En el 2010, el pianista costarricense Pablo Esquivel fue noticia cuando se dio a conocer que, a sus 10 años, había sido admitido como estudiante en la prestigiosa escuela Juilliard School of Music de Nueva York. Siendo apenas un niño, él y su familia se trasladaron a vivir a Estados Unidos para que el artista cumpliera con su educación musical; sin embargo, no todo fue alegría.
El pequeño vivió momentos duros, de sacrificio, sufrimiento y dolor, como él mismo lo confesó en una entrevista reciente con La Nación. Ahora, todos esos sentimientos los imprime en su disco Butterfly Effect, un álbum compuesto por ocho obras de piano, tres de ellas compuestas por él mismo.
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Con este disco, el ahora estudiante de psicología pretende compartir sus conocimientos con el público para usar la música como un vehículo sanador, ya que en su experiencia, al hablar de dolor, el artista se enfrentó desde muy pequeño a cambios y obligaciones muy fuertes para un niño de su edad.
“Tengo tres hermanos y, a una edad tan corta, yo tenía que dedicarme al piano mientras los veía a ellos con una vida un poco más normal. También había sufrimiento por ver a otros compañeros tocar en un concierto, porque eran muchísimo mejores que yo, porque empezaban antes a estudiar. Surgieron dudas y momentos retadores de cuestionarme si quería seguir”, recordó el pianista.
El artista afirmó, eso sí, que todo el proceso que vivió lo llevó a forjar su carácter y a ser más introspectivo con su vida. Eso, precisamente, lo refleja Pablo en la producción discográfica, la cual contó con el aporte del ingeniero Jorge Castro (nominado a los Latin Grammy en el 2019) en la masterización y mezcla de la obra.
La idea del disco, precisamente, nació a partir de la obra titulada Mariposa, que compuso el joven pianista como un ejemplo de esa metamorfosis que había vivido en su carrera y también en lo personal.
“Este disco es una reflexión de mi trayectoria profesional y personal. Yo diría que el efecto está encapsulado en la metamorfosis que tienen las mariposas que deben de pasar por sufrimiento, dolor y sacrificio para llegar a la libertad. Es un buen resumen de lo que fue mi carrera en Juilliard donde me fui muy pequeño y pasé por momentos muy competitivos y muy serios, para alguien de 10 años”, agregó el artista.
En el disco, Esquivel también presenta las obras Casa Caramelo y Respiro joven, ambas de su autoría. Estas piezas también reflejan sus pensamientos y recuerdos, ya que la primera es un homenaje al lugar donde creció mientras vivía en Costa Rica, un espacio que le daba seguridad y alegría. Respiro joven, por su parte, es un homenaje a ese niño que todos deberíamos de llevar por dentro, el que no debe dejar de sorprenderse.
Las otras piezas son de compositores muy reconocidos como Erik Satie, Robert Schumann, Claude Debussy, Serguéi Rajmáninov y Johann Sebastian Bach.
Música sanadora
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Gracias a sus estudios en psicología y a lo que ha aprendido de la música, Esquivel ha aplicado un programa especial para ayudar a las personas a usar el arte como sanador y generador de bienestar.
“Cuando terminé de estudiar en Juilliard, a los 18 años, pasé por un momento bastante complicado, ya que había estudiado música durante muchos años pero, al terminar, me confronté a la realidad de que solo tenía la música. En ese momento conocí a mi mentor, quien me hizo cuestionarme qué podía yo ofrecer como ser humano, más allá de mi característica social que es ser un pianista”, comentó el músico.
De ese mentor Pablo se guarda su nombre, pero el aprendizaje que recibió de él es el que quiere compartir con los demás a partir de clases especiales y charlas para el bienestar de las personas.
“Usamos la música no solo como entretenimiento, sino como una herramienta terapéutica que nos ayude a expresar las emociones que muchas veces suprimimos y bloqueamos y que, al final, nos causan estrés y ansiedad. La música es un lenguaje universal que sirve más que para bailar, también tiene un propósito para expresar esas emociones profundas, un propósito curativo”, dijo.
Las clases que brinda Esquivel, se está anunciando con regularidad en su cuenta de Instagram.
Sólida formación
Pablo Esquivel, además de haberse graduado de la Juilliard School of Music de Nueva York, continuó sus estudios musicales en el Berklee College of Music de Boston y luego en la Mannes School of Music (Nueva York).
El artista se ha presentado en grandes escenarios del mundo como el Mercedes Benz Arena de Berlín (donde se presentó junto a los renombrados pianistas Lang Lang y Herbie Hancock), el Carnegie Hall y Alice Tully Hall, ambos en Nueva York. Además, participó en espectáculos organizados en el Paul Recital Hall en el Lincoln Center de Juilliard, de Nueva York, y en el Teatro Nacional de Costa Rica.