El legado de un grupo no se puede medir en éxitos radiales o en la exposición en medios: se mide en recuerdos y memorias. La banda de heavy metal Iron Maiden lo sabe mejor que muchos otros grupos de su género, considerando que nunca ha intentado hacer el salto comercial.
“Creo que si oyes Maiden, te das cuenta rápidamente de cómo sonamos y para nosotros no es nada forzado sonar así. Tampoco nos hemos forzado a salir en la radio... ¡Ni siquiera sonamos en la radio!”, dijo a La Nación, Dave Murray, guitarrista del grupo, en una entrevista telefónica.
“Nos hemos mantenido por la música, nuestro punto más fuerte, por el personaje de Eddie y todas sus versiones, y por nuestra puesta en escena. Una combinación de todas estas cosas es lo que nos han mantenido atractivos”, explicó Murray, para luego soltar una carcajada, de emoción.
Las memorias de estos conciertos y estos íconos son suficientes para atraer a las masas a sus presentaciones, en las que nunca han bajado ni un grado de intensidad. Así es un concierto de Maiden: potente.
Bruce Dickinson es una de las voces más reconocidas del heavy metal.Memoria. Por tercera vez en ocho años, el grupo visitará Costa Rica para dar un concierto, el 8 de marzo en el Estadio Ricardo Saprissa. Este grupo inglés sabe dar una buena primera impresión. La primera visita de Iron Maiden, realizada en el Estadio Ricardo Saprissa, un 26 de febrero del 2009, fue un hito nacional.
En el 2008, el público estaba habituado a ver a los mismos roqueros, salseros y cantantes de baladas. Grandes nombres del rock habían venido ya, como Alan Parsons y Santana, pero nunca una banda de heavy metal tan conocida había tocado suelo nacional.
Una parte de ese primer concierto quedó plasmado en una parte del documental de la gira, en donde se incluyó la interpretación en Costa Rica del clásico Powerslave. Murray recuerda que él y el baterista Nicko McBrain fueron a jugar golf antes del concierto y que el público tico fue “increíble” y “emocionante”.
Durante la misma gira, Maiden regresó a Costa Rica un 3 de marzo del 2009, esta vez en el Alejandro Morera Soto de Alajuela. Maiden rompió la burbuja.
Después de sus dos visitas, el país ingresó en el mapa de las bandas de metal: Metallica, Megadeth, Judas Priest vinieron en años posteriores.
Retorno. Ahora, el grupo regresa en el marco de su gira The Book of Souls, promocionando el disco que lleva el mismo nombre, el número 16 en su carrera. La producción del disco fue atípica bajo los estándares de la banda, cuenta Murray.
“Normalmente ensayábamos las canciones antes de llegar a grabar un disco pero, esta vez, cada uno llevó ideas grabadas y partimos de eso. Creo que fue más espontáneo y como tenemos experiencia, llegamos confiados”, dijo el guitarrista, que ha sido parte de todas las grabaciones del grupo.
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The Book of Souls mantiene el sonido de heavy metal característico del conjunto, al mismo tiempo que busca en pasajes orquestrales y composiciones más extensas, nuevas formas de hacer música de Iron Maiden.
“Históricamente, Maiden no ha hecho canciones de tres o cuatro minutos, siempre hemos apostado por hacer pequeñas piezas épicas y creo que es parte del encanto, del tipo de tradiciones o sellos que tiene Iron Maiden: cada canción es una saga”, dijo Murray, quien una vez más, soltó una carcajada. Atribuyó su buen humor a estar una vez más de gira.
La grabación sucedió en Guillaume Tell Studios, París, de setiembre a diciembre del 2014.
Al final, quedó un álbum doble –triple, en vinilo– de 92 minutos; es decir, crearon sobre la marcha más música de la que imaginaron y de manera espontánea.
El disco se compuso y grabó previo a una temporada en la que el cantante del grupo, Bruce Dickinson, tuvo que mantenerse lejos de los escenarios por tratarse un cáncer en la lengua.
Dickinson ha dicho que sus interpretaciones vocales no han sufrido debido a la enfermedad y las reseñas de los primeros shows de la gira parecen confirmarlo.
“Salir en esta gira, de nuevo junto a Bruce –quien también vuela el avión 747–, es muy significativo para nosotros, y la situación que él vivió nos ha hecho apreciar más todo, porque él logró pasar por el tratamiento de cáncer y sigue cantando fantásticamente”, admitió Murray.
La gira inició en Miami, Florida y de ahí pasará por distintas ciudades de Estados Unidos, Asia, Europa e incluirá las primeras visitas del grupo a San Salvador y Pekín.
El legato en las guitarras y los solos extensos son algunas de las marcas de Iron Maiden. En orden usual, Adrian Smith y Davbe Murray, guitarristas del grupo.“El show será muy poderoso y muy teatral y muy explosivo. Será una gran noche”, dijo Murray.
Con 41 años de carrera, Iron Maiden es de esas pocas bandas que están dando sus mejores años mientras ya peinan canas.
Cualquiera pensaría que este ya es el momento para retirarse, pero ellos no.
“Creo que cuando piensas en las cosas, empiezan a pasar, así que nada más vivimos el momento, vivimos cada noche en el escenario... Hicimos un disco y ahora una gira para promocionarlo y después de eso, no hay nada planeado”, comentó Murray.
Los de Maiden solo quieren vivir para el próximo concierto. Y nosotros también.