En las afueras del Palacio de los Deportes de Heredia hacía frío, mientras adentro del recinto la emoción por escuchar al venezolano Franco de Vita calentó los corazones.
Los encargados de la apertura del show fueron los nacionales José Cañas y el pianista Manuel Obregón, quienes en su presentación se caracterizaron por tener una complicidad entre voz y teclado que contagió a los presentes.
Primero fue el turno del cantante. En compañía de sus músicos presentó las canciones Tú y Quiero vivir , que fueron muy bien recibidas por el público.
De seguido, los aplausos se hicieron mucho más fuertes cuando Cañas presentó a quien sería su acompañante en las siguientes dos piezas, el pianista costarricense Manuel Obregón.
Al piano. Sentado frente al teclado, el artista –conocido por ser parte de la agrupación Malpaís y por haber sido ministro de Cultura de la pasada administración Chinchilla Miranda– , hizo lo que mejor sabe: deslizar los dedos por las teclas.
Con la canción Caña dulce , ambos artistas hicieron que el Palacio se uniera en un solo coro.
Obregón se despidió con Llueve ; de nuevo, los asistentes agradecieron su presencia en el escenario con un sonoro y extenso aplauso.
Al finalizar su presentación, José Cañas se mostró agradecido al despedirse.
“Es la primera vez que, en un concierto internacional, me piden otra canción”, comentó tan extrañado como feliz.
Cerró su presentación al cantar Dime qué puedo hacer sin ti, de Suite Doble.