La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) le dará a la joven clarinetista costarricense Ana Catalina Ramírez, dos alegrías importantes en su carrera.
Primero, volverá a ser su solista durante el VIII concierto de la temporada 2012 y, además, será la responsable del estreno mundial del Concierto para clarinete y orquesta , del compositor costarricense Carlos Escalante. Este recital será el viernes 14, a las 8 p. m., con repetición el domingo 16, a las 10:30 a. m., ambos en el Teatro Nacional.
Para dirigir el ensamble, está como invitado el director israelí Daniel Boico. Él dirigió a la Sinfónica Nacional en el 2011; en esa aventura, el artista recibió una crítica favorable de Andrés Sáenz, crítico de La Nación .
“Daniel Boico y la Orquesta Sinfónica Nacional fraguaron una interpretación poderosa y emotiva de la Sinfonía N.° 5, en re menor , opus 47, de Dmitri Shostakóvich”, escribió Sáenz en su crítica.
Este concierto también ofrecerá otra novedad importante para los amantes de la música: el estreno mundial de la obra Los caminos de la noche , del compositor costarricense Eddie Mora.
Feliz regreso. Para la clarinetista Ana Catalina Ramírez, existen muchas emociones de por medio en su presentación junto a la orquesta. Ella tuvo la oportunidad de tocar como solista una década atrás, cuando ganó el concurso Jóvenes Solistas, en 1999 y en el año 2000 .
Desde entonces se dedicó a estudiar en Estados Unidos; también lleva una activa labor difundiendo la música de cámara.
En estos años tuvo la oportunidad de ser parte de proyectos importantes como la Orquesta YouTube ; además, fue nombrada Clarinetista del año 2010, por la comunidad de clarinetistas latinoamericanos Clariperu.org.
Es hasta ahora, 11 años después de su segunda presentación como solista, cuando se le vuelven a abrir las puertas del ensamble.
“Es muy emocionante ser invitada como solista. Regresar a Costa Rica me encanta, acá está toda mi familia, también con la gente linda de la orquesta. Lo otro que me emociona es que vamos a tocar música tica, estoy muy contenta”, afirmó Ana Catalina Ramírez.
De su debut como solista junto a la OSN aún conserva buenos recuerdos. En esa ocasión tocó el Concierto para clarinete , de Wolfgang Amadeus Mozart.
Antes del primer ensayo, practicó incansablemente usando grabaciones. No obstante, el día que, finalmente, estuvo junto a los músicos, escuchó a la orquesta y la impactó tanto que se dijo: “¡Qué lindo suena en vivo y a todo color!, ¡qué lindo poder escuchar a Mozart en vivo!”.
Esa misma emoción es la que espera sentir durante su interpretación del concierto de Carlos Escalante. Para ella, es una sensación única estar al frente, mientras toda una orquesta apoya lo que está haciendo; literalmente, la hace sentir una energía única que le encanta.
Ramírez comentó que detrás del concierto existe una pequeña historia. Esta comenzó cuando le solicitó a Escalante una obra para clarinete solo; él la compuso y ella la interpretó en Estados Unidos.
Luego, él tenía la inquietud de componer un concierto para clarinete y orquesta, y ella le mostró interés por difundirla, si lo escribía.
Se le presentó la oportunidad de ser la solista de la OSN, aunque, originalmente, interpretaría otra obra. Después de conversaciones con las autoridades de la orquesta, logró que la dejaran interpretar la obra tica.
Después de varios meses estudiando los tres movimientos de la obra, aseguró que le encanta, y en términos generales, lo está pasando muy bien durante sus jornadas de ensayo en solitario.
“Tiene influencias claras latinoamericanas. El I movimiento siento que es como un tango. Tiene un carácter fuerte, pero muy melódico. El II movimiento es como un danzón, comienza con un salto mortal del clarinete”, añadió.
Programa. El programa de la orquesta para este fin de semana también incluye la suite del ballet Pájaro de fuego , de Igor Stravinsky, y música para el ballet Fancy Free , de Leonard Bernstein.
Acerca del estreno mundial de la obra de Mora, se trata de una composición que forma parte del ciclo dedicado a la mujer latinoamericana.
Los caminos de la noche está dedicada a la artista plástica Lola Fernández ; de hecho, su obra homónima dio nombre y fue el punto de partida para el compositor y director Eddie Mora.
La investigadora Ekaterina Chatski comentó que la obra de Mora se aleja de las formas tradicionales de la música, toda una sorpresa por descubrir.