¡Que cante mi gente que para eso nació la Fania All Stars! Son ya 50 años de vida de la agrupación leyenda que reunió a las voces más impactantes, a los músicos más talentosos y al género musical que hace converger en sus notas la alegría latinoamericana como pocos.
Aquella fusión de ritmos cubanos como el son, el mambo, el chachachá, el guaguancó con los sonidos de Puerto Rico y Nueva York, encontró en la disquera Fania Records y, posteriormente en la selección Fania All Stars, una cuna para convertirse rápidamente en un sello de identidad latino.
El que las estrellas unieran sus vocaciones en esta orquesta de primer nivel no fue antojadizo, sucedió por la visión del músico y director dominicano Johnny Pacheco y su socio el empresario estadounidense Jerry Masucci (fundadores de Fania Records), quienes hicieron la convocatoria para mostrar en un concierto especial a sus mejores representantes. Fue a mediados de julio de 1968 cuando se llevó a cabo aquel evento en el pequeño Red Garter Club, en Greenwich Village.
Ese espectáculo sería un experimento para probar cómo estaba el ambiente de cara a la salsa que empezaba a sonar muy fuerte en Estados Unidos. De acuerdo con la reseña de la página oficial de Fania, el elenco de aquella noche incluyó como invitados especiales a Tito Puente, Eddie Palmieri, Ricardo Ray y Bobby Cruz; pero también a parte de la planilla de la disquera como lo eran Ray Barreto, Larry Harlow, Willie Colón, Bobby Valentín y en las voces Héctor Lavoe, Pete El Conde Rodríguez, Ismael Miranda y Adalberto Santiago; todos bajo la dirección de Johnny Pacheco.
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En dicho recital se grabaron dos discos: Live at the Red Garter, Vol. 1 y Live at the Red Garter Vol. 2, con temas como Noche, Son, cuero y boogaloo o Me gusta el son. El espectáculo se desarrolló entre soneos y virtuosos solos de congas, trompetas y timbales. En el pequeño Red Garter esa noche había 800 personas.
Sin embargo, no fue hasta tres años después que el reconocimiento masivo llegaría. Fania All Stars at the Cheetah reunió de nuevo a las estrellas en el conocido salón de baile en Manhattan. Se dice que el administrador del lugar no creía en el poder de convocatoria de la Fania y pidió que la totalidad de lo recaudado en la entrada fuera solo para él; lo que no se esperaba era que el Cheetah recibiría al doble de audiencia que cabía en el lugar.
Esa, definitivamente, fue la consagración de la institución musical que sería Fania All Stars para los latinos. Allí también se grabaron las imágenes que dieron pauta para la película Our Latin Thing que filmó el cineasta León Gast la cual reflejaba además la realidad de la comunidad puertorriqueña y latina de Nueva York.
El éxito siguió su rumbo, tanto así que en el 73, luego de una exitosa gira, Fania All Stars tomó como escenario el Yankee Stadium, en Nueva York, donde tocaron y cantaron la salsa dura y pura frente a una audiencia de más de 40.000 personas.
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Otro de los hitos de Fania en la década de los 70 fue el concierto que ofrecieron en África. Frente a 80.000 las talentosas estrellas pusieron todo su calor y sabor. Esa fue la primera gran presentación de la reina Celia Cruz, aquello fue una locura total que también encantó a un público que ellos jamás se imaginarían.
Marca de identidad
¿Cuál es la importancia del legado de Fania All Stars? Johnny Pacheco lo resumió a la perfección en una entrevista que dio de cara a la celebración del 30 aniversario de la banda. "Los latinos no teníamos, hasta ese entonces, con qué identificarnos. Los negros tenían un movimiento muy fuerte que era el Motown. Con la Fania, teníamos algo con qué identificarnos. La Fania fue lo que unió y dio reconocimiento a los hispanos. Fuimos la voz de los latinos y recorrimos el mundo entero", afirmó el artista y director.
Y es que sí, la vida del latino en Estados Unidos –específicamente los ubicados en Nueva York– se veía influenciada por el rock and roll de The Beatles y de toda la música anglosajona que se escuchaba por entonces. Fue con la Fania que la salsa llegó a desenterrar la problemática social y política que vivían aquellos jóvenes neoyorquinos con raíces latinas. Les dio una oportunidad para que alguien les cantara en su idioma como sucede en Calle luna, calle sol, con la voz de Héctor Lavoe; e incluso para llorar las penas bailando como se hacía al otro lado del continente americano.
Además de la consagración de la identidad latina, no solo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo, Fania fue el semillero, la escuela y la universidad de espectaculares artistas que después vendrían a poner más en alto el nombre de la música del istmo.
Con grandes producciones discográficas, Fania Records también marcó pauta. Ellos fueron los encargados de dar a luz discos icónicos como Así se compone un son, de Ismael Miranda; Celia & Johnny, de Celia Cruz con Johnny Pacheco; La voz, de Héctor Lavoe o Siembra, de Willie Colón junto al panameño Rubén Blades,
La disquera, con el nombre de la Fania All Stars como carta de presentación, no puede dejarse morir. En la actualidad siguen trabajando en pro de la representación latinoamericana en la música, así que se han aliado a otros grandes músicos y productores para continuar con el legado.
En sus filas pasaron nombres como Celia Cruz, Tito Puente, Héctor Lavoe, Ray Barreto; pero ahora hay una nueva camada que también se suma a la estela detrás de las estrellas: Toy Selectah, Bonde De Role, Atropolis, DJ Turmis, Louie Vega, Timothy Brownie son algunas de las caras y talentos nuevos que llevan la bandera de la Fania.