“Si vienen solos, no importa. Démosle un abrazo a la persona que tenemos al dado”, dijo Jesse Huerta a un público tico que no paraba de gritar de emoción.
Como encontrarse con viejos amigos y darse un gran abrazo fue como se sintieron miles de personas en el concierto de Jesse & Joy en el Anfiteatro Coca-Cola de Parque Viva realizado el sábado 7 de setiembre. La tercera visita de este dúo pop dejó buen sabor al público nacional.
¿Cómo estuvo la presentación de este par? Fue una reunión para escuchar distintos géneros musicales -desde baladas y hasta reguetón- y lo más importante: disfrutar con toda la familia; niños y niñas, adolescentes, padres, madres y abuelas vivieron intensamente un concierto de pop hecho con muy buen gusto.
Los hermanos mexicano-estadounidenses han sonado fuerte en la radio costarricense pero al verlos en directo quedó claro que su talento va más allá del estudio. Si han logrando hacer varias giras cruzando todo el continente es porque su espectáculo vale el boleto.
Calidad
El concierto inició con el sonido de latidos de un corazón. Conforme el pulso iba aumentando en ritmo el público empezó a soltar gritos más intensos, hasta que finalmente los hermanos salieron para cantar su éxito Chocolate.
El público entero se puso de pie para cantar y bailar esta canción mientras unas pantallas LED gigantes dejaban ver en grande las sonrisas de Jesse y Joy en el escenario.
El concierto continuó con otros clásicos de su repertorio, como Ya no quiero y No soy una de esas, temas en con los que Jesse dejó claro que en concierto canta igual o mejor que en el disco.
“No tienen idea de cuánto los extrañamos”, dijo Jesse al público al terminar las primeras canciones.
“Quiero que sepan que por las siguientes horas ustedes son nuestra familia; son nuestros y somos suyos (...) Aquí pueden cantar, bailar, reir y llorar y pueden amar libremente”, agregó Joy, ante la aclamación del público.
Estas últimas palabras traían un mensaje entre líneas. Hace unos meses Joy le contó a su público que está casada con una mujer y que esperaban una hija (la pequeña nació en mayo).
Suave
Después de un inicio enérgico la dupla quiso concentrarse en sus baladas. Llorar y Llegaste tú fueron tan coreadas por el público que Joy no pudo evitar exclamar “¡qué bonito cantan!”. Siguieron con Dueles, canción en la que Joy le dio oportunidad el público de cantar el coro y vaya que se lo sabían.
El concierto continuó con un segmento acústico en el que los hermanos Huerta se sentaron al borde del escenario y cantaron Me quiero enamorar y el bolero Un besito más, siendo este tema dedicado a “todas esas personas que amamos y que ya no podemos abrazar o extrañamos”. El momento ganó emotividad cuando todo el público encendió las luces de sus celulares para acompañar la canción.
La tónica del concierto cambió cuando la banda interpretó ¿Con quién se queda el perro? y el baterista y percusionista se lucieron tocando música de comparsa. El público, que no necesitaba excusas para mantenerse de pie, se encargó de bailar todo el final de la canción como si vivieran un carnaval.
A partir de ese punto el concierto se volvió una montaña rusa de emociones. En Mi tesoro el grupo mostró un lado más enérgico, pero durante Te esperé y Corre se encargaron de poner al público a cantar con todo el sentimiento posible, como se les veía en las pantallas del escenario.
Al finalizar Corre, la banda se retiró del escenario para hacer una pausa. El final del concierto se acercaba, pero no se podían ir sin darle un último abrazo musical a los ticos y cantarles el tema latino 3 AM (su colaboración con Gente de Zona) y darse una última bailada con el público, aunque fuera de lejitos.
Jesse bailó con su guitarra y vistiendo una camisa de basquetbol que decía Costa Rica en el pecho, un guiño a su gusto por ese deporte.
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Luego llegó el momento de cantar Espacio sideral, tema con el que se dieron a conocer en todo el continente y que todavía enciende la emoción del público: cientos de celulares se alzaron desde que sonaron los primeros acordes de la guitarra de Jesse.
Seguro el grupo ha tocado miles de veces esa canción, pero frente al público de Costa Rica se les veía disfrutando cada segundo en el escenario. Fue un final digno para un concierto de 90 minutos que se vivió intensamente.
Teloneros
A las 7:15 p.m., una hora antes del plato principal, entraron a escena los nacionales Pacho & Gia con una probada de su música urbana. Abrieron su presentación con su tema Te presento a mi novio, cuando aún la mayoría del público estaba buscando su lugar en el anfiteatro.
Los hermanos mostraron sus capacidades vocales en vivo durante su versión de Un año, de Sebastián Yatra, y luego volvieron al reguetón -y al lip sync- con el tema original En Marte, su colaboración con Luisga Loría, de Los Ajenos.
Para el tema Te sigo invitaron al escenario al nacional Kevlo. Los tres ticos saltaban y disfrutaban del momento, pero cada vez que se separaban su micrófono sus voces continuaban sonando en los parlantes y así fue evidente que ninguno de los tres estaba cantando en vivo. El chasco no fue reclamado por el público y el show continuó.
“Para mí y mi hermana es un honor abrir como hermanos el concierto de otra pareja de hermanos, sobre todo que vienen de un país que queremos tanto como México”, dijo Pacho al micrófono.
Continuaron con versiones de Desconocidos (de Mau y Ricky y Manuel Turizo), Calma (de Pedro Capó y Farruko) y otros temas originales como Taggéame y Esto es Costa Rica, un tema urbano con marimba que le dio cierre a su participación.