Una Julieta Venegas más madura, preocupada por la violencia de su país y por el futuro, es la que refleja el álbum
El material, publicado por Sony Music, salió oficialmente al mercado el 19 de marzo. Son 11 temas de su puño y letra, con la novedad de que los compuso y grabó en el estudio que construyó en su casa, para pasar más tiempo junto a su hija Simona, de dos años.
En este material explora una sonoridad distinta. Deja casi por completo su usual acordeón, y compone y canta más desde los instrumentos electrónicos como el piano, los sintetizadores, las baterías digitales y por ahí casi perdido aparece un solo de guitarra eléctrica.
El resultado es un álbum con un sonido tecno-pop, sin llegar a ser un disco bailable. Se vuelve más importante la reflexión de sus letras.
Seis de sus canciones tienen ese fuerte aire electrónico, entre ellas
La artista aseguró que se fue dando cuenta de los sonidos e instrumentos a utilizar sobre la marcha. Hasta el punto que le dijo a su productor Yamil Rezc que no quería instrumentos acústicos, según informó la agencia de noticias AP.
Este cambio sonoro le sienta bien a varios temas muy puntuales, como
“De repente México es un lugar distinto, mucho más violento, donde vemos una cara muy diferente de las personas, donde encuentro una necesidad de unirme a los demás y decir que el drama que vivimos es diferente cuando lo vivimos juntos”, afirmó Venegas a la agencia de noticias EFE.
En su proceso de escritura de las canciones influyó su faceta de madre soltera. No porque sean temas con tintes infantiles u optimistas, sino porque esta etapa en su vida es más reflexiva.
Es suficiente con escuchar
¿Son autoretratos musicales? Eso será difícil de saber, porque ella es muy celosa de su vida privada (aún hoy se desconoce quién es el padre de su pequeña Simona).
Ante la pregunta, ella se limitó a decirle a
“Nada más inspirador que lo que no sucede. Algo de eso hay, pero no es que tengas que saber cuál es mi momento personal para entender el disco”, añadió la cantante.
Esa sensación también queda con
Con
Además, escuchamos nuevamente el acordeón, ese instrumento que es casi una extensión de su cuerpo, junto a un coro infantil.
Como dato curioso, la portada del disco, un retrato muy simple sobre fondo blanco, lo realizó Richard Haines, ilustrador del prestigioso