que eleva las energías y refuerza cualquier sentimiento que tengas, más vale que tengas buenos pensamientos y sentimientos porque de lo contrario también te puede hundir en una depresión fatal”, finalizó.