En el 2012, la fuerza que estaba tomando la corriente de la música electrónica en la industria del entretenimiento obligó a la revista Forbes a realizar –por primera vez– un listado de los DJs mejor pagados del mundo.
En ese entonces, hace más de dos años, el medio afirmó que el mercado de la música electrónica movía unos $4.000 millones por año. En el 2014, otro estudio reveló que la suma ya había aumentado a más de $6.000 millones.
En el 2014, el escocés Calvin Harris se convirtió en el DJ que mayores ingresos ha reportado desde que Forbes comenzó el estudio, acumulando más de $66 millones en un año, por encima de superestrellas como Taylor Swift ($64 millones), Katy Perry ($40 millones), Miley Cyrus ($36 millones) y Lady Gaga ($33 millones), entre otras luminarias.
Si bien Calvin Harris no superó a magnates del 2014 como Dr. Dre ($620 millones en el año en el que le vendió su compañía Beats a Apple), los Eagles ($100 millones) y Justin Bieber ($80 millones), su éxito sentó un precedente para considerar a la música electrónica como uno de los motores de la música mainstream o popular.
Summer, uno de los sencillos de Harris en el 2014, alcanzó el puesto número siete en la lista de las más sonadas en Estados Unidos según Billboard , siendo su mayor éxito hasta la fecha. En Costa Rica, el tema fue el décimo segundo más sonado en las emisoras de música anglosajona.
Avicii, The Chainsmokers y Martin Garrix fueron otros DJs que sonaron bastante en las radios del país en el 2014, según el estudio de monitoreo de medios de la empresa local Monitec.
En Estados Unidos, actualmente, la pieza Uptown Funk, del DJ y productor británico Mark Ronson y el cantante estadounidense Bruno Mars, lleva 14 semanas consecutivas en el primer puesto de la lista Hot 100 de Billboard , lo que refuerza otra hipótesis: para cruzar la puerta del mainstream , los DJs forjan alianzas con estrellas pop que, por lo general, dejan réditos.
Tras el éxito cosechado por la música electrónica bailable en el mundo –no solo en medios, sino también en espectáculos–, hablamos de un nuevo intruso que se une a la triada que el rock , el pop y el hip-hop han conformado al frente de la industria de la música popular contemporánea.
Alianzas. El listado de popularidad de EDM (acrónimo para electronic dance music ) de Billboard muestra la importancia que tienen las colaboraciones de DJs y estrellas pop en este mercado de entretenimiento.
Esta semana, estas son algunas de las piezas más sonadas: I Want You to Know , del DJ Zedd con la cantante Selena Gomez (en el primer puesto); Outside , de Harris con Ellie Goulding; Hey Mama de David Guetta con Nicki Minaj y Afrojack; y Where Are U Now , de Skrillex y Diplo con Justin Bieber.
Un caso similar en el ámbito nacional es Dónde vamos , sencillo del grupo Cocofunka y Betabom (alias del DJ costarricense Bartosz Brenes). El tema, lanzado a mediados del 2014, ha representado un gran éxito para ambas partes, con más de 70.000 reproducciones entre conteos combinados de YouTube y Spotify.
David Guetta consiguió gran popularidad por su afán de unir el EDM y el pop. El productor francés ha vendido más de 30 millones de discos en el mundo y en el 2011 era considerado el DJ número uno del planeta por la DJ Mag , precisamente en el año que lanzó un disco con colaboraciones de Nicki Minaj, Snoop Dogg, Chris Brown y Usher, entre otros.
Al mismo tiempo, afirma en un artículo el Music Business Journal de la Universidad de Berklee, el ascenso de esta música ha influenciado al pop de manera que cada vez más estrellas han recurrido a DJs para producir éxitos llenos de beats electrónicos.
Por ejemplo, para su sencillo Run the World (Girls) , del 2011, Beyoncé utilizó partes de una canción de Major Lazer, con ayuda en producción de Diplo – DJ y creador de Major Lazer– y Afrojack, otro de los DJs más populares del momento. Diplo también ha producido música para Madonna, Britney Spears y Bieber.
“La música dance siempre ha estado presente, pero ahora es común ver a grandes artistas pop como Jennifer López y will.i.am trabajando con productores de dance , y se está convirtiendo en parte de la cultura”, dijo Diplo en entrevista con Chicago Tribune .
En vivo. En la actualidad, la gran mayoría de los ingresos de los artistas proviene de presentaciones en directo, y el mundo de la música electrónica ha sabido capitalizar bien sus shows .
Estos DJs están acostumbrados a ofrecer más de 100 espectáculos al año, en los que la música se mezcla con todo tipo de utilería e iluminación para generar experiencias que el público recordará con cariño y emoción.
Las Vegas se ha convertido en la meca estadounidense de la música electrónica. En los últimos años, la economía de la ciudad ha percibido cada vez más ingresos gracias a los tantos recintos de música electrónica que posee.
Calvin Harris, por ejemplo, firmó un contrato de varios años con Hakkasan, el club más grande actualmente en ese país, y se rumora que gana unos $400.000 por noche. El año pasado, el DJ se presentó en 125 espectáculos.
“Los conciertos son la forma más lucrativa de ingreso (de esta escena)”, aseguró Forbes en el 2012 . “No comprometidas por la mayoría de equipo técnico de una banda ‘tradicional’, el costo de las giras de los DJs es extremadamente bajo. Mientras tanto, la demanda se ha disparado”.
“Los promotores están capitalizando la experiencia en vivo en festivales de electrónica exitosos, como Electric Daisy Carnival, Hard, Tomorrowland y Electric Zoo”, agregó la revista. En Costa Rica, esta situación ha sido palpable en festivales como Holi One y Life in Color, y en una cada vez mayor oferta de conciertos de DJs en recintos del área metropolitana, como Vértigo y Venue.
En un artículo de Smart Asset acerca de la economía de estos festivales de música electrónica, se lee: “Lo que es más particular es que la música electrónica bailable no es nueva. Lo que normalmente llamamos EDM ha estado presente durante 45 años, pero solo recientemente ha sido reconocida como una manera de avanzar para la industria musical que en tantos apuros ha estado”.
No es de extrañar que los carteles de festivales de rock y pop, como Coachella y Lollapalooza, incluyan a varios de estos DJs anualmente, pues ya el género derribó la puerta y no hay marcha atrás: este es el nuevo protagonista de la industria.
Sumado a las colaboraciones y los conciertos como motores del auge del EDM , está también su presencia en la web. “Nuestro género musical abrazó al Internet mientras los demás géneros luchaban en su contra”, comentó a Forbes Danny White, director de Pacha, otro gran club estadounidense.
El dinero no proviene de vender discos, sino de estar en contacto con el público, ya sea en un concierto o a través de sus ordenadores. “Los DJs son las nuevas estrellas pop, y a diferencia de los cantantes y los raperos, ¡pueden tocar toda la noche!”, dijo a Billboard Jesse Waits, de XS, un recinto de Las Vegas que el año pasado reportó más de $100 millones en ganancias.
“La energía creada desde el dance es tan poderosa como el rocanrol”, dijo al Chicago Tribune Perry Farrell, líder de la banda Jane's Addiction y creador de Lollapalooza. “¿Quieres ver a la gente volverse loca como lo hacían en un mosh pit en un concierto de rock ? Lo están haciendo con música dance . Da miedo; es peligroso y excitante, tal como solía ser el rock ”. Y eso lo dice todo.