Una herida de bala en su pecho, un arma de fuego sobre su cuerpo y una carta al lado. Así fue como el 8 de abril de 1994, un electricista que se disponía a realizar unos trabajos de mantenimiento encontró a Kurt Cobain en su residencia, en Lake Washington Boulevard East, en Seattle.
En el sitio también había colillas de cigarros y una toalla para limpiar la sangre.
La muerte era inminente y significaba que la estrella de Nirvana no volvería a subir al escenario para demostrar el talento y el carisma que lo caracterizaron. Cobain y su descarga de energía se había apagado para siempre.
La muerte de Cobain llegó, precisamente, cuando la banda de rock estadounidense, formada en 1987, estaba en pleno ascenso y se encaminaba a convertirse en un fenómeno cultural con su álbum Nevermind, lanzado en 1991 y que incluía éxitos como Smells Like Teen Spiri y Come as You Are.
El electricista llamó a la policía y las autoridades forenses determinaron que la muerte del artista, de 27 años, había ocurrido el 5 de abril, es decir, tres días antes de que encontraran su cuerpo.
La carta que se encontraba al lado suyo decía que ya nada lo inspiraba, que no le emocionaba crear música.
“Me siento increíblemente culpable. Cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan como afectaban a Freddie Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Eso lo admiro y envidio muchísimo. No los puedo engañar, a ninguno de ustedes. No sería justo ni para mí. Simular que lo estoy pasando el 100 % bien, sería el peor crimen que me pudiese imaginar”, se leía en la carta.
Al final de la misiva, el artista le decía a su esposa, Courtney Love, y a su hija, de poco más de un año, Frances Bean Cobain, que las amaba.
El cantante era conocido por su lucha pública contra la fama y las presiones de la industria musical, así como por sus desafíos personales con la adicción y la depresión, tal como lo reafirmó en la nota.
Teorías conspirativas
El suceso causó una gran sorpresa y aunque se determinó que el cantante se había quitado la vida, las circunstancias que rodean su muerte y algunas inconsistencias en la escena del crimen y en las pruebas forenses provocaron que, 30 años después, todavía existan teorías conspirativas que afirman que Cobain fue asesinado.
Estas teorías se avivaron en el 2021, cuando la revista Rolling Stone dio a conocer que el FBI liberó el archivo con la información que incluía el caso del intérprete. Esta investigación incluía 10 páginas. Según el medio especializado, se trataba de un archivo que era “delgado pero intrigante”.
El archivo incluía dos cartas anónimas que instaban a las autoridades a investigar la muerte de Cobain, pero no como si él se hubiese quitado la vida, sino como un asesinato.
“A millones de fans en todo el mundo les gustaría ver que las inconsistencias que rodean su muerte se aclararan de una vez por todas”, se lee en una de las cartas, asegura Rolling Stone.
La otra carta, por su parte, fue escrita y enviada a la policía en el año 2007 y decía: “La policía que se hizo cargo del caso nunca se tomó muy en serio la investigación como asesinato, desde el principio insistió en que se trataba de un suicidio (...). Esto me molesta más porque su asesino todavía está ahí afuera”
En esa misiva, el escritor anónimo insiste en que no existían huellas en el arma con la que se disparó y que en la carta que escribió nunca dijo que quería morir.
Además, el archivo incluye un fax enviado a las oficinas del FBI en Los Ángeles, enviado por la casa productora de documentales Cosgrove/Meurer Productions. Este documento data de 1997 y habla del investigador privado Tom Grant, quien al parecer tenía sospechas de que el fallo del suicidio fue apresurado, pues él había encontrado inconsistencias en su supuesta nota de despedida. Para Grant, Cobain consideraba que la nota más bien era una carta de retiro para los fans.
Otras teorías también indican que el cantante fue víctima de un homicidio orquestado por su propia esposa, Courtney Love. Sin embargo, todo son especulaciones.
En una entrevista con Vanity Fair, en el 2011, Courtney fue consultada si estaba enojada con Kurt por haberse quitado la vida y su respuesta no pasó desapercibida.
“Tendría que matarlo por lo que nos hizo. Lo mataría, carajo”, dijo Love, y en esa misma entrevista añadió: “¡Intentó suicidarse tres veces! Tuvo sobredosis al menos cinco veces. Yo era el puto servicio de emergencias médicas y siempre tenía medicamentos para reanimarle cuando se pasaba con las drogas”.
Lo cierto es que a tres décadas de la muerte del cantante, las teorías alrededor de su muerte siguen presentes, tanto como su legado musical, ese que llevó a Nirvana a convertirse en un ícono del rock.