Francisco Sánchez, el gran revolucionario de la guitarra flamenca y mejor conocido como Paco de Lucía , llenó de un luto profundo a los amantes de la guitarra y al mundo de la música cuando trascendió su muerte, la noche del martes, a los 66 años.
“El dolor ya tiene fecha. Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar”, informó su familia, en un comunicado de prensa.
La muerte lo encontró en México, país donde tenía una residencia y vivía parte del año.
Hasta ayer, había varias versiones sobre cómo ocurrió su muerte. El procurador del estado de Quintana Roo, Gaspar Armando García, dijo a medios mexicanos que el músico comenzó a sentirse mal en un hotel de Playa del Carmen, mientras que el cónsul honorario de España en Quintana Roo, Javier Marañón Cañadas, dijo que fue en su casa en Xpu-Ha, cerca de Tulum.
Murió a causa de un infarto agudo al miocardio. Las autoridades se encuentran gestionando la repatriación del cuerpo del artista a su natal España, posiblemente el viernes, según Marañón Cañadas.
La muerte de este genio de Algeciras no es una pérdida exclusiva para los amantes de la guitarra, su legado con las seis cuerdas es tan amplio que todo aquel que disfrute del instrumento lamenta la pérdida.
Así lo entiende Luis Zumbado , guitarrista clásico formado en España, quien agregó que Paco de Lucía fue una estrella única.
“Él fue a la guitarra flamenca, lo que Andrés Segovia a la clásica: puso a la guitarra flamenca en un sitio de honor”, dijo Zumbado.
A pesar de que para él solo existen palabras de elogio, tanto en vida como ahora tras su muerte, fue una persona que cargó con inseguridades y un perfeccionismo al borde de la obsesión, que apenas toleraba escuchar dos álbumes de todas producciones: Siroco (1987) y Zyryab (1990).
“Me crié con el complejo de no saber música, de no tener conocimiento de armonía”, aseguró el artista español en un documental que lleva su nombre.
Los orígenes. Nació en Andalucía, España, el 21 de diciembre de 1947.
La historia del por qué de su apodo él la explicó múltiples veces. Su madre llevaba por nombre Lucía y en su barrio existían muchos Pacos y Pepes; por eso, para referirse a él hablaban de Paquito el de Lucía.
Su familia tiene una veta artística, pues su padre, Antonio Sánchez, se ganaba la vida vendiendo chucherías de día y en tablaos de noche.
Su progenitor lo sacó de la escuela y le dijo que tenía talento para ganarse la vida con la guitarra. El joven se lo tomó muy en serio; pasó jornadas maratónicas encerrado en una habitación perfeccionando su técnica. Antes de cumplir la mayoría de edad, viajó a Nueva York, experiencia que repetiría en múltiples ocasiones.
Su primer viaje fue en la primera mitad de la década de 1960. Allí se encontró con la confluencia de grandes maestros españoles de la guitarra, además con la riqueza de sonidos de la época, como el jazz y el flamenco, que influyeron en su evolución.
De Lucía se convirtió en el guitarrista acompañante del cantaor Camarón de la Isla (1950-1992), en una de las uniones más celebradas en la historia del flamenco.
Publicaron una decena de discos, en los que mezclaron el estilo más puro con la música popular, el jazz y la salsa.
“Yo soy un purista dentro de mi aureola de revolucionario, vanguardista o creador. Lo que no tengo es la obediencia que siguen los puristas, pero sí el respeto que merece la esencia, lo antiguo, lo válido. La memoria”, aseguró De Lucía a la agencia AP en el 2004.
Otras de sus colaboraciones inmortales se registró en el disco Friday Night in San Francisco (1981), junto a los guitarristas John McLaughlin y Al Di Meola .
Lamento. La muerte, sin duda, afectó profundamente a muchos artistas. Su dolor lo expresaron gracias a las redes sociales.
Alejandro Sánz escribió en su cuenta de Twitter: “Hay personas que no deberían morir nunca... por el bien de Dios... no tengo consuelo... siempre te querré maestro mío”.
Mientras que el músico canadiense Bryan Adams aseguraba que fue el mayor guitarrista de flamenco del mundo.
Otro que expresó su dolor fue el también guitarrista Carlos Santana: “El maestro, rey del flamenco, está en el cielo. Te quiero con todo mi corazón. Ráscale en el cielo”.
Agencias: EFE, AFP y AP.