Sin rodeos, Lencho Salazar aseguró que cada mañana, al despertar, siente como si, finalmente, la muerte llegara por él. Cerca tiene el rosario que recibió del Papa Juan Pablo II , velitas prendidas a sus santos y a dos personas que cuidan su salud día y noche.
“Tengo la muerte encima todos los días, tengo dos operaciones a corazón abierto (...). En mi familia cuatro hermanos y papá murieron del corazón. Cuando hablo de la muerte, se me clava un dolor en la mano y el corazón”, aseguró el reconocido folclorista.
Sin embargo, él sabe encontrarle el lado bueno a la vida. Se siente un afortunado por sus logros en el campo artístico y está listo para recibir, hoy sábado, un nuevo homenaje por su carrera.
El reconocimiento, en esta ocasión, es del programa Enamorate de tu Ciudad, iniciativa del Ministerio de Cultura y de la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM).
La actividad gratuita se realizará en el Centro Nacional de la Cultura (Cenac), desde el mediodía y hasta las 4 p. m.
Entre la lista de invitados participarán Dionisio Cabal, Freddy Calvo, Grupo Guipipía, Pato Barraza, Bernal Villegas, Pedro Capmany, Martha Fonseca, Humberto Vargas y Balerom.
Ellos darán vida a varias de las canciones del popular Lencho, algunas en su ritmo tradicional, otras en versiones de rock , pop y hasta jazz .
Salazar aseguró que aunque su salud no es su mejor amiga por estos días, hará un esfuerzo por cantar al menos un par de esas canciones, que le permitió recorrer el país de cabo a rabo.
Alegrías. En una silla mecedora descansa su cuerpo que le recuerda que lleva a cuestas 82 años. En las paredes de lo que llama “la cueva del folclor”, un sencillo rincón de su casa que construyó con el dinero que le obsequiaron durante un homenaje, lucen decenas de artículos de periódicos que dan cuenta de su trabajo, al igual que Y diay...Lencho? el primer long play que grabó y un viejo quijongo.
Al preguntarle cualquier dato hay que hacerlo de cerca y con voz fuerte, porque tras su accidente del 2006 , solo ve de un ojo y escucha con ayuda de un amplificador, en uno de sus oídos.
Pero su respuesta es emotiva, cargada de risas y anécdotas.
“Agradezco y siempre digo que aprendamos a querer la patria a través de nuestra música, danza, costumbres y tradiciones”, dijo Salazar en su casa en La Garita, en Alajuela.
Enumerar las alegrías es difícil, porque son muchas. Recuerda que gracias al folclor tuvo oportunidad de dar una charla en un museo de antropología, en Estados Unidos; dio clases de folclor a muchísimas personas, incluida a la presidenta Laura Chinchilla, y aprendió que el valor más importante de cualquier persona debe ser siempre la humildad.
No obstante, lamenta que el folclor se enseñe cada vez menos en los centros educativos.
Lorenzo Salazar , nombre del músico, le tomó cariño a la música tradicional por venir de un ambiente campesino. Nació en San Roque de Naranjo y desde güila cantaba en rosarios.
Estudio Música en San Carlos, integró un dúo que se llamó Los Talolinga y comenzó a cantar folclor en la década de 1960. Una de sus primeras canciones fue La segua , la que escribió en una servilleta y de ahí en adelante muchas más.