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Caída en tiempo. Así comenzó la octava entrega de los premios ACAM a la música nacional. La gala, programada para las 7:30 p. m., comenzó a las 7:58 p. m.
Tradicionalmente, el tema Noche inolvidable , bolero de Ricardo Reca Mora, es la apertura de los premios. Anoche, fue ese el tema pero un abordaje “moderno”: mezclado por un Dj y con bailarines de break dance .
A las 8:10 p. m. llegó el homenaje al compositor guanacasteco Max Goldenberg, reconocido con el premio Reca Mora por toda una vida dedicada a la música.
Sus sobrinos Fidel y Jaime Gamboa, junto al percusionista Tapao Vargas desataron un bien hilado puñado de las canciones de Goldenberg.
Lento pero firme. A paso lento fue desarrollándose la gala hasta que cayeron los primeros ganadores: categoría de tropical, música típica, pop, música urbana (para Mr. Pray) y nueva canción costarricense solista, que permitió ver en escenario a una emocionada María Pretiz por haber ganado.
Luego, Malpaís subió a recoger su premio ACAM en la categoría nueva canción costarricense grupo y, de seguido, Akasha subió a interpretar su canción Descriptar .
Tras la actuación de Akasha con su tema nominado a canción del año, vino el segundo bloque dedicado al rock . Gustavo Salazar se llevó el premio en hard rock por su disco Androide .
Tras bastidores, él le dijo a Viva : “Esperemos que las radios aprendan de esto y nos apoyen”.
Sight of Emptiness subió a recoger su premio como vencedor en heavy metal y también dio un tirón de orejas. “Está quedando claro que el rock vende, ojalá los productores entiendan que al rock nacional hay que apoyarlo”, manifestó Eduardo Chacón, cantante de la banda nacional.
