Rodeado de soldados, Kendrick Lamar se dejó uno de los primeros momentos memorables de los premios Grammy, que se transmiten en este momento desde el Madison Square Garden de Nueva York.
El rapero nominado a álbum del año por DAMN., interpretó el tema XXX, junto a U2, uno en el que explora el pasado violento que sentaron las bases de Estados Unidos. Bono y el guitarrista The Edge lo acompañaron interpretándola.
Los soldados, que habían permanecido quietos, de pronto se unieron a Lamar bailando.
W-O-W! What a grand opening to the 60th #GRAMMYs from @kendricklamar, @u2, and #DaveChappelle
— Recording Academy / GRAMMYs (@RecordingAcad) January 29, 2018
Now sit back and enjoy the show. pic.twitter.com/n7CGNiGYlE
De pronto, el comediante Dave Chapelle fue enfocado por la cámara.
"Lo único que da más miedo que ver a un hombre negro ser honesto en Estados Unidos, es ser un hombre negro honesto", dijo el humorista.
Lamar procedió a interpretar DNA. rodeado de un grupo de bailarines vestidos de rojo. Luego, Lamar interpretó su verso en el tema King's Dead de Jay Rock, parte de la banda sonora de la próxima película de Marvel, Black Panther.
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Kendrick Lamar también fue el primero en recibir un premio en la ceremonia, en la categoría de mejor canción rap, por Loyalty. Compartió el premio con Rihanna, a quien felicitó por dejarlo como un novato del rap en su propia canción.
Lady Gaga continuó las presentaciones musicales con una sobria presentación de las canciones Joanne y Million Reasons, sentada en el piano. La canción la dedicó a su tía Joanne –quien falleció joven– y al amor.
Las interpretaciones inspiradoras continuaron con Sam Smith, quien cantó su tema Pray.
El grupo de country Little Big Town interpretó Better Man, una canción escrita por Taylor Swift.
Después de una extensa pausa comercial llegaron al escenario Luis Fonsi y Daddy Yankee, quienes se acompañaron de las voces del público para interpretar el mega éxito Despacito.
Decenas de bailarinas y escenografía movible invadieron el escenario para animar la velada.
“Wow, esa es una canción pegajosa, nunca la había oído”, dijo el presentador James Corden un chiste que –de seguro– está más quemado que la misma canción.
La siguiente presentación fue de Childish Gambino (Donald Glover) otro de los nominados para álbum del año. De su álbum Awaken, My Love él eligió la canción Terrified.
Pink tomó el escenario para interpretar Wild Hearts Can't Be Broken, acompañada de una intérprete de lenguaje de señas.
Su presentación fue mucho más tranquila de lo que acostumbra (en otras ocasiones se la he visto guindando de edificios, por ejemplo). Pero la modesta presentación dejó espacio para que el público se asombrara con sus capacidades vocales.
Por su parte, Cardi B y Bruno Mars fueron a lo grande con su presentación de Finesse (Remix). Junto con un gran grupo de bailarines, los artistas revivieron la década de los 90 con su ropa abultada y colorida.
La idea de trasladar su gracioso videoclip al escenario le pagó réditos a los artista y dejó a Bruno Mars bien parado para la categoría de álbum del año.
DJ Khaled y Rihanna también transformaron el escenario para su presentación del sencillo Wild Thoughts.
Con una ambientación de desierto californiano –con algunos cactus y palmeras– y la luz en un nivel bajo, Rihanna recorrió todo el escenario bailando y cantando. Ella se encargó de hacer el trabajo difícil y poner a bailar a la audiencia.
Después llegó el momento de un homenaje Eric Church, Maren Morris y Brothers Osborne cantaron Tears in Heaven – de Eric Clapton– para honrar la memoria de las víctimas de terrorismo en Manchester y Las Vegas.
"81 fanáticos de la música que no volverán a casa", dijo Morris antes de iniciar con la presentación. Ella y sus colegas se turnaron para cantar cada palabra de la nostálgica canción.
Para denunciar el acoso sexual y sumar a la industria de la música al movimiento Time’s Up, Janelle Monáe dio un corto discurso en contra de la desigualdad “en el trato, en la paga, en el reconocimiento del talento”.
Seguidamente, Kesha llegó al escenario acompañada de Cyndi Lauper, Bebe Rexha, Camila Cabello, Julia Michaels, Andra Day y un coro gospel de mujeres.
Vestidas de blanco y rosa, el grupo de unas 20 mujeres entonaron Praying, canción que Kesha despecho ante los abusos.
Luego, Camila Cabello tomó el escenario para presentar a U2. Con un mensaje de apoyo a las familias de inmigrantes, Cabello habló de Nueva York como una ciudad que representaba los sueños de muchos inmigrantes y luego, se vio al grupo irlandés en el río Hudson, en el que se encuentra la Estatua de la Libertad.
Ellos interpretaron el tema Get Out Of Your Own Way.
Luego, Elton John y Miley Cyrus interpretaron el clásico Tiny Dancer, en el que no solo destacó el talento nato de Sir Elton, sino la poderosa voz de Cyrus.
Como un tributo a Broadway y al compositor Leonard Bernstein, Ben Splatt y la leyenda Patty Lupone interpretaron canciones de los musicales West Side Story y Evita.
Lupone asombró a toda la audiencia con el poder de su voz a sus 68 años.
Los homenajes continuaron con la participación de Chris Stapleton y Emmilyou Harris, quienes interpretaron un tema de Tom Petty, como forma de honrar al fallecido compositor y otros colegas que fallecieron.
Entre ellos, Chris Cornell de Audioslave y Soundgarden, Dolores O'Riordan de The Cranberries y Chester Benington de Linkim Park.
La última presentación de la noche fue la de Logic, Khalid y Alessia Cara, quienes interpretaron el sencillo 1-800-273-8255, que invita a las personas con depresión buscar ayuda. Logic aprovechó el final de la canción para enviar un mensaje.
"Quiero decirle a todas las personas que viven en países diversos y hermosos que no son países de mierda, y a todas las personas que se sienten débiles, (quiero decirles) que no lo son, solo no han encontrado fuerza dentro de sí mismos", señaló el joven rapero.
La ceremonia terminó a las 10 p.m. (hora de Costa Rica), después de tres horas y media de transmisión.