Un niño que solo cantaba en YouTube, jamás imaginó que dos grandes estrellas de la música internacional se enfrentarían en una puja por convertirse en su padrino artístico, en su mentor.
Así pasó en el 2009, cuando el pequeño Justin Bieber, con apenas 15 años, se encontró en el medio de una disputa comercial entre Usher y Justin Timberlake , quienes se interesaron en el talento del canadiense y querían estar detrás del posible éxito que tuviera. Los dos, con su experiencia, sabían que Bieber era un diamante en bruto y que estar detrás de sus inicios como intérprete podría ser un buen negocio.
A ambos los admiraba, cantaba piezas de los dos cuando comenzó artísticamente, pero solo uno de ellos logró convencerlo para que firmara para él.
Usher logró que Bieber se interesara más en su propuesta para ser parte de su sello discográfico. “Íbamos al estudio de Jermaine Dupri cuando Usher llegó al mismo tiempo. Así es como pasó lo de Usher. Pero también tuve una reunión con Justin Timberlake. Cantar para cualquiera de los sellos discográficos era algo seguro. Los dos fueron grandes tipos”, recordó en una ocasión Bieber, quien nunca reveló cuáles eran los montos económicos de las propuestas para producir su música.
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“No sabía en qué se convertiría, pero sabía que yo quería estar involucrado. Y cuando finalmente le oí cantar, supe que era un chico que iba a llegar muy lejos” declaró Usher al programa de televisión Good Morning America Weekend .
La apuesta fue muy buena: el éxito de Justin Bieber a nivel internacional ha sido apabullante y con tan solo 10 años de vida artística oficial, el joven tiene mucho camino por delante, tierras por descubrir y millones de fanáticos en el mundo que piden más y más de su material.