Bien dicen que lo que se hereda no se hurta. Cuando Jay Kendall apenas era un niño no hacía más que andar cante y cante por su casa, realizaba imitaciones de Michael Jackson y desde esa edad demostró tener talento para la música.
Para sorpresa de su papá, el experimentado productor Johnny Roper, Kendall no se quedó ahí en espectáculos familiares, sino que buscó la manera para demostrar que tiene pasión por el arte.
La trayectoria de Roper de más de 20 años como productor costarricense (PRC CREW, Ragga by Roots, entre otros muchos proyectos de música nacional), lo respaldan y Kendall sabía que al primero que tenía que demostrarle que era bueno en lo que hacía era a su papá... y así fue.
Apenas sacó su título de bachillerato, el joven le llegó a su papá con un cuaderno con más de 50 canciones escritas por él. Esa fue la primera muestra de que Kendall quería hacer las cosas bien.
“Yo sabía que cantaba bonito, pero lo primero que le exigimos fue que sacara su bachillerato antes de empezar con la música. Cuando llegó con el cuaderno y con varios demos que grababa en su celular, vi que quería esto en serio”, recordó Roper.

“Kendall es muy dedicado, hace mucho tiempo hablamos de que escribiera todos los días. Si no logra una canción, al menos termina el día con un coro. Él se visualiza en las grandes ligas, se está preparando y entiende que esto (la industria de la música) es un trabajo”, agregó el productor.
Jay Kendall, quien actualmente estudia ingeniería industrial, no la ha tenido fácil por la trayectoria de su padre. El joven artista afirma que el primer filtro que pasó fue justamente el conocimiento de su papá porque, afirma, que es muy crítico con el trabajo artístico.
“Si a mi papá no le gusta algo o no le ve futuro, lo dice, es muy honesto y sincero. Pero por delante sabíamos que iba a existir algo del llamado ‘hate’ (odio) porque la gente juzga y podrían pensar que lo mío era por argolla, sin embargo, siempre he estado seguro de mi talento y de lo que puedo proyectar. La verdad tenía más miedo de enseñarles las canciones a Toledo y DJ P”, recordó el cantante.
Justamente, en Toledo y DJ P y su empresa Ruff and Tuff es que Kendall encontró el último espaldarazo para su carrera. Los experimentados artistas han apoyado su trabajo desde el inicio.
“El bullying de los gordos (Toledo y DJ P) no es fácil. La gente cree que el camino de Kendall es dorado porque tenía las puertas abiertas, pero es todo lo contrario, es más difícil y se le ponen muchas trabas porque tiene que demostrar que no es argolla”, explicó Roper.
Estilo romántico
La propuesta de Jay Kendall suena a urbano, sí, pero también se da el chance de experimentar con nuevos sonidos y fusión de géneros.
Así es como presentó recientemente el tema Desamor, que va muy en la línea romántica que el joven artista quiere mantener para “salirse” de la propuesta actual de artistas urbanos.
“Me gusta mucho experimentar, analizo el mercado. Ahorita hay una tendencia mundial de los corridos tumbados y me hice la pregunta de qué pasaría si tomaba ese género y lo mezclaba con raíces ticas y las mexicanas que tiene, más un poco de trap y ritmos movidos”, explicó el artista.
De esa experimentación nació el nuevo tema que fue producido con miras a la internacionalización de Jay Kendall y que tiene la colaboración de un equipo de trabajo que combina experiencia y juventud.

“Aunque soy joven y solo he tenido una novia, desde el colegio siempre fui como el consejero de mis amigos en temas de amor y desamor. Tenía muchas experiencias que pude plasmar en canciones, agarré historias de mis amigos y empecé a escribir”, dijo.
Además agregó que prefiere mantener ese estilo porque sabe que muchos de sus seguidores son personas jóvenes y cree que lo mejor es hablar de estos temas antes que tocar otros como las drogas, el alcohol, las fiestas o la misoginia, temáticas muy frecuentes en la música urbana.
La música de Jay Kendall está disponible en plataformas digitales como Spotify y YouTube.
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