No es antojadizo que un par de hermanas, con dos vocerones y un talento innegable, se echaran por segunda vez a la bolsa a un público tico que abarrotó el Parque Viva.
La calidad del espectáculo y la energía en tarima que ofrecieron Hanna y Ashley, las chicas de Ha*Ash, la noche de este domingo en el Anfiteatro Coca-Cola, solo puede calificarse con una nota de 100.
LEA MÁS: Ha*Ash recibió reconocimiento especial en Costa Rica
Ellas son cómplices en escena, eso lo supimos desde su primer concierto, que también fue en este mismo recinto, pero el hecho de que esta vez volvieran a emocionar al límite a sus fans, merece un aplauso de pie. ¡Y vaya que lo recibieron!
Ellas son pura adrenalina, bailan, cantan tocan la guitarra, se ríen, conversan y seducen a su público con unas letras llenas de humor, de fisga, de amor y desamor.
Pero eso no es todo. Las chicas también destacan por ser cercanas con sus fans, ellas se identifican con sus historias y se ven reflejadas en las miles de almas que corean junto a ellas sus éxitos.
Como su público es tan variado, las hermanas se dejan también encantar por los piropos y los gritos que les llegan desde las graderías.
Fanáticos
El Anfiteatro Coca-Cola estaba al tope esa noche, con una audiencia que iba desde grupos de amigos, hasta familias con papás y pequeños hijos. Todos cumplieron su sueño de ver a las mexicanas en vivo, cantar sus canciones y bailar con ellas.
Así pasó, por ejemplo, con la familia Riggioni Marín, que llegaron desde Cartago para complacer a las pequeñas Daniela y Stephanía.
Ellas tienen ocho y seis años y contagiaron a sus papás, Adriana y Jean Carlos, con la locura por Ha*Ash. “Cantan muy bonito, nos gustan mucho”, dijo Daniela mientras que su hermanita asentía con la cabeza.
“Es una bonita oportunidad para compartir en familia, a nosotros también nos gustan mucho”, contó Adriana. Esta familia es la primera vez que visita Parque Viva y estaban disfrutando al máximo en la localidad de gramilla de pie.
La misma emoción se sentía en cada rinconcito del recinto. Muchos gritaban de emoción cada vez que iba a comenzar uno de sus éxitos. Con los primeros acordes de cada pieza los corazones se aceleraba y provocaban muchísima emoción.
Un grupo de amigas que venían de lugares tan distintos como Guadalupe, Coronado, San Pedro y Limón también disfrutaron al máximo esta experiencia. Esta es la segunda vez que ven a Ha*Ash en vivo gracias a la coordinación de Angie Arias.
“Las amamos, nos matan con sus canciones cortavientos. También es que son demasiado buenas para cantarle al despecho y mandar al carajo al desamor”, dijo la fan.
En este grupo de amigas había una pequeñita que iba a experimentar su primer concierto en la vida. Alisson, de ocho años, tenía varias tías postizas que le cumplieron un sueño.
Cargadito
Podemos decir que el show de Ha*Ash transcurre en un sube y baja de emociones. Como lo prometieron en entrevista antes del concierto, el espectáculo fue un repaso bien cargado de sus 15 años de trayectoria.
Desde las más románticas como Te dejo en libertad, Qué hago yo o Lo aprendí de ti, hasta las más bailables como 100 años contigo, que le da el nombre a la gira, Estés en donde estés, Ojalá y Tú y yo volvemos al amor.
Las chicas recorrieron los éxitos de discos como Mundos opuestos, Habitación doble y las más viejitos de Ha*Ash, su álbum debut.
“Nos han hecho sentir como las mujeres más amadas. Costa Rica, para nosotras son como nuestra segunda casa”, dijo Hanna, antes de despedirse.
Tras esta intervención sonó la rítmica No te quiero nada. Acto seguido las chicas salieron de escena para ponerle algo de mística a su adiós, pero rápido volvieron para despedirse con toda su energía.
Vestidas con camisetas de la Selección Nacional de Fútbol, Hanna y Ashley dijeron adiós con 30 de febrero, Perdón perdón y Odio amarte. Fue una gran noche. Estas muchachas saben muy bien lo que hacen y cómo llevar al límite a sus seguidores. En Costa Rica tienen una parada inevitable.